Verdaderas intenciones

2.3K 323 88
                                    

Seonghwa estaba en pleno debate mental mientras caminaba junto a Hongjoong.

Su conciencia le decía que no sería buena idea ir al apartamento de este y debatía si darse la media vuelta en ese momento inventando cualquier excusa que se le ocurriera, pero había algo en su interior que aún lo ataba con seguir su camino, así que después de mantenerse en silencio con su cerebro trabajando a mil por hora, se decidió por la segunda opción.

El camino fue silencioso, la noche estaba cayendo y las estrellas ya se asomaban en aquel cielo que aún mostraba tenues colores. Caminaron hasta llegar a un gran edificio que sorpresivamente, no quedaba tan lejos del suyo, lo que le sorprendió un poco.

Ambos subieron por el elevador hasta el piso del pelinegro, dirigiéndose hasta la puerta con el número 1117. El más bajito metió la llave en la cerradura abriendo así la puerta, dando vista a un espacioso y limpio lugar. Después de que el dueño del departamento entrara, con un poco de pena el pelinegro pasó, no sin antes quitarse su calzado en la entrada, quedando solamente con sus calcetines.

—Dejé la caja junto a mi cama, haré té, si quieres ve por ella por lo mientras —le dijo Kim al mayor —. Mi cuarto es el del fondo, no te perderás —el pelinegro asintió y se dirigió a la habitación aún en silencio.

Cuando entró la oscuridad inundó su vista, por lo que se vió obligado a encender la luz, y cuando su vista se acostumbró a la claridad, lo que vió no era lo que esperaba.

Había botellas de agua vacías y prendas de ropa esparcidas por el suelo, cajas sin desempacar al lado del closet y una al lado de la cama, por lo que supuso que era la que había mencionado el otro chico, pero lo que más le llamó la atención fueron las numerosas cajas de medicina que estaban sobre la mesa. Las tomó con cuidado para leer la etiqueta y saber así el problema de Kim.

—¿Prozac? ¿Zaleplon? ¿Por qué demonios me suena este nombre?

—Seonghwa, ¿todo bien? —gritó desde la cocina el pelirrojo asustando a Park haciendo que soltara una de las cajas y cayera justo debajo de la cama.

Rodando los ojos por su torpeza, le gritó un "sí" al otro chico de manera de respuesta para así levantar las pastillas. Cuando se agachó para recoger estas, notó que no era lo único que estaba debajo de la cama, sino también había un cuaderno un tanto descuidado. Levantándolo junto a la caja, pensó en leerlo para saber que había dentro de él, lo pensó demasiado, y terminó por dejarlo en la mesa junto a los medicamentos. Con intenciones de irse tomó la caja llena de mangas entre sus brazos y se dispuso a salir por fin de la habitación, pero la curiosidad por aquel cuaderno lo invadió de nuevo. ¿Qué tal si Hongjoong ya tenía una nueva pareja y escribía sus gloriosos días con él? ¿Qué tal si ahí se encontraba la razón por la que lo abandonó de la nada? ¿O qué tal si solamente era otro relato sobre su extraña adoración por las nutrias? Si, definitivamente era más curioso de lo que le gustaría ser.

Al demonio todo, solo daré un vistazo, pensó Park.

Soltando la caja junto a la puerta, tomó de nuevo la libreta y se sentó en la cama, pero al leerla por fin, se dió cuenta de que era lo contrario a un simple dato sobre nutrias.

"Soy insuficiente para ti."
"Mereces a alguien mejor que yo."
"Me odio."
"Solo un poco más de tiempo y desapareceré."

No supo cuándo las lágrimas comenzaron a salir, leer eso le había partido aún más el alma, pero todo empeoró cuando llegó a la última hoja, la cual decía "Adiós". Lo que leía no lo creía, ¿el otro chico había sufrido todo ese tiempo y no lo había demostrado? Odiaba su ser entero en ese momento, se odiaba por no haberlo notado antes y así ayudar a la persona que más amaba. Estaba tan ocupado tratando de controlar su llanto y su creciente preocupación que no notó cuando alguien abrió la puerta.

—Te estás tardando demasiado, ¿qué pa... —sus palabras atoraron en su garganta. No sabía que hacer, ver al pelinegro llorando mientras sostenía fuertemente su cuaderno hizo que un temor lo comenzara a invadir. Seguramente ahora Park lo odiaría aún más, seguramente no lo volvería a ver, seguramente... Solo pensamientos negativos pasaban por su cabeza, así que aturdido se agachó hasta sentarse en el suelo, con la cabeza completamente agachada, esperando a que él se levantara y se fuera esta vez por siempre.

Pero ese momento nunca llegó.

A cambio, sintió como se sentaba enfrente suyo, mientras que con ambas manos tomaba delicadamente su rostro, provocando que las lágrimas finalmente salieran sin parar.

—¿Por qué no me lo dijiste antes? Sabías que todo lo que escribiste no es cierto, tú eres mi todo, Hongjoong, de verdad lo eres —lo dijo lo más alto y seguro posible para que el otro le creyera.

—Pero y-yo siempre a-arruinaba todo y te retenía in-injustamente y... —no pudo seguir hablando porque el mayor se acercó a él y le dió un tierno beso en la frente, calmándolo instantáneamente.

—Shhh, tú nunca fuiste insuficiente, es más, tú eras mi razón por la cual me levantaba todas las mañanas de buen humor, la razón por la que seguí estudiando, la más suficiente razón por la que seguí existiendo. Tú eres mi todo, Kim Hongjoong, no lo vuelvas a dudar. Me quedaré a tu lado por siempre esta vez, ¿okay?

El pelirrojo asintió torpemente con la cabeza y atrapó el cuerpo del mayor en un fuerte abrazo. Sentía que todo volvía a tener sentido. Aún se culpaba por ser un completo imbécil y dejarse cegar por sus pensamientos negativos y depresivos, pero con Seonghwa a su lado ahora nada podía salir mal.

Todo iba a cambiar.



-ˋˏ✄┈┈┈┈┈┈┈┈┈┈┈┈┈

¡El siguiente cap es el final!

Espero que de verdad estén disfrutando esta fanfic 🥺

Nos leemos ^^

- Ren 💛

Thank U | seongjoongDonde viven las historias. Descúbrelo ahora