Thank U | seongjoong

Special Gift

- Final alternativo -

—¡Bienvenido de vuelta!

Sus seis amigos lo recibieron con globos y serpentinas.

Park Seonghwa pasó dos meses en el hospital en estado de coma, y justo cuando por desgracia lo daban por perdido, como si de un milagro se tratase, el azabache abrió sus ojos, mirando primeramente a Kim Hongjoong, quien por casualidad (o tal vez destino) se encontraba en su turno para cuidarlo.

La etapa de recuperación fue dolorosa y estresante.

Al tener ambas piernas fracturadas, tuvo que aprender a caminar desde cero. Se veía como una meta imposible, toda una utopía. Más sin embargo y para su suerte, el apoyo y la ayuda de sus amigos nunca le hizo falta.

Pero, también todo había sido especialmente posible por Kim Hongjoong.

El pelirrojo lo acompañaba a sus terapias, lo ayudaba a comer y siempre lo hacía sonreír. Gracias a su pequeño había podido continuar viviendo.

Si Seonghwa era sincero, aún tenía miedo de que todo solo fuese un sueño y que su cerebro solo le estuviese proyectando un final feliz antes de su muerte. Pero pudo confirmar que estaba realmente vivo cuando volvió a su departamento, siendo recibido por las caras sonrientes de todos sus amigos mientras Hongjoong lo ayudaba a mantener el equilibrio.

Las lágrimas en el rostro de Seonghwa no se hicieron esperar, sintiendo por fin el latir de su corazón y todas las emociones que pensaba perdidas.

Estaba vivo. De verdad lo estaba.

Park salió de su pequeño trance al sentir como Kim lo apretaba con sus brazos, reaccionando al instante para devolverle el abrazo. Y entonces sintió como seis cuerpos más se abalanzaban contra ambos delicadamente.

—¡D-Deja de llo-llorar, Seonghwa! —gritó Yunho entre sollozos.

—Bueno, ¿no crees que dejaría de llorar si tú también paras? Si hasta se te están escurriendo los mocos —contó Jongho animando el ambiente, y claro, limpiándose muy discretamente las pequeñas lágrimas que amenazaban por salir de sus ojos.

Los ocho chicos rieron, separándose finalmente para llevar a su mayor a la sala, dejándolo descansar después de su largo viaje desde el hospital. Al fin lo habían dado de alta.

—¿Cómo te sientes? —preguntó San sobando gentilmente la espalda de Seonghwa.

—Vivo. Por fin me siento vivo —respondió el pelinegro, ganándose las miradas enternecidas de sus amigos.

—Me alegra escuchar eso, porque ahora tendrás que comer todo lo que te perdiste en esos dos meses —mencionó Yeosang llevando la comida a la mesita de la sala junto a Wooyoung, quien no paraba de sonreír.

Los ocho chicos se apresuraron a comer mientras conversaban alegremente, sintiéndose por fin completos y tranquilos.

Su amistad se había reforzado aún más después del accidente, y prometiéndose mutuamente que nunca se separarían pasara lo que pasara, ahora ahí estaban, agradeciéndoles a todos los astros por regresarles a Seonghwa.