—Woah, hyung, de verdad me asombra que hayas aceptado ser voluntario de ese proyecto.
Yeosang caminaba junto a Seonghwa. Las clases habían terminado por lo que el mayor debía dirigirse a aquella reunión de voluntarios, así que el castaño lo estaba acompañando.
—Bueno, pensé que sería buena idea cambiar de aires, tú lo dijiste.
—Me alegra que me hayas hecho caso, recuérdame invitarte un helado luego —mencionó Kang mientras le regalaba una sonrisa sincera.
En realidad, el pelinegro no quería participar en aquel evento, pero la insistencia de su menor lo había cansado, pero después de analizarlo por un buen rato pensó que no sería mala idea, tal vez así conocía a más personas y lograba distraerse de aquellos depresivos sentimientos que lo acorralaban últimamente.
Estaban a punto de llegar a la sala de reuniones cuando el más bajito se quejó, recibiendo la total atención de Hwa.
—Demonios, olvidé que tenía que acompañar a Wooyoung hoy a su casa, tengo que recoger unos libros que le presté, lo siento.
—No te preocupes, ya estamos cerca de todos modos. Ve con cuidado.
—Claro, hyung. ¡Diviértete! —gritó mientras se daba la vuelta y corría hacia la salida.
El pelinegro ahora solo, caminó hasta llegar a la puerta de aquel salón mientras observaba con atención el piso, hasta que un par de pies le avisaron que ya no se encontraba solo. Supuso que era otro de los voluntarios por lo que alzó su mirada para conocerlo y tal vez entablar una conversación, pero la persona que menos esperó estaba enfrente suyo.
Ni más ni menos que Kim Hongjoong.
Ambos se quedaron estáticos observándose mutuamente, no sabían que hacer o cómo reaccionar, hasta un silencio incómodo se había insertado entre ellos. Por un lado, Seonghwa quería hablar con él para saber el por qué se había ido de su lado, mientras que Hongjoong debatía sobre solo decir hola o disculparse.
La tensión se podía observar desde lejos, al igual que aquellas ganas que ambos tenían por sentirse mutuamente de nuevo. Parecía como si su distanciamiento había comenzado desde hace años, cuando solo había pasado un par de meses.
Se extrañaban exageradamente demasiado que hasta se sentía incorrecto, incorrectamente doloroso.
Antes de que alguno de los dos pudiesen hacer un movimiento, una tercera presencia se unió al lugar, sacando a ambos de su trance.
—Déjenme recordar, ustedes son Kim Hongjoong y Park Seonghwa, ¿cierto?
—Oh, si, ¿San, no es así? —respondió un más tranquilo pelirrojo.
—Sip, el mismo. ¿Qué hacen afuera? Hay que entrar —y sin ninguna objeción, los tres entraron al aula, encontrándose con dos chicos más.
—¡Yunho! Llegaron los otros dos chicos... oh, ¿tú eres el que se apellida como yo no? —mencionó alegre San.
—Ah si, soy yo, Choi Jongho —dijo el otro chico más bajito que se veía menor que todos.
Los cinco chicos se sentaron alrededor. En realidad, Choi y Jeong habían invitado a un alumno por facultad, pero al parecer los demás no iban a hacer acto de presencia en aquel lugar.
—Bueno, hemos sido engañados —expresó Yunho con un llanto fingido.
—Es cierto, se supone que deberíamos ser ocho mínimamente para este proyecto, al parecer nos faltarán tres más —respondió el rubio pensando que hacer en esa situación, hasta que una idea se le vino a la cabeza —. Chicos, ¿ustedes no tienen amigos que quieran ayudarnos?
Los tres otros chicos se miraron entre sí, aún no tenían idea de que trataba aquella actividad pero les daba pena preguntar, así que en un debate visual de quien debería hacerlo, Kim terminó codeando al mayor pelinegro para que este hablara, poniéndolo nervioso al instante por aquel roce que tanto había extrañado.
Aclarándose la garganta, habló —Uh, si no es grosero preguntar, ¿podríamos saber de que trata este supuesto proyecto?
Yunho y San se miraron entre sí, aguantándose las ganas de reírse. Eran unos tontos, de eso estaban seguros.
—Demonios, olvidé comentar sobre que trataba el proyecto, debería tirarme de un puente —aquel comentario hizo que Seonghwa sintiera un leve dolor en el pecho, recordando la única vez que había ido al puente cerca de su casa para terminar con su vida, pero por cobardía no lo había hecho. Hundiéndose en su propia silla, se quedó expectante a lo que diría el más alto, guardándose sus negativos pensamientos para sí mismo.
—Bien, se supone debemos hacer el reporte anual sobre las ocho facultades de la universidad para presentarlo como evidencia de la generación, y si hacemos un buen trabajo nos podrían liberar los exámenes finales. San y yo estamos en el consejo estudiantil por lo que nos encargaron este proyecto, pero el problema es que nadie quiso aceptarlo y terminamos con ustedes tres.
Aquella actividad ahora no sonaba como un problema más en la vida de aquellos chicos, sino una manera de salvar su año escolar, lo que era ridículamente tentador, especialmente para los dos mayores. Esos días habían sido agotadores y lo último que podían hacer exitosamente eran aquellos exámenes que estaban a la vuelta de la esquina, lo que atormentaba más su día a día.
Así que sin más tiempo que perder, pensaron en quienes podrían reclutar para llevar a cabo esa "salvación" como lo llamaban ellos.
—Pues yo básicamente recorrí un año por mis calificaciones, así que no tengo amigos en mi facultad —comentó Jongho apenado.
—Yo tengo dos amigos que definitivamente les gustaría tomar esta oportunidad —mencionó tranquilamente Kim, ganándose el agradecimiento de los dos chicos del comité, pero siguió hablando —. Seonghwa, ¿no tienes a nadie en mente?
El mencionado se sorprendió de que aquel chico que era su ex novio le hablara con tanta tranquilidad y con una sonrisa en su rostro que le fue inevitable sonrojarse. Todo el rato se había mantenido en silencio mientras observaba al pelirrojo como si fuese la persona más bella del universo, y no mentiría, si lo era para él. Pero volviendo al punto, si bien lo había estado observando todo el rato, el otro chico lo había atrapado en el acto, lo que le pareció terriblemente humillante.
Pero la sonrisa cálida que hacía que sus ojos se volvieran aún más pequeños que le estaba brindando en ese momento de una manera u otra lo reconfortó un poco, tranquilizándolo para por fin responder.
—Y-yo tengo u-un amigo que básicamente me obligó a estar aquí, podría t-traerlo.
—Eso sería genial Seonghwa, les damos toda la tarde para convencerlos y así nos juntamos todos mañana, ¿está bien? —mencionó Choi con su típica sonrisa.
Todos asintieron y salieron de aquella sala, pero antes de que el pelinegro pudiese escapar, Kim lo llamó.
—Seonghwa, ¿podemos hablar, por favor?
El mayor iba a negarse inventando una excusa bastante patética, pero algo más fuerte que la cobardía lo detuvo para asentir levemente, para así dirigirse con el otro chico a unas bancas cercanas para hablar.
Tenía miedo, no por volver a hablar con él, sino, por recaer en su mismo ciclo depresivo. Todo podía empeorar.
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Thank U | seongjoong
Fanfic❝ Dicen que si de verdad amas a una persona, debes dejarla ir, o al menos eso creía él. Kim Hongjoong decide terminar con su novio, Park Seonghwa, haciendo que la vida de ambos de un giro inesperado, afectando más a uno que al otro. ¿Quién será capa...