Su único trabajo era secuestrar al molesto chico popular y quizás enseñarle una lección.
Lastima que si lo hizo pero lo que planeo le salio totalmente distinto.
Historia ganadora de los My Time Awards 2020♡
ALTO HUMOR NEGRO, PRIMER AVISO si te ofend...
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Jimin miraba el piso de madera pensando que era bonito y más cálido que el frío piso de ese sótano feo, luego la ventana por donde entraba brisa, tenía una aparato extraño de metal pero ahora la ventana estaba totalmente abierta y podía asomarse a ver la flores.
Se levantó sintiendo con alegría la alfombra peluda en sus deditos y fue a la ventana, se asomó por ella y abajo vio flores blancas muy bonitas, también otras de otros colores y olían bien. Respiro la brisa y el sol golpeó su cara y tuvo que cerrar un poco sus ojos, un poco no, no podía ver nada al sonreír pero ya no quería ver nada. Le bastaba con la refrescante brisa chocar con su piel, le ruido de las flores moverse y el calor que le daba el sol sobre su piel. Todo le gustaba tanto y no podía ser más feliz hasta que recordó algo.
Son adultos, Jungkook no pero está por serlo pero dos personas no dejan de atormentarlo, sus padres.
¿Qué será de ellos?
¿Vendrán por mi?
¿Donde están?
¿Le han hecho daño a mi Oppa y a mi Kookie?
Jimin no sabe nada, pero todo a su tiempo.
Escucho un ladrido que lo saco de su pesadilla y desde afuera se acerco un pequeño perrito muy peludo corriendo, este salto de inmediato sobre Jimin entrando a la casa y retrocedió corriendo hasta su cama donde se subió tratando de escapar de animal, estaba muy alterado y asustado.
—¡UN PERRO! ¡ME VA A COMER! ¡AYUDA! —Jimin tiene un trauma con los perros.
Y con cualquier cosa que se mueva que no sea humana.
Pero más con los perros.
—¡YOONGI OPPA! ¡JUNGKOOKIE! ¡SALVENME POR FAVOR! —Se subió en las almohadas y sábanas que hacían una montaña alejándose todo lo que podía del perrito que luchaba por subirse a la alta cama con su pequeño tamaño y le arrojo el único peluche que había en la habitación y del que se había apropiado. De hecho le sorprendía que hubiera un peluche en la casa.
De lejos una persona ciega diría que era una enorme rata pero luego parece más bien una bola de pelos con patas, es tan pequeño y redondo que resulta adorable para cualquier amante de los animales. Menos Jimin por supuesto.
Jimin estaba chocando con la pared rogando que se lo tragase y se lo llevara lejos de esa bestia enorme de grandes colmillos que se lo comería entero, lo que en realidad era un pequeño perrito de unos 30 centímetros máximo con más pelo que cara.
Una bola de pelos tierna con ladridos agudos que no asustaban para nada.
Luego la puerta fue pateada y Jungkook entró corriendo todo agitado por los gritos agudos de Jimin que pensaba que pasaba algo serio o que algún intruso había entrado, luego lo vio a él aterrorizado en su cama y a Yeontan que acababa de subir en ella y se acercaba a Jimin que empezó a saltar tratando de alejarse lo más posible, como si fuera a volar.
