Cap. 2 - Informante indirecto.

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Ya habian terminado con las clases del día y el arbusto con pecas se encontraba en su departamento junto con su grupo de amigos, Iida Tenya, Uraraka Ochako y Todoroki Shōto, todos eran amigos de Izuku desde la preparatoria.

¿Qué hacían reunidos?

Facil. Su querida amiga, quien estudiaba pediatria al igual que él, habia citado a todo su grupo debido a su supuesto admirador/a secreto/a ya que el autor de dicha carta no daba indicios de ser chico o chica, esto aumentaba las posibilidades.

Todos estaban sentados en el sofá de la sala, ya habían leído la carta varias veces sacando conclusiones y formulando teorías, pero ninguna era segura.

—Si vemos con detenimiento la letra es obvio que es una persona con una caligrafía admirable. —dijo Iida y los demás presentes asintieron de acuerdo con el azabache.

—Sí, pero aparte de eso no sé que más rescatar... ¡No da indicios de ser chica o chico así que eso nos complica aun más la búsqueda! —la única chica del lugar se levanto del sofá y se puso delante de los chicos mostrando su cara estresada por no encontrar algo que les sirviera.

El peliverde solo suspiro, él no quería que sus demás amigos se enteraran de todo pero Uraraka le insistió tanto que se acabo resignando y así termino en la sala de su departamento con sus amigos rompiéndose la cabeza con tal de conseguir alguna pista útil que los guíara al autor de las cartas.

—Podríamos hacerle una prueba para conseguir huellas dactilares. —el heterocromatico aporto esa idea con su habitual cara de Poker.

—¡Que buena idea Shōto-Kun! —chilló la castaña con emoción tras la sugerencia de su amigo.

—¡Esperen chicos! —pidió el peliverde sobresaltado —¡No tenemos el equipo para hacer eso!

—¡Midoriya tiene razón! Aparte el material a examinar esta contaminado pues todos hemos tocado el sobre y la carta. —dijo el joven estudiante de abogacía ajustando sus gafas y derigiendo su mirada de nuevo a la carta para releerla una vez más.

—¡Rayos! —Uraraka creía que ya tenían todo resuelto pero su amigo mato su felicidad con una dosis descarada de realidad.

El peliverde suspiró con frustración ya que todo esto le parecia exagerado.

—Chicos creo que deberíamos dejar de pensar tanto en esto. —sus amigos le miraron seriamente —¡Tenemos cosas más importantes de las cuales preocuparnos! Vamos ya dejen esa carta. —Izuku les sonrió esperanzado en que sus palabras convencieran a sus amigos de dejar todo el asunto en el olvido.

—No. —fue la respuesta seca que recibió el pelos de alga de parte de sus amigos, quienes regresaron la vista a la carta que Iida tenia en sus manos.

—Miren. —dijo el heterocromatico estudiante de psicología y los chicos pusieron atención al final de la carta donde se podían apreciar puntos suspensivos. —Eso puede significar que reciba una segunda carta.

—Concuerdo con tu teoria. ¡Los puntos suspensivos significan que esto puede tener una segunda parte! —felicitó Tenya a su amigo heterocromatico.

—¡Aggg! ¡Que emoción! —Ochako estaba feliz aún tenían posibilidades de reunir más pistas sobre el o la escritor/a de la carta.

Izuku se congelo tras escuchar eso, no podía con una carta y recibir otra lo ponía muy incómodo y nervioso, cubrió instintibamente su rostro, pues la vergüenza empezaba a poner su cara roja.

—¡No! ¡No creo! Seguro solo fue cosa de una vez. —el pobre pecoso se encontraba abochornado, se hundia más y más en su sofá tratando de desaparecer mientras murmuraba cosas inentendibles.

Cartas anónimas. [Katsudeku.] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora