Kaminari Denki, era tonto, muy torpe y algo despistado a veces, pero sí se proponía algo él lo lograba.
Era jueves, no habia dormido más de tres horas durante estos ultimos tres días, el Lunes fue al departamento de Izuku y Ochako, converso un poco con ambos y no logro obtener respuestas al extraño comportamiento de su amigo, pero no se rindió. El Martes fue donde el ogro explosivo, no logro obtener una explicación respecto a las vendas ya que su amigo lo sacó a patadas del departamento. El Miércoles volvió donde el rubio malhumorado e inventó una excusa para infiltrarse en el cuarto de Katsuki, encontró un libro que parecia ser un Death Note sobre su escritorio que le llamo la atención, decidió leerlo solo para confirmar sus sospechas y lo que encontró lo dejo de piedra, era incluso peor que un Death Note. Decidió salir lo antes posible de la habitación del rubio y si hoy Jueves esta aquí es porque Katsuki no lo pilló urgando en su cuarto como un delincuente.
Hoy se propuso investigar al arbusto con pecas y encontraría las respuestas que buscaba o su nombre dejaba de ser DENKI DIVA PIKACHU KAMINARI!
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Katsuki caminaba tranquilo a la universidad, era un día realmente agradable y por alguna razón se sentía como el puto amo del jodido universo, estaba decidido, hoy le confesaria a Deku su amor. Habia estado preparándose desde el sábado para esté momento tan importante, horas y horas de practica junto al bastardo de las mitades y la coleta de caballo, pero todo su mundo se le bino abajo en cuanto puso un pie en la universidad.
Juraria que escucho a su corazón hacerse trizas en cuanto vio a Deku ser besado por un tipo de pelo morado, simplemente se dio la vuelta con un mal sabor en su boca y empezo a caminar hasta su salón.
Al parecer desperdicio su valioso tiempo en alguien que no lo amaba.
Al llegar tiro a la mierda los postres que habia preparado con tanto esmero para el peliverde y tomo asiento al lado de su hermana sin decir una palabra.
—Katsuki, ¿qué paso? —preguntó preocupada la chica que habia presenciado como su amigo tiraba los postres que habia preparado para Izuku a la basura.
—Nada. —contestó cortante el de ojos rubies ya que su garganta ardía como el puto infierno.
—Kats. —no pudo terminar ya que el rubio se exalto.
—¡HE DICHO QUE NO ME PASA NADA, AHORA DEJA DE JODERME LA PUTA EXISTENCIA DE MIERDA! —estaba tan enojado, decepcionado y triste, se sentía como la mierda y solo quería olvidarse de todo, pero no podia, la imagen del peliverde besandose con ese tipo se repetía una y otra vez en su mente.
El nudo en su garganta dolia y sus ojos picaban, no quería llorar y no lo iba a hacer, no lloraría. Por más que su pecho se lo pidiera no lo aria, por más destrozado que se encontrara no dejaría que eso pasara.
La pelinegra comprendio de inmediato que algo malo habia ocurrido, no podia evitar sentirse preocupada por su hermano pero sabia que Izuku no era capaz de rechazar a Katsuki, ella esta segura de que ellos dos estan enamorados mutuamente, se nota en sus miradas. Pero no podia descartar del todo esa posibilidad.
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—Shinso y-yo lo siento pero... —Izuku estaba rojo y no sabia muy bien que decirle al pelimorado ya que esté lo habia besado y luego se le declaro como si nada.
—¡ÉL YA ESTA OCUPADO PERRO! —Ochako al rescate. La castaña se puso en frente de Izuku en modo de escudo.
—¡LO SENTIMOS PERO A NUESTRO AMIGO NO LE INTERESAS DE FORMA AMOROSA! ¡MIL DISCULPAS! —Iida cargo al peliverde como costal de papas.
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Cartas anónimas. [Katsudeku.]
FanfictionKatsuki Bakugō es un joven de 19 años que tiene un carácter de mierda y un corazón de piedra revestido de hielo. Ja, eso es lo que toda la gente cree, pero no podrían estar más equivocados. Todos tenemos sentimientos aunque a algunos nos cueste de...