—¡¿Cómo puedes estar tan calmado?! ¡Hay una RATA! —el peliverde chillaba despavorido y Katsuki lo miraba confundido.
Pero tras pasar un instante el rubio compredio todo y miro a su alrededor, su amiga seguía gritando mientras un empleado del local intentaba persuadirla para que se calmara, Mina, Deku y Denki lloraban abrazados arriba de sus sillas mientras Sero y Kirishima buscaban a "la rata".
El rubio se levantó de su silla, tomó el vaso de Yaoyorozu y se metió debajo de la mesa.
—¡YA CALLENSEN LLORONES DE MIERDA! —dijo mientras salia de debajo de la mesa y se ponía de pie mostrando el vaso a todos los presentes —¡Ya atrape a la inmunda rata! —informó mientras simulaba que en el contenedor estaba la susodicha, en efecto estaba vacío pero eso nadie lo sabia, ya que Bakugō cubría con su mano la parte superior del vaso.
Todos en el café se calmaron, los empleados le dieron a todos los de su mesa un café gratis en modo de disculpa por tan mal momento (y de paso como soborno para que no los reportaran con salubridad) y Bakugō se encargo de desahacerse del "roedor".
—Kacchan. —el mencionado miro al peliverde —¿Qué hiciste con la rata? —preguntó un poco preocupado.
—Eso no te importa nerd. —contestó cortante y el peliverde solo asintió.
—Gracias por salvarnos Kacchan. —dijo el peliverde sonrojandose tímidamente.
Y eso era lo que Katsuki más odiaba y amaba en partes iguales, la facilidad con la que Izuku se sonrojaba y lucia adorable.
—Solo fue una insignificante rata, Deku. —rodó los ojos y se dispuso a salir del café, tenia que alejarse lo antes posible del pecoso para no sufrir un ataque diabetico.
Todos se levantaron y siguieron al rubio, la mayoria tenia que asistir a sus clases de la tarde y no tenían tiempo de seguir platicando, así que solo se despidieron y partieron a sus respectivas facultades.
—¡¿Y bien?! —la pelinegra miró con emoción a su amigo mientras caminaban rumbo a su clase.
—¡El plan resulto cola de caballo! —dijo con cara de superioridad.
—Obvio sí ¡Yo fui quien lo calculo todo!—sonrió sacarronamente mientras alardeaba de su intelecto superior.
—Por cierto exageraste demaciado con el tema de la jodida rata. —la miro con una sonrisa burlona.
—¡Tenia que armarse un alboroto y no se me ocurrió una mejor idea que esa! ¡A parte tuve el apoyo de Kaminari, Ashido y del mismísimo Midoriya! —la pelinegra se carcajeo recordando la situación y fue acompañada por su amigo.
—¡Son unos idiotas! —exclamó agarrándose su estomago que ya le comenzaba a doler de tanto reírse.
—¡¿Bakugō te estas riendo?! —preguntó entre risas la pelinegra.
—¡Callate! —el rubio explosivo miro a la pelinegra con seriedad y Momo le devolvió el gesto, pero no duraron ni un segundo en estallar nuevamente en carcajadas. —¡Podríamos hacerlo de nuevo!
—¡Sí! ¡Y así obtener más café gratis! —ambos jóvenes entraron al salón y todos sus compañeros los miraron sorprendidos -ya que era raro ver a Bakugō y Yaoyorozu sonriendo-, pero al malhumorado explosivo no le importo como los vieran esos estúpidos, él estaba más que feliz por el éxito de su misión.
••••••
El joven Midoriya estaba de camino a su facultad cuando se encontró con una de sus compañeras de clase.
—¡Hola Ochako-San! —saludó animadamente a la castaña.
—¡Oh! ¡Hola Izuku! —dijo acercandose al joven. —No te vi en el receso, ¿dónde fuiste?
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Cartas anónimas. [Katsudeku.]
FanficKatsuki Bakugō es un joven de 19 años que tiene un carácter de mierda y un corazón de piedra revestido de hielo. Ja, eso es lo que toda la gente cree, pero no podrían estar más equivocados. Todos tenemos sentimientos aunque a algunos nos cueste de...