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Juliana la miró de reojo sin creerse todvía que ella estuviese sentada a su lado mirando por la ventana, avanzando rápidamnete por la autopista en direción a su nuevo destino.

- Nos vamos a estrellar por tu culpa.

La rubia la miró divertida, moviéndose en su asiento para verle mejor la cara.

- En todo caso será tu culpa por ser tan perfecta que mis ojos no quieran apartarse de ti.

Su corazón dió un vuelco mientras ella intentaba disimular que nada estaba ocurriendo en su interior, dándole un suave empujon a la morena mientras reía divertida.

- Eres idiota.

Se sumergieron en un cómodo silencio que ninguna estaba dispueta aromper, disfrutando de la música que sonaba en la radio.

- Bueno, ¿a dónde se supone que vamos señorita guía?

Juliana no pudo evitar sentir la nostalgía en su pecho antes los recuerdos del lugar al que se dirigían, teniendo que aclarar su garganta para que las palabras pudieran salir de ella.

- Estamos de camino hacia una de las ciudades más bonitas de españa señorita. Aunque realmente no nos vamos a quedar en ella, si no en un pueblo costero que hay cerca.

La morena miró el camino concentrada, esta vez sonriendo ante los recuerdos alegres.

- Se llama Granada, y acuérdate de esa ciudad porque no la vas a olvidar jamás.

- Seguro que no lo haré.

- No si voy contigo- pensó Valentina mientras se perdía en sus ojos brillantes, notando de repente los sentimientos encontrados de la chica con aquel lugar.

- Te voy a poner la mejor canción del mundo, así no se te olvidará jamás. Es mi canción favorita, aunque bueno no sé si te gustará el rollo indie.

- Prueba a ver.

Sonrió minetras la morena introducía el CD en la radio, escuchando los primeros acordes de aquella guitarra.

- Se llama LN Granada.

Valentina cerró los ojos dejándose llevar por la magia de aquella melodía, acompañada por la dulce voz de Juliana.

- Sería capaz de cambiar el calendario lunar; para verte aquí en Granada un día más.

Podría llegar a escalar esta montaña polar y a tu lado aterrizar.

Ver veletas agromontes sin mirar
Podría viajar a Graná con mi nave espacial
Y el paseo de los tristes alegrar
Si te pones a bailar
Las estrellas nos alhambran al pasar.

Valentina la miró asombrada, sintiendo aquellas palabras en lo más profundo de su corazón.
La morena la miró brevemente, soprendiendose a si misma al dedicarle aquellos versos a ella aunque la otra chica no lo supiese.

Recordaba todas y cada una de las veces que su padre la había cantado para ella entre risas en aquella caravana, y ahora era ella la que lo hacía por primera vez a otra persona.

- Siendo tan pequeño el universo como pudiste caber allí
Siendo tan eterno este momento como me voy a querer morir
Para quedarme sin ti
Y bailar con la muerte no es un plan
Yo prefiero que me mates tu a bailar

Sentía que cada vez creía más aquellas palabras dirigidas hacia la chica sentada a su lado, sintiendo su piel de gallina cuando el final de la canción se acercaba, viéndola cerrar los ojos en el minimo instante que apartó sus ojos de la carretera para mirarla.
Sonriendo se concentró en tomar aquella curva, sintiendose como muchos se atrevían a decir, infinita

Atreverse a olvidar - Juliantina Donde viven las historias. Descúbrelo ahora