El silencio se hizo presente en la escena, sosteniendo el nerviosismo y la inquietud de ambas en sus manos unidas, callando todo lo que no se atrevían a decir.
Valentina se atrevió a separar sus manos, dejando un hueco en el pecho de Juliana, que la miró arrepentida por sus palabras.- Perdona, no debí decir eso.
- No pasa nada, está bien.
Le dedicó una sonrisa que no llegó a sus ojos mientras se revolvía en la suave arena.
La pelinegra suspiró, pasando una mano por su sedoso pelo mientras se daba una paliza interna ante sus palabras.Valentina la miró apenada, acercandose a ella para hacerle ver que no estaba enfadada ni disgustada con sus palabras.
- Juliana no pasa nada, de verdad. Entiendo que ha sido la intensidad del momento, no te preocupes.
- Si claro, habrá sido eso.
Agachó su cabeza, ocultando su cara desilusionada con su oscuro cabello.
— Ojalá hubiese sido solo eso— Pensó Juliana mientras volvía a mirarla.
La tenía justo enfrente y ya sentía como si la distancia entre ellas fuese tan grande como si se hubiese ido ya, y se odió por haber causado eso entre ellas.
Pero es que no podía evitarlo. Cuando esaba con ella no era capaz de pensar correctamente, era como si su vista se nublara y su lengua hablase por si sola.
Pero sobre todo no era justo. No era justo que despues de tantos años sin sentirse atraida de esa forma por otra persona esta no pudiese corresponderle ni mucho menos estar con ella.— Jodido destino— volvió a pensar mientras la voz de Valentina empezaba a resonar en su cabeza.
- ¿Volvemos con los demás?
- Si claro.
Comenzaron a andar de vuelta a la fogata, esta vez ambas sintiendo la distancia kilométrica entre ellas.
Valentina no tardó en perderse en busca de los amigos de la menor, dejándola allí parada, algo más lejos de la multitud.
Y en cuanto María la vió, supo que algo andaba mal.- ¿Qué te pasa?
Llegó a su lado tendiéndole una cerveza, con sus ojos preocupados escaneando su cara de tristeza.
- Nada María, que soy gilipollas.
Dió un buen trago al botellín, mirándola hablar animadamente con su amiga Julia a lo lejos.
- Hombre, eso ya lo sabíamos.
La miró de forma asesina, volviendo a darle un gran trago a la bebida.
- Venga, sueltalo de una vez pequeña.
Se giró para encarar a la rubia, que la miraba con una pequeña sonrisa compadeciéndose de ella.
- Joder María, es como si el puto mundo se hubiese puesto en mi contra en estos meses. ¿Enserio no puedo tener un maldito descanso?
María la miró en silencio, dejando que poco a poco fuese soltando todo lo que tenía dentro.
- No podía simplemente haberme pillado por alguna chica que estuviese a mi alcance.
La miró otra vez, viendo como se reía con sus amigos, imaginándose el sonido de su risa.
- Es que mirala Mari, es perfecta. Por supuesto que no iba a quedarse aquí por una niñata como yo, es que soy idiota al poder llegar a pensar eso. Ni siquiera nos conocemos joder.
- Eres una desgraciada.
Sintió los delgados brazos de su mejor amiga rodearla, y no necesitó escuchar ninguna palabra más por parte de ella.
No necesitaba sus palabras de consuelo, tenía muchos amigos más que podían darselas, pero ella sentía su pena de verdad, y era algo que descubrió meses atrás tras la muerte de su padre.
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Atreverse a olvidar - Juliantina
FanfictionEn busca de encontrar la oportunidad de vivir su propia vida, Valentina lo deja todo atrás para realizar un inesperado viaje. Lo que empezó siendo un intento de libertad, se convierte en un viaje con numerosos inconvenientes y con la inesperada comp...