Capítulo 6

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James nos encerro en una habitacion, con seguro, y yo no sabia que tanto podria pasar, estava nerviosa, algo agitada.

El se acerco a mi, puso una mano en mi cuello y la otra en mi cintura y me pego contra una pared, comenzo a besarme el cuello, se sentia muy bien pero esto estaba muy mal.

- J-ames... -logre decir tartamudeando, pero el ni se inmuto, y siguio besandome.

NARRA JAMES

Estábamos ahi contra una de las paredes, y yo le estaba besando el cuello, se sentia bien, estaba a punto de hacerle mi marca, y si se la hacia eso significaba que ella es mia.

La voltee para que quedara mirando a la pared, subi su vestido hasta dejar visibles sus bragas y sus nalgas. Le azote una de ellas con mi mano para que quedara la marca, la volví a voltear para que me mirara y estaba palida con los ojos abiertos como platos.

-  Esa mano que te deje ahi marcada, simboliza que eres mia, solo mia, no te juntes con otros chicos, y no le cuentes a nadie si no quieres ser castigada, ahora eres mi nueva sumisa -dije, sonrei malicioso y me acerque a ella

NARRA ANN

Comenzo a acercarse de nuevo, y yo no era capaz de moverme, este tipo si que intimida, me tomo por la cintura y me pego a el, comenzo a besarme, muy salvajemente.

Abri la boca para darle paso a su lengua y seguir besandolo, bajo una de sus manos hasta mi trasero, y me pego aun mas a el, dehamdome sentir asi su ereccion contra mi pierna, segui besandolo pero abri los ojos, y me encontre con sus ojos grises viendome, como intentando decifrar que pienso, esos ojos grises que me encantan reflejaban deseo, pasion, lujuria, pero yo no estaba lista para perder mi virginidad, no todavia.

No ea que fuera una de esas chicas a las que les encantaría perderla con el amor de su vida, per tampoco sou una facil. La quiero perder cuando tenga novio uno al que quiera.

-  Lo vamos a hacer, aqui y ahora -dijo y me tumbo en la cama

-  No james -dije poniendo las manos en su pecho para tratar de alejarlo por que el ya estaba sobre mi, pero no funciono ya que el es mucho mas fuerte

-  Tu eres mia Ann, lo haremos cuando y donde yo quiera, eres mi sumisa -dijo acercandose

-  Resulta que nadie te dio permiso de eso -le dije desafiante

-  Yo me lo di -dijo y me beso otra vez, y si comenzaba ya no podia parar, sus besos eran adictivos, una vez que pruebas ya no puedes parar.

- James no... yo... hay un problema -dije nerviosa ya que no sabia como decirle que yo era virgen.

James Y Yo  |J.B|  ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora