Capítulo 4

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Lucrecia

Maldito estupido de Manuel yo sabia que no debía meterme con ese chico si al final todos acaban colados por mi. No es por ser tan creída pero ustedes mismo lo acaban de ver. Nunca fui nada con ese chico solo me lo tiré dos veces y ya se cree que somos novios o algo parecido.
Bueno pues Manuel es el séptimo de que aquí en New York. No son tantos chicos a los que he acostado desde que he llegado casi todos has sido un poco perjudicada o por qué tenía apetito, ustedes ya me entienden.

-No tenías que haber reaccionado así en el Bar yo me se defender sola.-dije refiriéndome a Samuel.

-Solo intentaba ayudar vi que te estaba atosigando.

Solo me quede callada ya que habíamos llegado a casa.

Samuel

-Samuel dios, eres como
un niño pequeño. ¿Como no me avisas que te has ido?- dijo Nadia hacia mi.

-Lo siento no quería molestar porque habías echo mucho por mi y además quería conocer un poco la ciudad, así me iba ubicando.

-Ademas ha conocido a su nueva Carla.-dijo Lucrecia que estaba en la cocina.

-Oye puedes parar porfavor.- dije a lo que ella respondió abriendo los brazos hacia arriba.

-Bueno,¿Como se llama?.-dijo Nadia mientras me hacía un sitio al lado suya en el sillón.

-Tamara, es Argentina gracias a ella he podido llegar al Campus.

-Uy, y que nada más?- dijo levantando las cejas.

-Si bueno tengo su numero.

-Uy que gran logro.- Lucrecia desde la cocina.

No hice caso a su comentario.

-No hagas caso es el post trabajo.-dijo Nadia.- A veces es insoportable, pero hazme caso que ha cambiado para bien.- dijo susurrándome.

No sabía yo si creérmela en las últimas semanas que nos vimos antes de que se fuese parecía mejor. Pero después del asesinato del Polo parece que la veo peor.

-¿Tienes hambre?.- me dijo Nadia a lo que asentí.

Lucrecia

Nadia y Samuel susurraron algo y sabía que era de mi, así que decidí irme a tomarme una ducha ya que estaba muy cansada de llevar 4 horas de pie. Cantando y sirviendo copas a estúpidos estudiantes.
Me desprendí de mi ropa y puse el agua caliente.
Me encantaba la sensación de estar debajo del agua de la ducha, me hace relajarme, que me lleva a otro lugar en el que no esté atormentada por todo lo que me ha pasado.
Termine de ducharme y me enrollé en la toalla, entré en mi habitación,me puse un pijama de calzones y un top blanco con un albornoz ligero gris encima.
Salí con el pelo mojado mientras me lo peinaba e iba a la cocina, hoy le tocaba cocinar a Nadia teníamos un horario que imagino que ahora también se vería adaptado a Samuel.

-Que bien huele Nadia, ¿que hicistes?.- dije mientras tal olor me entraba en la nariz, era exquisito.

- No en realidad el que está cocinando es Samuel.-dijo mientras entraba en la cocina.

-No sabía que si puedes cocinar.- dije dirigiéndome a Samuel.

-No me conoces.- dijo este neutro, creo que le había molestado todos los comentarios que le he lanzado esta noche.

-Tienes razón, falló mio.-dije mientras salía de la cocina.

-Lucrecia ahora que vamos a convivir una temporada, creo que es mejor que nos empecemos a llevar un poco bien.- dijo mientras miraba hacia mi dirección tocándose la nuca.-No te pido que seas mi mejor amiga de repente, pero si una buena compañera de piso. Además me ha comentado Nadia que mañana me ibas a ayudar con lo de Columbia un poco.

Me quedé mirando hacia su dirección pensando.

-Esta bien, pero no te prometo nada.-

-Me parece bien.-dijo levantando las manos hacia arriba.

Salí de allí, iba a tumbarme un rato y ver que materias tenía ver para este año, ya que mañana empezábamos las clases de nuevo.
Iba por mi segundo año de derecho y Nadia estaba estudiando economía.

Samuel

Creo que podía empezar a llevarme bien con Lucrecia.
Aunque en el pasado hubiésemos tenido diferencias podríamos ser buenos compañeros de pisos, sin diferencias. No digo que nos llevemos como súper mejores amigos pero si con respeto.

Me acorde de la tarjeta que me dio Tamara y cogí mi teléfono y le marqué un mensaje.

Hola, soy Samuel <3

Dude en borrarlo porque me parecía penoso, pero ella ya me lo había visto y me estaba escribiendo.

Españolito que bueno que te animaste a escribirme.

La cena se hizo y todos comimos, Nadia y Lucrecia hablaban de cosas que no entendía, pero mañana empezarían las clases y tenía que estar listo así que me excuse y me fui a mi habitación.
Me pase toda la noche hablando con Tamara. Aunque fuese una extraña me había parecido una niña muy guapa y creo que podría empezar a llevarme bien con ella.

Corazón con Subtítulos - LumuelDonde viven las historias. Descúbrelo ahora