Capítulo 10

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Lucrecia

-¿Por qué eres tan bueno conmigo?- dije mirándole a los ojos. Paré de curarle la herida de la ceja.

Se me quedó mirando a los ojos. Y me respondió.

-Porque te veo... y no veo a la Lucrecia que conocía.- dijo acercándose a mi.- Veo a una Lucrecia indefensa y la que la vida le ha tratado fatal.- Cada vez que pronunciaba una frase se iba acercando más y más.

Me quedé mirando sus ojos, los que eran profundamente color café oscuro. Cualquiera diría que era mirada intimaba a cualquiera, pero esa mirada me mostraba ahora mismo una visión tierna hacia mi.

-Yo te tratado muy mal estos últimos años, no deberías de ser así conmigo.- dije de manera arrepentida. Estaba arrepentida de como había sido en todos esos años en aquel apestoso colegio.

-Esa persona no eras tú.

-¿Cómo sabes que esa persona no sigue siendo igual en el fondo?

-Porque te miro a los ojos.- dijo clavando aún más su mirada en mi.

-Y que te dicen mis ojos.- le dije imitando su acción.

Estábamos demasiado cerca nuestras narices estaban a punto de rozarse.

-Que tengo razón.

Bajé la mirada, no era capaz de estar más tiempo así, me ponía nerviosa.
Cogí un algodón con un poco de alcohol para poder curar su labio.
Se retorcía un poco por el escozor.

El todavía tenía su mirada puesta en mi.
Me fijé en sus ojos y estos estaban mirando mis... ¿Labios?

-Lucrecia.- me dijo para llamar mi atención. Levante la vista.-
Perdóname.

-¿Por q...?

No me dejo terminar cogió mi rostro entre sus manos y junto sus labios con los míos. Al principio me quedé perpleja, Samuel me estaba besando.

Samuel

Mi cuerpo me lo estaba pidiendo. Bésala, Bésala... me decía mi cabeza una y otra vez.
No se pero todo lo que iba a hacer estaba siendo de manera consciente.

-Lucrecia.- La llamé, ella me miró a los ojos.- Perdóname

No deje que terminara su frase, porque la cogí de la cara con mis manos y junté nuestros labios. Ella se quedó como parada.
Con los ojos abiertos de la impresión. Me echo hacia atrás y me dijo.

-¿Qué haces?- me dijo mientras me separaba de ella.

-Besarte. - Dije para volver a hacerlo.

Quería volver a probarlos así que lo volví ha hacer. Junte nuestros labios de nuevo, pero esta vez los dos estábamos dando nuestra parte del beso. Empezó despacio, ella puso una mano en mi pecho y la otra la enredó en mi pelo. La agarre de la cintura para poder atraerla a mi y profundizar beso. Dios esto era adictivo, nuestras bocas parecían que estaban echas para encajar perfectamente. Lucrecia tenía unos labios súper suaves. El beso se iba acelerando poco a poco. Baje mis manos más abajo de sus caderas para poder cogerla y ponerla encima de mi, pero esta acción se vio truncada.

-Samuel, dios me han contado todo lo que te ha pasa... Ou lo siento- Dino Tamara nada más vernos como estábamos.

Lucrecia se separó de mi, miraba hacia el suelo. Diría que tenía vergüenza de mirarme a la cara ahora mismo por la situación.

-No no tranquila, yo ya me iba - dijo Lucrecia cogiendo su bolso para poder escaparse.

-Joder.- susurré.

-Wow, nunca os imaginé a vosotros ya sabes- me dijo Tamara haciendo unas señas con sus manos.

Yo tampoco me lo imaginaba pero había pasado. Tendría que hablar con ella esto no podría quedarse así.

Lucrecia

Salí corriendo del baño. No, No, No, no me puedo creer lo que acaba de pasar. Samuel y yo besándonos, es lo último de la tierra que podría haberme llegado a imaginar. Caminaba a toda prisa para salir de la Universidad.
Corrí por toda la ciudad para llegar a casa. Por suerte hoy me tocaba trabajar, eso haría que no lo viese en todo el día, lo que hacía que me quedase más tranquilizada.
Llegue como un rayo a casa aunque casi salgo atropellada un par de veces.

-Lu.- me dijo Nadia, no me la esperaba así que di un brinco del susto. - Ni que hubieses visto a un fantasma. ¿Porque vas con tanta prisa no te vas a quedar?

Escuché unas llaves intentando abrir la puerta, me esperaba que fuese el así que conteste rápido.

-Eh Eh no, me han llamado para que vaya antes de tiempo para poder cubrir a una persona.- dije rápidamente llendo hacia mi habitación.

Cerré puse el cerrojo y escuché la puerta abrirse. Obvio que era el, se que es de mala educación escuchar conversaciones ajenas pero aun así lo hice.

-¡QUÈ TE HA PASADO!?.- dijo Nadia, imagino que esa fue su reacción al ver como tenía toda su cara echa una mierda- Samuel...

-Nada una pelea con un subnormal.

-¿Estás bien?- le dijo Nadia se notaba que estaba preocupada.

-Si tranquila. Solo ha sido un poco de sangre, no te preocupes por mi.-dijo para poder tranquilizarla- ¿Ha llegado Lucrecia?

-Si está en su habitación.- dijo Nadia haciendo que se escuchen unos pasos, seguramente los de Samuel.

Mierda cuando escuché que preguntaba por mi, me puse nerviosa. Sabía que tenía la puerta cerrada y seguramente quería hablar conmigo de lo sucedido.
Pero realmente no creo que haya nada de que hablar fue un simple beso, y además lo aparte... en el primero, pero en el segundo me deje llevar, me convencía a mi misma que fue por el momento.

Me fijé en la hora y tendría que salirme ya si no, iba a llegar tarde al trabajo. Pensé en como lo haría, pan comido. Cogería mi mochila que estaba en el salón y directa hacia la puerta de salida.

Abrí la puerta y me lo encontré frente a esta, tenía su mano levantada parecía que iba a llamar. Ahora tenía los golpes más amoratados.

-Hey, te has ido antes muy rápido, ¿no?- me dijo Samuel.

-Eh, Si tenía que irme a trabajar. Así que a eso voy.- dije con voz firme y apartándole de mi camino, para así poder llegar al salón.

Parece ser que me siguió porque sentía sus pasos detrás mía. Nadia ya no estaba en el salón, seguramente se habría ido a la biblioteca.

Cogí mi mochila, iba hacia la puerta. Pero su voz hizo otra vez que me girase.

-Emm, Lucrecia sobre lo de antes...- Le interrumpí.

-No debió pasar. Fue un error. Ahora si me voy.- dije saliendo por la puerta.

Me sentí mal al decir esas palabras, algo en mi se movió.
¿Realmente no estaba arrepentida?.

Maratón 2/3

Corazón con Subtítulos - LumuelDonde viven las historias. Descúbrelo ahora