🌠Epílogo🌠

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Ahí estaba Min YoonGi, nervioso y ansioso al esperar a su prometido en el altar.

Era el momento más esperado en su vida; ver al hombre que lo trae loco vestido con un traje blanco entrando a aquel lugar.

Y él llegó.

Venía con una sonrisa inigualable, unas lágrimas amenazando en salir y llevando consigo a dos lindas niñas.

ChaerYoung y Lia venían hermosamente vestidas, con unos vestidos brillantes y unas diademas en su cabello luciendo.

Llegó al lugar y transcurrió como toda boda debe de transcurrir.

—Acepto.- se escuchó la palabra salir de aquella boca, la de Park.

Todos sonrieron, y no tardaron en salir las lágrimas en los invitados, constituido por familiares y amigos.

Fue una ceremonia pequeña y acogedora, donde lo importante era recordar el momento como uno de los mejores del mundo.

Eran recien casados, eran una familia oficial; donde dos niñas yacían en ella.

En la fiesta, demasiado íntima, había un lugar para los niños. Jugar y dejar a sus padres charlar era la prioridad en cada uno.

—Mi papá dice que Lia selá mi omega.- habló YeJi, peleando con el hijo de la prima de JiMin, SooBin.

—No si yo te gano primero.- se defendió el niño de tres años.

Ambos estaban flechados con el comportamiento cálido de aquella bebé; porque a una corta edad, regalaba sonrisas que alegraban cualquier día.

—Pues ChaerYoung selá mi omega.- habló el hermano menor de SooBin, TaeHyun. —Ella es linda.

—Como sea, vengan a comer, pequeños.- dijo, entre risas, HoSeok.

Demasiado pequeños y planeaban, como sus padres no pudieron, con quién se quedarían al crecer.

Era tonto, pero si todo salía bien, su pequeño "sueño" se haría realidad.

[∞]

Después de aquella fiesta, que terminó temprano para que los niños durmieran, JungKook se preparaba para volver a su nueva ciudad, donde hacía realidad su sueño.

—Bien, todo está listo.- habló sonriendo YugYeom. —Te aseguro que todo irá bien allá, lindo.

—Eso espero.- depositó un beso en los labios de su novio.

Aquellos chicos iban llegando al aeropuerto de nuevo, esperando aún que JiMin y su esposo llegasen, con las lindas niñas que casi cumplían un año.

Y llegaron después de un tiempo, casi con lágrimas en sus ojos porque su hermanito menor se iba.

Lo había extrañado en cinco meses, por lo que sería difícil no extrañarlo toda la vida.

Pero lo vería en las presentaciones, con una sonrisa que seguro iba para aquel chico que lo ayudó siempre y consoló, el estupendo hermano Park JiMin.

—Bien, JungKook, recuerda llamarme todos lo días, ponerme un mensaje a cada hora, notificarme si ya comiste, si no has podido dormir llámame.- habló rápido, con un tono de nostalgia.

—Tranquilo, hyung. Estaré bien.- puso su mano en el hombro de su mayor.

—Lo siento, te extrañaré, pequeño.- y se fundieron en un abrazo de hermandad, escondiendo en él sus gotas de agua salir de sus ojos.

Personas con destino a New York, favor de subir al avión.- interrumpió el momento aquella voz.

—Te extrañaremos, Kook.- habló Min, revolviendo los cabellos del menor. —Cuidalo bien, ¿ok?

—Lo haré.- afirmó YugYeom.

La pareja salió del perímetro de los casados con la intención de subir a el transporte que los llevaría al sueño de ambos.

Al final de todo, aquel corazón seguía pidiendo anhelos y el chico de la linda sonrisa era capás de ir al lado de Park JungKook, apoyándolo y amándolo.

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Pues, esto es muy corto, pero sólo me dispuse a escribir lo que el destino había hecho.

JungKookie, JiMin, Yug, YoonGi, Jin, Tae y HoSeok tuvieron sus finales felices y con una vida plenamente tranquila.

Los amo tanto, gracias por leer hasta aquí, son lo mejor.

-Recuerden que los momentos tristes acaban, y un hermoso arcoiris aparecerá después.-

-'Val.

Mi Algodón De Azúcar|OmegaVerse|YoonMinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora