Atrapado

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Se divirtieron por un par de horas hasta que fue el momento de la misión, Jace le entrego al pelinegro un anillo

— Este anillo nos ayudara a mantenernos en contacto, es Seelie por lo que sus propiedades son mágicas, desaparece cuando lo ocupas, pero solo si estas consciente así que no te vayas a dormir—se pusieron el anillo y este tal como el rubio había dicho se hizo invisible

— Solo falta Hodge—salieron de la habitación, el maestro de armas del instituto se presento ante ellos

— Ahí estas te hemos estado...—un golpe en la nuca de ambos los dejo inconscientes

— Lo lamento—susurro muy bajo el mayor, se hinco frente a Alec y le quito ambos anillos, el Seelie y el de la familia Lightwood— Yo lo protegeré—un tipo alto de cabello castaño y ojos marrón cargó al pelinegro

— Bien hecho Hodge, ahora sácanos de aquí—el ex miembro del circulo asintió y lo saco del instituto utilizando la entrada por donde había ingresado el repudiado días antes

Isabelle encontró a Jace una hora después cuando este empezaba a despertar

— ¿Qué rayos? —se sobo la nuca y miro alrededor, poco a poco los recuerdos regresaron— Isabelle ¡Alec! —la castaña lo miro más preocupada

— ¿Qué paso? ¿Dónde está? —el rubio le explico con lujo de detalle de lo que se acordaba— Hodge... ¿Nos traicionó? —el de ojos dorados negó con la cabeza no deseando creer que la persona que los había cuidado tantos años se hubiera vuelto contra ellos

— No se... espero que no, tal vez lo hizo para que se viera más real, pero aún así debemos de avisar a Robert y Maryse—y esperaba dentro de el que ellos no se lo tomaran tan mal como pensaba, acababan de recuperar un hijo que habían creído muerto por muchos años y ahora se los volvían a arrebatar

(Pov Alec)

Desperté de golpe al sentir el agua fría golpear mi cara y recorrer mi cuerpo, miré alrededor pero no había mucho que ver, estaba muy obscuro y lo poco que lograba visualizar eran jaulas muy parecidas a las de los pájaros, pero demasiado grandes, casi podían entrar veinte personas y por los ruidos algo le dijo que de hecho ahí habían más de veinte

— Despierta bello durmiente—la voz de una adolescente lo regreso al mundo, miro a la pequeña con una cubeta en las manos, a ella si que la alcanzo a distinguir

— Clary...—y recordó lo que había pasado, no quiso pensar que el hombre lo había traicionado

— Mi padre no tarda en venir a verte—trate de moverme notando que estaba encadenado al techo por lo que mis extremidades superiores estaban dormidas y por ello no lo había notado en un inicio ¿Cuánto tiempo llevaba en esa posición?

— Clary desátame... Vamos el te esta usando, los esta usando a los dos—me removí escuchando su risa

— Valentine ya me advirtió de tus trucos, no lograrás que me voltee contra el—la mire atento notando algo que antes no, las venas de su cara estaban empezando a verse negras, apenas se notaba por como usaba el cabello y por nuestros alocados encuentros anteriores

— Te... claro—suspire rindiéndome, al menos por ahora— No le basto con experimentar con Jonathan...—mire alrededor— ¿Dónde esta mi hermano? —ella volvió a reír negando con la cabeza

— Papá no esta feliz con él, se lo llevo en cuanto regresamos, no se que le esta haciendo, pero apuesto a que es doloroso ha pegado unos gritos olímpicos—me asusté como nunca, Valentine no podía herir a mi hermano también, ya tenía a mi mejor amigo y ahora Jonathan también estaba en peligro, me removí tratando de desatarme

Todo al revésDonde viven las historias. Descúbrelo ahora