Lightwood

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Me fui a dar un baño en cuanto llegamos, en el momento en el que di un paso fuera de mi habitación ya estaba ahí una mujer de unos veinte años, cabello rubio y ojos azules, supe que era una de las enviadas de la clave

— Alexander Wayland, acompáñame—asentí con la cabeza y la seguí hasta la sala de interrogaciones, ahí estaban otras dos personas más grandes, pero supuse que eran igual de la clave— Siéntense—asentí y me ubiqué enfrente de los que me harían las preguntas

— Jonathan—me estremecí y negué con la cabeza

— Aunque mi nombre de nacimiento sea ese, por favor llámeme Alexander—empezó a leer un expediente frente a el

— Bien Jonathan, nos comentan que estuviste presente en la ciudad silenciosa durante el robo de la espada alma—suspire, al parecer no me iba a dejar de llamar Jonathan

— Es correcto, estaba realizando mi ceremonia parabatai—explique antes de que me preguntaran

— Tenemos entendido que tiene una estrecha relación con el traidor Valentine Morgenstern—hice un gesto con la boca

— Algo así, yo no sabía quien era el, siempre pensé que era Michael Wayland mi padre, ahora se que no, no tengo ningún afecto hacía él—siguieron sin mirarme, suspire levemente

— Vamos a tenerlo en observación, se le prohíben las misiones y salir sin consentimiento—alce la ceja mirándolos

— ¿Qué? —cerraron la carpeta y se levantaron

— Si sale será enviado al Gard—se retiraron dejándome solo

— Maldita sea Valentine, no dejas de darme problemas—me levante y regrese a la sala de operaciones

— Lo lamento Alexander, no había mucho en que te pudiéramos ayudar—Maryse me abrazo tratando de reforzar que ellos no habían deseado aquel desenlace

— Esta bien, no va a ser permanente... espero—me senté mirando a Jace— ¿Qué tienes?

— Si hubiera llegado antes nada de esto hubiera pasado—alce una ceja

— ¿Te sientes culpable? —me miro y sentí la culpabilidad a través de la runa

— Jace—me acomode a su lado y puse una mano en su hombro— No es tu culpa, no es culpa de nadie, hicimos lo que pudimos, nos ganaban en número—le sonreí un poco— Aún tenemos posibilidades de ganar, nos gano la batalla no la guerra... Pero...—abrí los ojos y saqué la estela que el hermano Zachariah me había dado— creo que tengo... tengo algo para equilibrar la balanza—cerré los ojos tratando de regresar a mi memoria uno de los recuerdos que había recuperado

— Alec...—Robert se escuchó sorprendido, pero no supe porque

— La copa mortal esta en el instituto... solo necesito recordar... donde—Jace se tenso a mi lado y apretó mi muslo esperando que yo recordara

Me levante y camine hasta la biblioteca, mire alrededor tratando de recordar

— En un libro... creo—repase las estanterías con los Lightwood pisándome los talones, miraba alrededor teniendo pequeños recuerdos, me detuve unos segundos frente al códice de los cazadores de sombras— Aquí—mire el libro, me hinque acariciando la pasta de los libros bajo este hasta llegar al suelo, en el suelo había una runa de bloqueo, pase la runa con la estela y el suelo se abrió dejando ver el compartimiento, saque un pequeño baúl y volví a cerrar, mire el cofre y suspire— Ahora solo me falta saber cómo abrir esto

— Nosotros... sabemos—mire a los señores Lightwood, me veían con lágrimas en los ojos

— ¿Saben? —se hincaron frente a mi y señalaron los dibujos que el baúl tenía

Todo al revésDonde viven las historias. Descúbrelo ahora