Cap 34

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El brujo llegó justo al tiempo en el que Malachi estaba empezando a recuperar la conciencia, lo detuvo con magia antes de que atacara al inconsciente nefilim

— Te recomendaría que te mantuvieras quieto si no deseas quedar esparcido por todo el pasto... sería un desperdicio de magia—Magnus se acercó a Alec empezando a revisar sus heridas e intentar curarlo con una mano, aunque no hacía el mejor trabajo del mundo.

— Va a morir, lo sabes—se burlo el cazador, Magnus no dijo nada, pero sabía que tenía razón, si no lo curaba pronto su cuerpo no lo aguantaría— Tienes que dejarme ir si deseas salvarlo—el brujo miró alrededor buscando alguien que le ayudara, pero todos estaba ocupados atendiendo heridos y empezando a contabilizar los muertos, sin contar que el grupo principal de problemáticos con los que su novio se juntaba estaban arrestando a Valentine

— Me aseguraré de atraparte, no por dejarte ir hoy significa que estarás a salvo—dijo antes de retirar sus poderes del hombre, se quedo atento a cualquier movimiento de ataque del cónsul, pero este jamás llegó, el cazador sabía que estaba en desventaja contra el subterráneo por lo que solo aprovecho la oportunidad para escapar, aun después de que el nefilim dejara de estar a la vista no bajo la guardia por varios minutos, siempre podía regresar, cuando eso no pasó cargó a Alec entrando al instituto con él en brazos, una vez dentro Jace no tardó en aparecer a su lado

— Magnus se muere—sacó su estela empezando a aplicar runas de curación por toda la piel que estaba accesible a él

— Dime algo que no vea Herondale—contesto casi en un gruñido, no tardó en llegar a la enfermería donde empezó a ayudar a las runas con su magia

— Maldita sea Alec no se te ocurra morir—le retiró la cazadora para tener mayor acceso a la piel del joven, puso tantas Iratze en su piel como le fue posible y dejó el resto a Magnus

— ¿Cómo esta? —Maryse junto a Robert no tardaron en ingresar a la enfermería, Magnus solo pudo pensar en lo chismosos que eran en aquel instituto, no había pasado ni quince minutos ahí y ya todos sabían el grave estado de su pareja

— Intento salvar su vida, y me sería mucho más fácil si todos salen—su amabilidad se había ido por la preocupación— ¡Fuera todos! ¡Menos tu Herondale! —aun cegado por el dolor de perder a su novio sabía que era estúpido alejar al parabatai del chico cuando este podía aplicar runas de curación más fuertes y ayudar a la salvación del muchacho.

— ¿Y cómo está? —todos los lideres del submundo estaban fuera de la enfermería, Simón no paraba de dar vueltas con un muy nervioso Raphael mirándolo

— Mal, parece que mal—Robert no se sintió ofendido por las palabras del brujo, le estaba agradecido por salvarlo, por que viendo como estaba sabía que lo iba a salvar

— Simón debes relajarte o me vas a hacer golpearte—Raphael por fin perdió la paciencia, Ragnor no tardó en acercarse a calmar al vampiro

— Vamos a una recamara, el sol esta por alcanzar esta parte del instituto—se llevó al hijo de la noche a cualquier otra parte lejos del neófito

— Bien... nosotros debemos ir a ver a la manada—Luke se llevó a Maia, aún debían ver las bajas y por desgracia sabía de antemano que su segundo al mando era parte de ellas

— Yo mandaré un mensaje a la reina Seelie, seguramente estará agradecida con Alec por evitar que su gente haya estado involucrada en este desastre—Isabelle necesitaba aire por lo que más que mandar un mensaje estaba pensando en ir directamente a la corte de las hadas, Simón saliendo un poco de su trance decidió acompañarla

Dos días pasaron antes de que Alec saliera por completo de cualquier tipo de peligro, aunque aún no había despertado

— Valentine Morgenstern, se te acusa de delitos en contra de la clave y el submundo ¿cómo respondes a los cargos? —el peliplateado sonrió levemente mirando al cristal, estaba siendo interrogado desde hace horas, pero su única respuesta había sido "Solo hablare con Alexander"

Todo al revésDonde viven las historias. Descúbrelo ahora