Capítulo Ocho

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Alemania, Berlín

Tres años después

-¡Feliz cumpleaños a ti! ¡Feliz cumpleaños a ti! ¡Feliz cumpleaños Brynn! ¡Feliz cumpleaños a ti! -. Canta Ashton.

Brynn abre sus ojos para encontrarse a Ashton frente a ella con un cupcake y una velita, sonríe. Hoy cumplía dieciocho años estaba contenta y feliz, su novio estaba con ella y Sparkey su mascota.

-¡Te amo pequeña! -. Dice alegremente Ashton. Brynn lo abraza y él a ella.

-Yo también te amo, querido. -. Se dan un beso.

-Bueno venga, ahora sopla la velita y come el cupcake.

Sopla la velita y come el cupcake. Se levanta para hacer su rutina, lavarse los dientes y bañarse. Sale de la habitación para encontrarse un desayuno delicioso, sus hot cakes que tanto le encantaban.

-¿Te parece si vamos a patinar? En el centro comercial han abierto ya la pista de patinaje.

-Si, he estado esperando a que la abran para ir. ¡Vamos a patinar!

Se preguntaran, ¿qué ha pasado estos últimos tres años? Maximiliano y Brynn perdieron la comunicación, eso significa que terminaron su relación. Ashton se encargo de ayudar a Brynn a superar por quién ella lloraba y al final terminó siendo novia de él. Ella pensó en que tal vez Maximiliano ya se había enamorado de Susana, o cosas así, pero por dentro sabía que Maximiliano la esperaba.

Pero eran falsas.

Maximiliano siguió con su vida, intentó dar una oportunidad al amor verdadero, se decidió casar con Susana, su mujer. Susana ayudo a Maximiliano a salir adelante, estaba felizmente alado de él, al final de todo se quedó con Maximiliano y Brynn sólo fue un capricho, una aventura, algo sucio y morboso.

El día estaba fantástico. La chica se encontraba en las afueras del departamento, vivían cercas de una playa tan hermosa la cual podían ir cuando hacían calor.

-Te estaba buscando.

-Me encanta venir aquí, me hace recordar...

-No lo digas.

-Cuando...

-Brynn no lo digas, enserio.

-¡Cuando te caíste y el agua se llevó tu sandalia! -. Brynn explotó de risas. Ashton estaba lleno de vergüenza.

-¿Era necesario recordar eso?

-Muy necesario... -. Siguió riendo. Ashton corrió a ella y la cargo para lanzarla al agua.

-¡No amor! -. Grito riéndose.

Pittsburgh, Pensilvania

H

ojas y más hojas, juntas con socios, lo típico que hace un empresario lo hacía Maximiliano. Volvió a su trabajo, volvió a su vida normal, pero claro de la mano de su flamante esposa Susana.

Esposa, una palabra que Maximiliano nunca imagino escuchar en su vida al menos que no fuera relacionado de su pequeña Brynn. Cuando se caso días antes estaba arrepentido, estaba ahogado en alcohol y culpandose por traicionar a su pequeña niña, la perdió y todo por su maldita culpa y ser irresponsable al haber perdido la hoja donde dejó anotado el correo que Brynn le había mandado. Solo un día desapareció.

La boda fue una boda famosa, salió en la televisión, Susana se encargo de contactar a todas las televisoras, noticieros, programas de espectáculos para que no perdieran de vista la gran boda del año.

Al poco tiempo de estar casados se fueron de luna de miel pero él no sentía lo mismo que sintió aquella vez con su pequeña, pero sólo lo trató de ocultar para no hacer sentir mal a Susana, toda su familia estaba contenta porque por fin el hijo mayor tendría a un heredero y por fin alguien había cambiado su criterio de estar casado.

-¿Puedo pasar? -. Una voz femenina hace que salga de sus pensamientos. Su pequeña hermana Lily estaba frente a él.

-No pidas permiso pequeña, pasa. -. Se levanta y la recibe con un abrazo. Vuelve a su lugar y solo se queda mirando a la nada.

-¿Qué sucede? Max, antes de que te casaras con la víbora sarapatrosa...

-Lily.

-Bueno, bueno, con Susana. -Maximiliano sonríe negando - Estabas triste y depresivo, así justamente como lo estás ahora. Dime, ¿hay o hubo alguien que si robo tu corazón que ahora no la puedes tener?

-... No entenderías pequeña...

-Oyes que te recuerdo que ya tengo veintitrés años y puedo entender ya más o menos tu vida. - bromea - Siento que si es alguien que puso tu vida muy loca, porque hace tres años tu estabas tan feliz y alegre y de un tiempo para acá te pusiste triste y volviste a tu vida normal... Bueno ahora con... Susana.

-Tienes razón. Es cierto todo lo que has dicho pero... -suspira agobiado - Lily no te contaré nada porque me tomaras de loco y enfermo...

-¿¡Te enamoraste de una menor que tu!? -. Pone los ojos en blanco. Maximiliano agacha la cabeza.

-Te dije...

-Dime, ¿catorce o quince?

-Quince...

Lily se levanta y camina por toda la oficina tratando de pensar y analizar todo lo que está pasando, así que su hermano se enamoro de una menor de edad. Que rayos.

-Maximiliano Jacobacci Hernández.

-¿Si? -. Responde con miedo.

Su hermana menor está ahí tratando de no decir lo que ahora en estos momentos piensa pero que sabe bien que sí lo dice se va arrepentir y va a querer matar a su hermano.

-No me digas que... te enamoraste de Brynn. -. Dice seriamente tratando de no explotar. No responde.

-Maximiliano.

-Yo no quería... -. Dice entre lágrimas.

-¡Maximiliano eso es incesto! -baja la voz -Maximiliano, ¿por qué con Brynn? ¿Por qué?

-No sé, no sé y no sé, Lily. Ella solo me atrajo y me enamoró sabía que la necesitaba.

-Te preguntaría si se acostaron pero es lógico por aquella vez que pase por la habitación y se escucharon us gemidos.

Maximiliano se sonrojo.

-Eso cuenta como pedofilo y como un delito, ¡hasta como violacion!

-Eso no es cierto...

-Estuviste con una menor Maximiliano, te convierte en un violador o en esas tres cosas que te mencioné.

-Prometeme que no dirás nada.

-No lo sé Max. No diré nada, pero la verdad siempre sale a la luz. Te veo en casa para que me ayudes con la tarea, adiós.

Una persona lo sabe, ¿acaso alguien más?

BrynnDonde viven las historias. Descúbrelo ahora