Capítulo Cinco

946 44 3
                                    

La pequeña no dejaba de sollozar, se sentía mal, tenía su cabeza abajo y escuchando como Maximiliano le llamaba la atención mientras que Susana sólo sonría mirándola pero luego solo se ponía sería cuando Maximiliano compartía miradas con ella.

—Susana déjanos solos por favor.

—Esta bien, por mientras prepararé algo de cenar para...

—No quiero que te quedes, quiero que te vayas, ahora. —. Dice interrumpiendola. Susana sólo lo mira. No dejaría que Maximiliano se quedara solo con Brynn.

—Mira si piensas que me meteré en...

—¡Que he dicho que te vayas! ¿Por qué no obedeces? ¡Largo! —. Alza la voz. Susana sólo se queda en una sola pieza, asiente y sale a regañadientes.

Se escucha como la puerta es azotada y la del departamento también. Brynn tiembla del miedo, Maximiliano camina por toda la habitación, ¿por qué hizo eso su pequeña? Es más. ¿quién rayos se cree el idiota de Ashton para decir que se toque? Si antes lo odiaba, ahora más.

—Bájate el short junto con las bragas. —. Es lo único que dice. Brynn confundida lo mira.

—Pero tío...

Toma asiento en la cama, la jala del brazo haciendo que se acueste en sus piernas, su tío no la golpearia, ¿o sí?

—¿Qué haces?

—Callate.

Con su mano acaricia el trasero de la chica, nerviosa muerde su labio, cierra los ojos rezando para que no le haga daño pero sus ojos se abren al sentir el golpe en su trasero. Golpe tras golpe caen en su trasero, trata de no llorar o emitir un sonido ya que sabía que le iría mal. Después de tantos azotes y Maximiliano levantarla bruscamente se acaba. Pero no, todavía no acababa.

Maximiliano salió de la habitación para regresar como si fuera flash, acostarla en la cama, voltearla y meter un aparato en su ano. Cosa que a Brynn no le agrado y le incómodo un poco.

Dio por último un azote y ahora si la pequeña estaba adolorida.

—Baja que la cena se enfría.

Durante la cena, sólo se escuchaban los cubiertos, Brynn sólo veía la comida y Maximiliano la miraba a ella.

—¿No dirás nada? —no responde — Brynn lo que hice fue por tu bien, si hubieran sido tus papás...

—¡Exacto! ¡Si hubieran sido mis papás ellos no hubieran permitido que alguien me viera desnuda! —. Alza la voz. Maximiliano aprieta el tenedor tratando de no sobresaltarse.

Brynn lanza la servilleta, levantándose enojada.

—Tu nunca me has hecho daño. ¡Nunca!

Se va de ahí dejándolo solo.

—Por dios... —. Susurra Maximiliano cubriéndose el rostro. Niega y se levanta para ir a la habitación de su pequeña sobrina.

Toca la puerta.

—Brynn... Pequeña vamos a hablar, se que lo que hice esta mal, pero no quiero que te suceda nada malo. —. No quiero que seas de nadie más, más bien trato de decir. Al contrario no recibió ninguna respuesta, todo

—Solo vete, vete y dejame sola, es enserio.

—.... Brynn, pequeña por favor. —la puerta se abre — Pequeña...

—¿¡Es que no entiendes que quiero que te vayas!? ¡Dejame! ¡no quiero estar aquí!

—¿Por qué? Hey, que si estas enojada por lo de hace rato...

—Callate.

—... Llamaré a tus padres para que sepan que te llevare con tus abuelos.

BrynnDonde viven las historias. Descúbrelo ahora