Brynn

Capítulo Uno

— La tabla periódica de los elementos es una disposición de los elementos químicos en forma de tabla, ordenados por su número atómico, por su configuración de electrones y sus propiedades químicas —. dictaba la maestra — Este ordenamiento muestra... —cierra el libro — Brynn, ¿me estás prestando atención?

La chica rápido voltea y finge una sonrisa, la maestra niega rodando los ojos.

— Brynn, tus papás han dicho que debes que prestar atención ya que has salido muy baja en el examen de química — hace una pausa — ¿acaso no te da vergüenza reprobar?

— Pero si solo fue un sesenta, además no reprobé... — exclama nerviosa.

—¡Un sesenta de cien, Brynn! Deja de pensar que lo importante es "pasar" — hace énfasis con sus dedos.

Química. La materia más difícil, la materia que más ha tenido que soportar Brynn, claro, también las matemáticas, la pequeña niña odia las matemáticas. Con apenas quince años de edad, Brynn cursa el tercer año de secundaria, sus notas en respecto a química ha bajado y sus papás han conseguido a una maestra que le de clases privadas a Brynn para que no repruebe esa materia.

Los papás de Brynn están en la lista de "famosas personas de Europa" y claro, no dejarían que su hija quien lleva la materia reprobada, sea una mala imagen. Brynn tenía que ser perfecta para todo, eso le llegaba a causar estres.

Por otro lado se encontraba su tío favorito Maximiliano. Ellos dos se querían mucho, se llevaban muy bien, hasta decir que Brynn amaba pasar tiempo con él. Pero detrás de todo esto había algo muy oscuro, ella para él no era su sobrina, si no que él la quería como su mujer.

Brynn, tenía lo que él quería y que ninguna otra chica tenía. Él la amaba y la necesitaba, sonaría raro, pero él la esperaría hasta sus 18 años de edad, la etapa legal.

— ¿Y bien? ¿Cómo va Brynn en su clase? — pregunta su madre sonriente.

La maestra mira a la pequeña niña rubia para volver a mirar a su madre.

Suspira.

— Ella va muy bien, ya va aprendiendo un poco más sobre la química. Algo que me soprende es como capta rápido y creo que hoy tuvo muchas ganas de aprender.

Miente, miente tan bien. Piensa Brynn sonriendo.

— ¿Enserio? ¡Wow! — se alegra — Yo sabía que mi pequeña niña podría aprender o comenzar aprender sobre la química. Gracias maestra, aquí está el dinero y mañana ya nos vemos.

Asiente sonriendo.

— De nada señora, mañana nos vemos. ¡Adiós Brynn!

— Adiós maestra.

Camina con su mamá y está solo platica con ella sobre las clases algo que a Brynn le aburre.

Al llegar a su casa lo primero que hace es tomar el teléfono y buscar la conversación suya y de Maximiliano. Amaba hablar con él, le tenía confianza y solo hablaba con él. Pero ella no sabía nada sobre lo que Maximiliano sentía por ella.

—¡Mamá! ¿Mi tío vendrá hoy?

— ¡Creo que si!

— Bien, ¡gracias!

— ¡De nada!

Sonríe al mirar que su tío le había respondido, comienza a platicar y toda la tarde solo pasó en platicar con él. Mañana sería el día que viniera, Brynn al recordar eso solo sonríe, tenía muchas cosas que hablar con él físicamente. Una gran sonrisa se asoma en su cara y duerme felizmente.

Mañana por fin lo vería.