Brynn

Capítulo Catorce

- ¿Zorra yo? - ríe - ¡Tu! Tu me violaste, tu me tocaste, ¡Tu me hiciste daño!

- ¿Violarte? - él ríe - No te viole, más bien lo disfrutaste, y si no te hubiera gustado me lo hubieras dicho. ¡Pero claro! Cómo la zorra que eres, te gusta que te dé.

Una bofetada llega a Maximiliano. Pero él toma la mano de ella y la lanza en la cama.

- ¿Qué me ibas hacer? ¿Me ibas a golpear? - ríe secamente - Pues no cariño, a mi nadie me golpea. Y no sabes las ganas que tengo de hacerte mía...- susurra en su oído quitándole la ropa.

Trata de quitarselo de encima golpeándolo y dando patadas pero le es imposible por el peso de Max. La mano de Max va a su parte íntima metiendo sus dedos a su vagina y comenzando a tocarla, con su otra mano libre aprieta el seno de la chica besandolé el cuello.

Brynn solo cerraba los ojos tratando de olvidarse de todo y dejando solo su cuerpo ahí, como si este fuera un juguete sexual y su alma no estuviera ahí.

De una embestida Maximiliano entró en ella comenzando a moverse y disfrutando la sensación que extrañaba sentir. Su miembro le ardía ya que desde hace mucho no tenía una vagina apretada en él.

Su pequeña niña era hermosa, la veía pero ella tenía su mirada perdida. Sin importarle nada siguió haciéndola suya, mordidas y marcas en su cuerpo marcando terreno sobre que ya tenía dueño.

Si, era una zorra, ella se consideraba por engañar a un gran chico llamado Ashton quien él la quería y la amaba y la respetaba. Se sentía pésima, sucia y asquerosa sobre lo que hacía. No había vuelta atrás porque su cuerpo necesitaba a Maximiliano y el cuerpo de él a ella.

- ¡Estoy apunto nena, vengamonos juntos!

Solo escucho eso pero no le interesó. Al acabar su cuerpo lo atrajo Maximiliano al de él. Sudados y él con una sonrisa abrazándola, amaba estar con ella y que sus enojos terminarán en un buen sexo. Maximiliano durmió a un lado de ella, ella solo estaba con la mirada perdida.

Se levantó cubriendo su frágil cuerpo con las sábanas, camino a la ventana viendo la noche y la playa. Las lágrimas no tardaron en aparecer, solo era ella, solo estaba sola, lo tiene todo y lo perdería.

Su teléfono sonó, lo tomó y era Ashton. No quería hablar con él, no después de lo que pasó.

A dos países de ahí, Ashton frunció el ceño al no ver qué su novia le había respondido, era muy raro ya que siempre le respondía, pero si estaba cansada él entendía. Su madre lo saco de sus pensamientos al avisarle que la cena estaba lista.

Brynn, oh Brynn, ¿Por qué hiciste esto?

Días después

- Nena es lógico que tenemos que salir a bailar. Desde que regresamos de Alemania, lo único que hacemos es estar con nuestra familia, ¡Vamos cariño! - animó Ashton.

Sonríe.

- Desearía que viéramos una película pero tienes la razón, solo estamos con la familia y no tenemos tiempo para nosotros.

Ashton la miro perverso y ella río.

- Exacto, no tenemos tiempo para nosotros...

- Amor... Estamos en mi casa... - ríe.

- Pues si no gritas ellos no sabrán...

- Usted siempre provoca que grite.

Sin previo aviso, él ataca y ella cae a su cama. Comienzan a besarse despojando sus prendas sin dejar de besarse ella sobre sobre él comenzando a moverse sin que él la dejé de besar. Saca el miembro y comienza a chuparlo sin dejar de mirarlo y él solo echa su cabeza hacía atrás. Ashton sonriendo se quita para atrapar las piernas de Brynn jalandola hacía él, abrirlas e inundarse en su vagina. Brynn enreda sus dedos en el cabello de Ashton.

Después de la tormenta viene la calma, ¿No?

El chico combinaba lo cariñoso con la pasión, era único y Brynn estaba segura de eso.

Cada embestida, cada gemido, cada jadeo, cada choque de sexos y azotes, causaba que Brynn dejara de ser la niña inocente y volverse loca en la cama gracias a su novio.

Al finalizar su encuentro amoroso, Brynn camina hacía su gran ventana con su cuerpo desnudo. Ashton llega hacía ella acariciando sus curvas.

- Imagina que te follo y que todos te vieran.

Ella ríe.

- Imagina que me follas y que mis papás te vieran y te mataran.

- Sabes que no lo harían.

- No los retes, cariño.

Ashton la atrae hacía él, suelta un jadeo ella. Sus largos dedos juegan en la parte íntima antes de entrar para después entrar. Él sonríe, ella solo jadea. Se sujeta del barandal mientras que su novio la folla y masturbandola era lo único que faltaba.

Olvidándose de lo que ha pasado para vivir el momento tan lindo que tenía ahora era lo único que hacía falta para estar feliz. Para estar completa, para estar llena, para ser feliz.