Capítulo XXXIV

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El sonido chirriante del móvil consigue despertarlos. La primera en remugar y buscar el causante de ese mal despertar es ella, pero rápidamente se da cuenta de que no es su teléfono el que está sonando.

- ¡Luiiiiis! – le dice, mientras sacude su cuerpo con la mano – Tu móvil. Está sonando tu móvil.

Cepeda suelta un gruñido haciendo caso omiso a las quejas de Aitana. El aparato ya ha dejado de sonar, pero ella no puede volver a dormirse. Está nerviosa.

Ha llegado el día.

Al notar los movimientos de la chica al otro lado de la cama, Luis da media vuelta y la agarra por la cintura, abrazándola fuerte.

- ¿Ya me abandonas? – pronuncia, con su voz más ronca que nunca. Ella le besa en la frente y luego se incorpora un poco.

- Estoy algo inquieta...

- ¿Por la gala?

Aitana había estado trabajando muy duro las últimas semanas preparando la gala benéfica de Navidad. Su jefe la había elegido a ella para ser la reportera que entrevistara a los artistas en la alfombra roja, y ella se lo había tomado muy en serio. Era una gran oportunidad para demostrar todo lo que valía como periodista.

La chica asiente a la pregunta de Luis y él responde con un achuchón y muchos besos repartidos por su rostro. Al final, consigue robarle una sonrisa.

- Todo va a salir bien.

Aitana se levanta para ir a la ducha, pero antes de desaparecer del todo por la puerta, asoma la cabeza de nuevo.

- No sé por qué, pero tengo una sensación rara. – dice, algo absorta en sus pensamientos – Es como un presentimiento de que hoy pasará algo.

Y desaparece.

Luis, mientras oye de lejos el sonido del agua caer en la ducha, aprovecha para consultar su móvil y descubrir quién lo había llamado a esas horas de la mañana. La llamada perdida es de Miriam. Pulsa el botón de devolver la llamada.

- ¡Hola! – contesta Miriam, muy activa, desde el otro lado de la línea - ¿Qué haces todavía durmiendo?

- Miri, es súper temprano... Y si estoy hablando es que estoy despierto – sacude la cabeza, con una sonrisa de lado.

- Sí, sí, eso... Escúchame, estoy súper nerviosa. ¡Me va a dar algo!

"Otra que está histérica", piensa Luis, dándose cuenta de que las únicas dos personas con las que ha interactuado esa mañana le han dicho lo mismo.

- Vas a estar de puta madre en la gala, ya verás.

Escucha como la rubia suspira al otro lado y sonríe, todavía sorprendido de que, tras tantos años de carrera, siga poniéndose así de nerviosa. Quizás es por...

- Es por la canción – dice ella, leyéndole el pensamiento – Estoy ansiosa por saber el recibimiento que tendrá.

- Es un puto temazo, Miriam.

Oye su risa y él se une a ella.

- Y todo gracias a ti, Luis.

Se ruboriza un poco por el agradecimiento de Miriam y no puede evitar sonreír sinceramente. Todavía no se acababa de creer lo que había pasado unos días atrás en el estudio de la chica. Fue como si, de golpe, todas las barreras y los bloqueos que había estado años construyendo, se cayeran, desaparecieran. Y que, sin ellos, volviera la inspiración.

Más Allá de lo Inevitable | AitedaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora