Perdóname

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Jiang Cheng está en su recámara, de Lotus Pier, sollozando como un desdichado sobre su almohada, por más que piensa que tomó la decisión correcta, no deja de extrañar a ese hombre, de añorarlo, de querer estar a su lado, pero él mismo a decidido cortar todos sus afectos, para darle la prioridad a su secta, a sus obligaciones y de paso evitar las malas lenguas que se iban a poner a hablar mal de él y de Lan Xichen si continuaban con su relación, pero, WanYin de pronto siente que lo necesita tanto, como a un pedazo de su alma, pero no, él dejándolo a hecho lo correcto, no flaqueara como lo hizo Wei Ying, no declinara su responsabilidad, él no es ningun bobalicón, tiene que ser fuerte, fuerte, mucho más fuerte que un puto roble, no debe decaer, debe avanzar, seguir su decisión, tomar el camino correcto y demostrar de que está hecho, él es Jiang Cheng, el futuro líder de la secta Yunmeng Jiang, alguien con clase, poderoso en su cultivo y con una fuerte determinación, en donde él es casi un rey dentro de su secta, además es hijo de la poderosa Yu Ziyuan, que ataca sin chistar a cualquier enemigo con su zidian, él es Jiang WanYin, alguien importante, no cualquier mierda que está llorando por el futuro líder de Gusu, como si lo hubieran desterrado. Seguidamente entra Wei Ying al cuarto y atrás de él entra Wen Ning con una taza de té humeante

-Toma un poco de té maestro Jiang- le dice Wen Ning amable y dulcemente- esto te calmara

Jiang Cheng ni bien los ve entrar, trata de calmarse un poco, para tratar de disimular su miseria, pero en el fondo está destruido y por ratos se le pasa por la cabeza que no quiere seguir viviendo, mandar al diablo a su responsabilidad, a todo, ¿Por qué no puede ser más fácil?, ¿Acaso él no está haciendo lo correcto?, eligiendo lo mejor para su vida, para su familia y su secta, ¿por qué todo tiene que ser tan difícil?, ¿por los dioses por qué?, ¿por qué?, se pregunta dentro de su mente todo esto, mientras se siente tan desvalido... De pronto la viva imagen de Lan Huan se presenta en su mente, con esa brillante sonrisa que tanto lo caracteriza y que tanto él ama, aunque nunca se lo haya dicho, si al menos podría verlo una vez más, despedirse una última vez, sentir su tacto otra vez, sus adictivos besos, su... Está pensando demasiado, piensa en sus adentros mientras sacude la cabeza de un lado a otro, pero Wen Ning lo saca de su ensoñación, volviéndole a hablar:

-Maestro Jiang, vamos inténtalo, toma un poco de té

WanYin de pronto suspira y asiente, recibiendo la taza de té, pero sus manos tiemblan como rara vez en su vida, su moño que tanto luce con orgulloso está todo flojo, sus ojos están hinchados y rojos, además de que su pequeña naricita respingada se a puesto del mismo color que sus ojos, sus labios están de color vino, de tanto que se los mordido por el estrés y la desesperación, si tuviera a ese hombre en ese momento, no estaría así ahora, sintiéndose un desgraciado, estaba feliz, en medio de todos sus problemas cuando estaba con él, ahora es demasiado tarde. Su hermano y Wen Ning lo miran, mientras él trata de tomar su té, él no puede ocultar lo evidente, ni tapar el sol con un dedo, está en un estado psicológico deplorable y está demostrandolo a vista y paciencia de todos, que están preocupados por él, sobre todo su hermano mayor y Wen Ning

- Toomaa- dice WanYin nerviosamente a Wen Ning, mientras le devuelve la taza de té que tomó a los medias - graaciiaas

-Tranquilo- le dice Wei Wuxian acariciándolo de la cabeza- nosotros estamos contigo, siempre te vamos a apoyar Jiang Cheng, tomes la decisión que tomes

-Lo sé...- dice con un hilo de voz el pobre WanYin, mientras suspira y casi parece temblar, Wen Ning toma un peine de la cómoda, se acerca a Jiang Cheng, suelta el pelo de la cinta morada y comienza a peinar gentilmente a esos cabellos que de un momento a otro parecen rebeldes, por lo despeinados que están, pero cuando Wen Ning peina pacientemente a su pelo que parece enredado, a Jiang Cheng se le ve hermoso con su larga melena suelta, a pesar de su sufrimiento, él siempre será bello, con esas facciones finas y elegantes, a lo que muchos hombres y mujeres no han sido capaces de resistirse, a pesar de su ceño fruncido, se ve casi perfecto, si no fuera por las bolsas que tiene abajo de sus lindos ojos azules por lo que tanto a llorado. Wei Ying al verlo, suspira, sabe que extraña a Lan Huan

Amor y PoderDonde viven las historias. Descúbrelo ahora