Ya me enamoraste||LUKADRIEN||

Mon cheri

Luka:

–Te dije que si te descuidabas te haría mío— me dijo Adrien y luego empujó mi cuerpo fuertemente contra la pared, apretando mi cintura y con su otra mano tomando mi rostro.

No era capaz de decir palabra alguna, todo era inesperado, pero tampoco quería que se detuviera, quería más.

--Si quieres que me aleje solo tienes que decirme—me susurró mientras se acercaba a mis labios, lo único que quería era que se acercara más, así que lo tomé de su cadera acercándola hacia la mía, mientras me humedecía los labios dispuesto a besarlo.

--¿La encontraste Adrien?—preguntó Juleka entrando a la habitación y yo instantáneamente solté a Adrien y salí de la habitación, a lo que Juleka me tomó de la mano para encerrarnos en el baño.

--¿En serio Luka?—me preguntó ella --¿Estás seguro de querer hacer esto?—me dijo con una cara seria y yo me quedé un rato pensando.

--Estoy enamorado de Chat Noir—le confesé

--¿QUÉ?—me pregunto ella confundida

--Sé que suena extraño, pero él durante unas noches estuvo en el lago conmigo y en mi habitación... y no sé cómo Jule pero no puedo olvidarlo—le dije y Juleka se quedó un rato procesando la información.

--¿Y Adrien que? ¿Solo juegas con él? ¿No te importa que le rompas el corazón a Marinette?—me preguntó y yo me sentí la peor persona del mundo.

--No, Jule, no juego con él solo que...-- decía hasta que Juleka me interrumpió.

--¿Te gusta Adrien?—me preguntó Juleka

--No lo sé—le confesé—Hace ya un mes Chat me dijo que no quería seguir fingiendo que le gustaba estar conmigo y menos estar en él estúpido lago... Me dolió Jule, me duele mucho estar enamorado de alguien que no siente nada por mí, pero Adrien... no te lo voy a negar, creo que siento algo por él... es complicado—le dije tapándome la cara y Juleka me abrazó.

--En primer lugar, Chat Noir es un idiota que no te valoró, deberías olvidarlo, por otro lado, si no estás seguro de lo que sientes por Adrien no lo ilusiones... y ¿Qué pasa con Marinette Luka?—me preguntó

--No puedo estar con Adrien, no le puedo hacer eso a Marinette—le dije y ella me sonrió—No puedo olvidar a Chat... ya pasó un mes pero no puedo dejar de esperarlo en el lago—le confesé.

--Deja de esperar a Chat y deja de hacer cosas con Adrien, debes hablar con él—me dijo Juleka

--No sé qué sería sin ti Jule—le dije y ella me acarició el rostro—Pero por favor...toca la puerta antes de entrar—le dije a lo que ella rió.

Al salir del baño vi como Adrien de un grito se despedía de todos, muy feliz.

--¿Podemos hablar un momento?—le pregunté

--No hay tiempo lindura, me debo ir—me dijo con una blanca sonrisa y se fue.

--¿Qué le pasa?—me preguntó Jule

--Creo que enloqueció—le contesté

Pasaron un par de horas y con los chicos seguían ensayando mientras organizaban una salida entre todos, a la vez que yo aún pensaba en lo que pasó en mi habitación con Adrien.

--¡Podríamos ir al cine!—gritó Rosita emocionada

--¿Y porque no hacemos algo distinto?—preguntó Alya

--¿Algo como qué?—indagó Alix

--Una pijamada—dijo Juleka y todos pusieron una mirada cómplice

--ESO SERÍA MUY DIVERTIDO—gritó Rosita y todos reímos

--¿Pero dónde la haríamos?—Preguntó Mylene

--Acá, a mi mamá no le molestaría – dije y todos celebraron

--¿Pero Adrien y Kagami podrían ir?—preguntó preocupada Marinette y todos nos giramos a esperar que respondía Kagami

--Sería complicado...pero si nos dan mínimo un mes de planificación podría inventar algo—dijo ella con mirada malvada.

--Entonces tú nos avisas Kagami—dijo Juleka

Después todos se estaban yendo, y como Adrien se había ido antes fui a dejar a Kagami a su auto.

Llegó la noche junto con un poco de nostalgia y yo pensaba que quizás debería ir una última noche a esperar a Chat al lago, una última noche y me rendiría, así que tomé mi manta y salí a oscuras de mi cuarto.

--¿A dónde vas?—me preguntó Juleka quien estaba sentada en una silla con mirada asesina.

--¡MIERDA JULEKA!—grité espantado

--Él no merece tu tiempo Luka, no volverá, si quieres salir no te detendré, pero ¿De verdad crees que vale la pena?—me preguntó y se fue, dejándome solo y aún asustado, me di cuenta que necesitaba escuchar esas palabras para recapacitar.

Quizás ya debo perder las esperanzas, pensé y entré a mi habitación dejando mis ilusiones de estar con Chat Noir, pero cuando prendí las luces me sobresalté.

--Perdóname—me dijo Chat con carita triste– No quise decir todas esas cosas, te lo juro, y perdón por haberte golpeado, por no haberte defendido, por haberte ignorado cuando eras Viperion y por haber tardado tanto en disculparme. Me gustas Luka, me gustas mucho—dijo estirándome el anillo que se me había caído al lago, mientras yo me aferraba a mi mantita sin saber que responder—Y entiendo si no quieres perdonarme o siquiera hablarme—dijo Chat dejando mi anillo en el velador—Nos vemos Luka—me dijo y yo procesé todo lo que me había dicho.

Me acerqué y con mis manos empujé fuerte su pecho haciendo que se desestabilizara y quedará sentado en mi cama, mientras él me miraba perplejo, me senté sobre sus piernas abriendo las mías y le acaricié él cabello mientras le sonreía. Él reaccionó y me tomó de mis caderas.

--Te extrañé Mon cheri—me susurró entonces yo lo besé y el respondió el beso mientras me daba rasguños en mi espalda que iban subiendo de intensidad con cada beso, nos separábamos solo para tomar aire y sonreírnos.

Él me tomó y me acostó en la cama, mientras me acariciaba las piernas y me seguía besando, se acomodó sobre mí entre mis piernas, a la vez que comenzó a besarme el cuello lentamente, lo que provocó que mi piel se erizara, cada vez lo hacía más rápido hasta que ya solo pasaba su húmeda lengua por todo mi cuello, bajando casi hasta mi pecho. No aguante más y comencé a tocar su cuerpo, acariciaba sus muslos mientras él me continuaba lamiendo y mi mano estaba empezando a subir a la vez que su respiración se agitaba, fue en el momento que rocé su duro miembro cuando me habló.

–Mierda... Plagga-- me dijo poniéndose rojo y sentándose. Y yo a duras penas, despeinado y acalorado me senté a su lado mientras intentaba disimular mi entrepierna.

--¿Es tu Kwami?—le pregunté

--Si...está viendo todo—me dijo avergonzado—Nunca he hecho algo así Luka, aunque haré todo lo posible para hacerte feliz, pero... dame un poco de tiempo—me dijo y yo lo tomé de la mano

--Duerme conmigo—le dije y el asintió

Después de mucho conversar nos acostamos bajo las sabanas y nos quedamos dormidos, mientras yo pensaba en que momento milagrosamente le pude gustar a Chat. Cuando en la mañana abrí los ojos él ya no estaba, pero su olor permanecía en mi almohada.