12.-Revelaciones

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El hospital es tan frio como recuerdo, la comida tan mala como recuerdo y tan aburrido como recuerdo. Al menos no estoy en el área de pediatría y tengo una habitación para mí solo. La puerta se abre, mi hermano entra con un vaso de café.

— la liaste buena esta vez, Jun.

— ¿Se fue mamá?

— la convencí para que fuera a casa un rato.

— ¿y tus pacientes?

— cancele las citas de hoy, está bien si me quedo cuidando a mi hermano un día.

— Lo que quieres hacer es regañarme— comento, él se sienta y deja el café en la mesita. No recuerdo como llegue aquí, solo que estaba en la universidad con Marcell y de pronto desperté aquí.

— oh, claro que si— me arroja a la cabeza una servilleta hecha bolita— ¿en que estabas pensando?

— No quería volver al hospital— le escucho resoplar, sin duda está molesto, porque normalmente me diría muchas cosas más. Le veo sacar un empaque de algo de su chaqueta, por el logo sé que es una hamburguesa— Oye ¿no me trajiste una? la comida de aquí es mala.

— no, tú no te mereces una hamburguesa. Dices que no querías volver pero mira donde terminaste.

— no esperaba que fuera tan malo, solo era un dolor de garganta.

— solo tenías que decirlo para que te dieran medicina y tratarte. No jugar a hacerte el héroe y llegar al punto de que casi tienes una neumonía que te mantendrá aquí unos días.

— mamá me hubiera encerrado, y ahora tengo cosas que hacer, sabes cómo se pone ella cuando estornudo.

— ¿Y no pensaste que solo basta con ver a un médico para saber si era necesario o no? pudimos evitar esto, jun. Ah, sé que no te gusta estar encerrado aquí, pero es peligroso si no te tratas adecuadamente cuando te enfermas.

— lo siento.

— No lo hagas de nuevo— me lanza otra hamburguesa— al menos dímelo a mí ¿Vale? Aun no puedo creer como ocultaste a todos que estabas tan enfermo.

— no estaba tan enfermo.

— te desmayaste por la fiebre, señor no tan enfermo ¿Qué querías? ¿Convulsionar hasta morir?

— eh, no... ¿Cómo está Zane?

— buen intento, pero aún nos quedan varias horas antes de que mamá llegue y aun no termino de hablar.

— Bien, me lo merezco ¿Han dicho algo más los doctores?— las enfermeras solo vienen a revisarme los signos vitales y a cambiar el suero y ponerle más medicina. Al menos se llevaron el aparato que me ayudaba a respirar. Desde que era niño los hospitales no me gustan ¿A quién le gustaría estar en un hospital? Sé que muchos de los niños con los que estuve querían ser doctores y ayudar a otros niños como ellos, yo no. Detesto estar aquí, saber que me quedare aquí más días de los que ya estuve, mientras la vida pasa allá afuera. Lo único que quería era evitar regresar, pensé que esta vez sería diferente y estaría bien por mi cuenta. Ahora sin duda es una pésima idea.

No tengo nada de mis cosas, supongo que es un intento de castigo de Erick por no haberles dicho que estaba enfermo y justo por eso no me atrevo a pedir que me traigan nada. Erick se ha ido a tirar los papeles de las hamburguesas, traer jugo y averiguar cuál es mi pronóstico... está tardando mucho ¿No encuentra al médico? O quizá hay mucho que decir ¿Empeore tanto mi estado de salud por lo que hice?

— Lo siento, solo había jugo de uva y tuve que salir a buscar jugo de manzana. Por cierto, el médico aún no sabe nada, esperara hasta mañana por la mañana para dar un pronóstico... oportunamente tienes una visita, saldré a comer con Zane, regreso como en una hora ¿Bien? si mamá te llama dile que estoy con el médico.

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