25.-Corazones

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Voy tarde, muy tarde ¡Ya casi llego! Me falta el aire, y los guardias de la entrada me miran cuando paso casi corriendo junto a ellos. Adentro, solo se escucha la música, y por suerte el piso esta alfombrado o todos me escucharían entrar. La sala está llena y me cuesta ver un poco el lugar donde se supone tengo que estar. Espero que Jun no haya tocado aun, por favor que no haya tocado aun.

— Disculpe, disculpe— no soy muy bueno mintiendo y si no vi la presentación de Jun él lo sabrá. Sé que no me va decir nada, pero yo me siento mal porque me invito. Me siento incomodo en la ropa formal que me puse para esta ocasión. No tengo a quien preguntar si ya fue el turno de Jun. Pasan tres músicas más antes de que hagan abran el telón y muestren a todo ordenados, una orquesta completa. Rayos, no me tocó ver a Jun tocando solo. Cuando la chica que está tocando termina y va a su lugar, comienza a tocar el grupo. Bueno, al menos no me perdí todo el evento, no esperaba tardar tanto y tampoco que todo estuviera tan avanzado. El concierto dura una hora y media más hasta que todos se ponen de pie y aplauden. Me quedo en el pasillo, dejando que todos salgan.

— ¿Eso es para mí?— Me volteo a ver Jun, vestido con camisa blanca y un saco negro muy elegante.

— si...—ah, todo iba tan bien... no puedo evitar mirar alrededor para ver a las personas que aún siguen por aquí antes de extenderle el ramo de flores que compre antes de venir porque es lo que se da en un recital ¿no? no soy el único regalado flores aquí.

— Wow, nunca había visto rosas azules. Son geniales ¿nos vamos?

— ¿no vino tu familia?

— vinieron, los vi hace un momento y mi hermano los llevara a cenar.

— ¿No deberías ir con ellos?— Jun me toma de la muñeca para que camine ¿no siguen por aquí sus padres? A lo mejor aún los alcanza, hay tanta gente saliendo que no creo que puedan irse tan rápido.

— ¿Por qué? ya habíamos hecho planes y ellos lo entienden. Además, Zane también va y ya sabes cómo se pone todo cuando esta él— sí, me ha tocado estar un par de veces en su casa cuando él llega o está allí. Los padres de Jun simplemente aman a Zane, al punto que parece que él es su hijo y no Erick y es como si nada más existiera.

— solo pensé que ya que es un evento importante, quisieras estar con ellos.

— no es importante, y ya vivo con ellos ¿qué más quieres?

— no será cómodo llevar eso todo el tiempo— señalo las flores que le acabo de dar, y el estuche de violín que trae.

— ¡Olvide dejárselo a Erick!— me rio, porque Jun se ha puesto a mirar también entre la gente. Han pasado seis meses desde que terminamos y casi—volvimos. De hecho, no hemos hablado propiamente de haber vuelto, aunque sé que lo que sea que tenemos ahora no es tampoco una relación de solo amigos: Nos tomamos de la mano, salimos juntos y en si tenemos un contacto físico innecesario pero cómodo. A Jun no parece molestarle— vayamos a buscarlos.

— Espera...— me voy a caer si no me suelta la mano.

— ¿no los ves?

— Usa tu teléfono, llámales— pongo los ojos en blanco. Me quedo esperando mientras Jun casi grita por el teléfono y luego comienza a caminar. Si no le sigo nos vamos a perder, luego pasaremos horas buscándonos. Así es nuestra mala suerte aunque casi siempre terminamos riendo por las cosas que nos pasan, como la vez que termine con un esguince en el tobillo por ir a una pista de hielo, o cuando nos prohibieron la entrada a un restaurant porque Jun tropezó y tiro su soda en un sujeto tan grande que parecía sacado de una película de acción, que no le creyó cuando Jun dijo que había sido un accidente, estuvo a punto de golpear a Jun cuando los empleados nos sacaron de allí luego corrimos cuando el sujeto empezó a discutir con los empleados. Erick está esperando a Jun ya unos pasos del auto donde están todos. Hago un saludo cuando nos ven.

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