16.-Cita

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Los dos días siguientes comienzo a dudar mucho de lo que veo. Ese chico aparece y desaparece que ya creo que es un espíritu. No he vuelto a encontrar comida, y siento que en lugar de estar yendo a la salida del bosque me estoy internado mas en el.

— yo no probaría eso.

— deja de seguirme

— no te sigo, este bosque es muy grande, solo camino por donde quiero ir— cada que me ve me sonríe con esa sonrisa que esta por volverme loco de lo desesperante que es. Arrojo con violencia las raíces que estaba por comer. Otra vez estoy cansado y siento que voy a desfallecer en cualquier momento.

— si vas a estar aquí entonces sería bueno que consiguieras algo de comida buena.

La pantalla frente a mi desaparece, y solo me quedo viendo mis rodillas.

— ¿Qué haces?

— traje comida.

— ¡Tengo un ataque de inspiración, no puedes cortarlo así!— vuelvo a abrir la tapa de mi computadora al mismo tiempo que escucho el quejido de Jun— solo será un momento.

— sabes que es terrible estar en mi situación. Por un lado quiero pasar tiempo con mi novio, pero también quiero leer lo que estas escribiendo.

— Puedes leer mientras escribo— Ha pasado una semana, una semana desde que de algún modo terminamos siendo pareja. A veces aun siento que todo esto es uno de los sueños que he tenido desde hace un tiempo, o tenía. Ya no tengo sueños húmedos o de cualquier tipo en donde aparezca Jun. La mayor parte del tiempo olvido que ahora nosotros somos... somos... bueno, lo olvido solo si estoy solo o muy concentrado escribiendo, porque cuando Jun está aquí me es imposible no recordarlo porque él se encarga de recordármelo— ¿Qué haces?

— Leer— su respiración me hace cosquillas en el cuello, porque él ha apoyado la cabeza en mi hombro para poder leer.

— alguien podría vernos.

— solo estoy leyendo.

— estas muy cerca— se ríe, pero no se quita.

— entonces ¿el soldado está perdido? ¿Y ese chico? ¿Es un fantasma? No me has dejado leer mucho esa historia tuya.

— es que no es un Fanfic, y no sabía si lo iba publicar. Iba a ser mi historia de terror, pero prefiero dejarlo para otra historia mejor.

— ¿ya no harás la novela de terror?

— sí, pero no es esta, no te lo dije pero cuando no sabía quién eras y solo me enviabas mensajes o me dejabas cosas en mi lugar, me asustaba tanto que termine escribiendo el inicio de ese cuento de terror.

— ¿Tanto así?— me rio, ah, no puede ser, perderé la inspiración.

— sí, pero luego termino el acoso y comencé a tratarme para solucionar mis problemas de ansiedad y parece que la inspiración terrorífica se fue— algo presiona mis labios, y me hace apartarme con rapidez y golpearme la cabeza con la pared— Auch

— Solo es un cheeto— la mano extendida de Jun sostiene efectivamente un cheeto. Me lo vuelve a acercar a la boca. Niego con la cabeza, pero él lo acerca más, y más hasta que presiona mis labios otra vez— no lo quitare hasta que lo comas.

— Eres muy infantil— le digo, y muerdo el cheeto.

— no quiero que te desmayes por falta de alimento o que se yo— no le digo que eso no pasaría porque desayune antes de venir pero no creo que discutir sobre eso en este momento—aun queda media hora para que empiece mi clase.

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