La habitación de Marcell es como la recuerdo: Ordenada, sencilla. Y más pequeña que la mía aunque la mía es más grande que la mayoría de las habitaciones que conozco. Aún estamos tomados de la mano, pero mis dedos están fríos.
— aun no tienes comics.
— tengo algunos en casa porque los llevo cuando voy, para no aburrirme en el camino y siempre los olvido. También me pasa con los libros.
— ¿terminaste el escrito para el concurso?
— sí, lo envié esta mañana.
— ¿recuerdas ese cuento de terror que no enviaste? Me decías que yo te había inspirado para hacerlo.
— oh, sí. Nunca lo envié aunque después lo pude terminar— a Marcell le costó un poco tomar valor para inscribirse en concursos de escritura y eso que me estuvo acompañando a mis propios concursos y recitales a pesar de que le digo que no es necesario que venga a todos porque a veces es la misma presentación.
— aún tengo tu bolígrafo de la suerte— las mejillas de Marcell se ponen rojas— ¿Qué pasa?
— nada, nada... yo... umm ¿Qué haremos ahora? ayer estaba viendo una seria nueva, no es ningún drama medico como los que te gustan pero creo que va a... ¿Por qué me estas mirando así?
— ¿Eres idiota?
— ¿Disculpa?— se me escapa el tono ofendido.
— ahora no iras a decir que quieres palomitas y sodas ¿no?
— Pues...
— ¡Jun!
— ¿Qué?
— ¿en serio? ¿Viniste aquí solo para ver series y comer palomitas?
— No es una mala idea, pero claramente no es lo que tú tenías en mente cuando sugeriste venir aquí— Marcell no se da cuenta pero está haciendo un gesto bastante infantil con los labios, casi parece estar a punto de inflar las mejillas.
— tú querías un lugar más privado.
— pues no es muy cómodo ver series en lugares públicos, luego no puedo emocionarme por nada... es broma, es broma— si sigo va a pegarme.
— No sé cómo Dorian aguanto eso.
— la verdad es que no lo sé. Y aunque dije eso ahora no sé cómo deberíamos seguir... bien, he leído y creo saber que hacer pero justo ahora no tengo idea de que hacer ¿debería saber qué hacer?— ya lo dije, aunque sea vergonzoso y nada apropiado para un momento ¿romántico? Ah, esto en serio da pena.
— No... no lo sé. Yo... también creí que sabía pero es... más fácil pensarlo que hacerlo.
— Exacto— ah, al menos me entiende. Marcell no me mira, y ahora tiene las mejillas rojas también— parece que tienes insolación, con tu cabello y la cara roja.
— cállate... tal vez... ¿deberíamos... abrazarnos?
— Me parece un buen comienzo— bien ahora ¿Por qué no se mueve? O ¿Por qué yo no me muevo? Me siento tan torpe, pero... doy un paso hacia Marcell y le extiendo los brazos. Marcell me parece un cachorrito cuando se abraza a mí.
— Tu cara también esta roja.
— Si...— ah, seguimos abrazados. Sus manos están en mi espalda, apenas me toca. Huele a algún perfume, me gusta.
— ¿ahora qué? esto... no está mal pero...
— umm... Bailemos— Marcell se empuja un poco para mirarme, con el ceño fruncido— no es una broma, mira— como ya estamos abrazados es fácil tomar la posición para un baile— aquí no tienes que preocuparte de que alguien nos vea.
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Freak
RomanceLa vida de Marcell es un transcurrir de días tranquilos en una rutina que pocas veces cambia: levantarse, ir a clases, regresar a casa, tareas... todo sería completamente normal si no tuviera un secreto. No, no tiene superpoderes, tampoco es un alie...