15.- Flores

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Apenas puedo respirar después de correr desde el edificio de música hasta el de letras. Después de enfermarme, aun me cuesta respirar cuando me agito mucho. Y aquí estoy, buscando a Marcell en su edificio.

— ¿qué está pasando?

— estábamos por entrar, ¿también te sientes mal? me parece que estas algo pálido.

— ¿Por qué le has dado esas flores a Marcell?— Dorian las mira, como si se diera cuenta que de hecho, le acaba de dar flores.

— porque eso es lo que se hace cuando quieres demostrar tu afecto por otra persona, le regalas cosas que le gusten— ¿de qué está hablando ahora? — ¿y tú? Creí que estabas por decir algo importante.

— es asunto de Marcell y mío, largo

— quisiera, pero debo quedarme aquí hasta que terminen mis horas— umm— ¿Por qué tanta hostilidad hacia mí, pequeño Jun? Creí que éramos amigos.

— ¿Hablas en serio con las flores?— normalmente no le sigo el juego cuando hace esos comentarios, o cuando parece que puede llevar la conversación a otro sentido, pero ¡le está dando flores a Marcell! No puede hacer eso.

— me gustan los chicos pelirrojos, creí que ya te lo había dicho— ah, ¿Por qué Marcell no hace nada? ¡Le está tocando el cabello!— ah, creo que se lo dije a Marcell— basta, esto es... esto no está bien.

— Marcell— le alejo de Dorian, abrazándolo.

— ¿umm?

— ¿estás bien? ¿Qué...?— ¿Qué le pasa? No parece estar bien— ¿Por qué vino a la enfermería?

— Las flores son bonitas— dice, y aun las sujeta.

— Estábamos por entrar, Marcell dijo que quería dormir— sí, parece que él está un poco sonámbulo. Llegue justo a tiempo para sacarle de aquí y no dejarle en las manos de Dorian.

— Vamos, te llevare a casa— ¿Qué acaba de decir? no entiendo nada.

— Jun— me volteo a ver a Dorian, reclinado en la entrada de la enfermería. No me mira, y ni siquiera parece interesado en lo que estoy haciendo— ten cuidado con mi regalo.

— No le vuelvas a dar flores— él me mira, sus ojos encuentran los míos lentamente, y me sonríe, como si esperara que yo dijera eso. Ah, el muy maldito esperaba que dijera eso.

— Yo puedo darle flores, o cualquier regalo, a quien yo quiera. Y nadie puede impedírmelo.

— deja a Marcell...

— ¿o qué? Somos amigos, y hasta donde sé, Marcell aún puede elegir si quiere estar conmigo o no— me doy la vuelta, porque si no voy a contestarle y caeré más en lo que sea que intente. Le escucho reír— en serio, ustedes dos son muy divertidos. Vayan con cuidado.

— gracias, Dorian. Marcell, vámonos, te llevare a tu casa— ya no me importa Dorian, porque Marcell esta raro, parece dormido pero está despierto ¿se puede quedar dormido de pie? Quizá sea sonámbulo de verdad ¿y no es peligroso despertarlo? Pff ni siquiera sé si está dormido. Camina cuando yo le jalo un poco de la mano, aunque mejor me mantengo cerca porque creo que se caerá en cualquier momento.

Ok, estoy muy preocupado ahora ¿de verdad no se ha drogado o algo? no ha dicho nada ni cuando entramos al taxi. Pensé que sería más práctico que tomar el autobús, y sí que es mejor, pero Marcell no parece mejor. Debería pedirle mejor al chofer que nos lleve a un hospital. El auto frena, y tengo que sujetar a Marcell para que no se estrelle en el asiento de adelante.

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