El sol me quema la espalda mientras camino por la calle. Se siente raro no haber bajado en mi parada usar y seguir en el autobús. Recuerdo vagamente haberle dicho a Jun que probablemente Yamir estuviera en casa, y no sería cómodo hablar con él allí. Él dijo que no habría nadie en su casa porque sus padres tenían una reunión importante... así que ahora vamos a su casa.
Le miro, fingiendo que no. Jun parece muy atento en su teléfono, no me ha mirado ni me ha dicho nada desde que subimos al autobús. Desde que salí de la enfermería me duele la cabeza, un dolor lento que no me deja pensar y me hizo apoyar la cabeza en el cristal del autobús. La otra vez que vine a su casa lo hice en el auto de Erick, y no fue por este camino, no conozco este lugar pero creo que no queda tan lejos de mi casa porque no duramos mucho tiempo en el autobús después de mi parada.
— Marcell
— ¿Qué?
— ¿aun te sientes bien?
— sí, solo tengo calor.
— Ya casi llegamos— lo sé. Conozco esta calle, la casa con el enorme patio me es conocía, no es la de Jun pero me llamo la atención la otra vez que vine— ¿quieres que te ayude con tus cosas?— miro mi mochila y la de Jun, además de su violín.
— Estoy bien— Jun encuentra las llaves mucho más rápido de lo que yo hago. El aire fresco nos recibe, junto con el olor a aromatizante floral. El silencio me pone muy incómodo, antes en la calle no era tanto, pero ahora, encerrados en un lugar...
— ¿quieres agua? O soda, creo que quedaron algunas en el refrigerador.
— soda.
— Bien— me quedo esperando en la sala. Ah, esto se salió de control de una forma increíble ¿Quién lo iba a adivinar? Ni siquiera yo que escribo tantas cosas pude haberlo imaginado. Me siento cansado, solo quiero tirarme al piso y cerrar los ojos. Algo frio me toca la mano, no me di cuenta que cerré los ojos de verdad y Jun ha regresado, la lata de soda rozando mi mano.
— ¿en serio estas bien? si te sientes mal podemos ir al hospital o a donde quieras. Llamare a un taxi. Ya sabes, eso de fingir estar bien cuando no lo estas no termina bien, te lo digo por experiencia, termine el hospital por eso— sonríe, aunque no es una sonrisa muy alegre. Uh, aun no puedo mirarle a la cara.
— Estoy... aun intento saber que está pasando— respondo por fin, porque no se dé que otro modo terminar esa frase— gracias por preocuparte— Jun solo inclina la cabeza, y abre su lata. Yo hago lo mismo, el frio de líquido me hace sentir un poco mejor, o tal vez sea el azúcar. Debo decir algo, pero ¿por dónde debo iniciar? me siento muy avergonzado y muy tonto como para decir todo lo que pienso en voz alta.
— Dorian parecía muy preocupado cuando salió hace un rato— ay, maldición, me asusto. Después de tanto silencio escucharle casi me hace gritar. Aun siento la sangre fría en mi cuerpo— ¿habías visto antes a ese chico?
— no.
— era pelirrojo, como tu— casi no lo note, en ese momento apenas podía pensar. Espera ¿pelirrojo? Dorian dijo una vez que a él... y como salió tras ese chico después de que nos vio así— ¿Marcell?
— creo que a Dorian le gusta ese chico. O tal vez sean pareja— Jun me mira, con una expresión de sorpresa y... oh, lo dije en voz alta— solo es... por la reacción y... no importa, no es nuestro asunto.
— tienes razón, pero ¿Por qué dijiste que Dorian te beso?— ah...— Marcell, creo que no quieres hablar de eso, y lo quiero entender... pero ¿es importante? ¿Es algo que deba saber? Si hice algo... sé que a veces hago cosas que ponen incómodos a los demás.
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Freak
RomanceLa vida de Marcell es un transcurrir de días tranquilos en una rutina que pocas veces cambia: levantarse, ir a clases, regresar a casa, tareas... todo sería completamente normal si no tuviera un secreto. No, no tiene superpoderes, tampoco es un alie...