𝐓𝐖𝐈𝐒𝐓𝐄𝐃 𝐖𝐎𝐍𝐃𝐄𝐑𝐋𝐀𝐍𝐃 ╱ 𝙗𝙡

四 ; 𝐃𝐀𝐍𝐂𝐄

Leona y Kalim

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Leona comenzaba a preguntarse si aquello había sido una buena idea, pues Kalim había mandado hacer unos trajes a juego, y para ser sinceros, Kingscholar no sentía que el rojo fuera su color. Tal vez un blanco y estaría completamente feliz.

-Kalim. -se jaló el cuello del traje, mostrando la incomodidad que este le causaba.

-Oh Leona. -se acercó a aflojarle un poco la corbata-. ¿Por qué la ajustaste tanto?

-Nunca había usado una, ¿Es tan necesario?

-Claro que lo es, como segundo heredero al trono, debes de ir presentable, ¿No era eso lo que querías?

-Al menos las joyas lo compensan bien. -afirmó con orgullo-. Una pequeña sugerencia, pequeño. -lo tomó del mentón-. A la próxima, que sea de un color que me beneficie.

El menor suspiró con pesar. A veces pensaba que le era tan difícil saber lo que su novio quería. Ciertamente a veces deseaba que Leona se diera cuenta de qué tanto se esforzaba por llevar bien la relación.

-Tomaré nota de ello. -le dedicó una pequeña sonrisa, antes de alejarse de aquel castaño.

-Bien..., Cómo aún no estás del todo listo, ni tú, ni tu amigo, creo que voy a adelantarme, ¿Te importa?

-No, para nada.

Elevó sus labios a su pareja, poniéndose de puntillas. El contrario lo miró en silencio por unos segundos, antes de simplemente tomarlo de las mejillas, plantándole un pequeño beso en la cabeza.

-Nos vemos allá. -se retiró.

Al-Asim se mordió el labio con algo de duda, yendo hasta la habitación de Jamil, acercándose a hacerle pequeñas trencitas por todo el cabello.

- ¿Sucede algo?, nunca haces eso al menos que estés pensativo. -lo miró por el espejo, negando-. ¿Es Leona?

- ¿Crees que se dé cuenta de lo mucho que hago por él?

- ¿A qué viene la pregunta?

-Es solo que..., nunca me ha agradecido por lo que hago.

El azabache suspiró con pesar, no sabía que decirle y se tuvo que morder la lengua cuando pensó en decirle lo de Leona y Riddle.

-Deberías hablar con él, quiero decir, no creo que esté contigo solo por lo material.

Kalim se recargó en el cuerpo de su mejor amigo, resoplando. Tal vez tenía razón, y simplemente debía mencionarle a su pareja el como se sentía.

-Bien, terminemos esto para ir al baile ahora.

...

Riddle se encontraba junto a Ace, pues su pareja aún no llegaba al dichoso baile. De echo, comenzaba a preguntarse si realmente iba a asistir.

-Bonito conjunto, Rosehearts, me impresiona que te hayas arreglado para mí.

-Y a mí me impresiona que te hayas bañado, Leona. -dijo de forma neutral, sin voltearlo a ver, hasta que el castaño se colocó frente a él.

- ¿El dragón no ha llegado? -lo tomó de la mano, acercándolo a él-. Podemos bailar una pequeña pieza, ¿Ah?, ¿Qué dice la reina?

-El dragón ya llegó, gracias por preocuparte. -el azabache le dedicó una pequeña sonrisa-. ¿Podrías soltarlo?, Por favor.