十一 ; 𝐁𝐀𝐁𝐘𝐒𝐈𝐓𝐓𝐄𝐑

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Universo alterno.

Malleus y Riddle

Ruggie Bucchi

Leona Kingscholar

🍼

Riddle abrió los ojos con lentitud, extendiendo su mano para apagar la molesta alarma que llevaba varios minutos sonando.

Se estiró un poco, girándose para poder abrazar al chico a su lado, acurrucándose por mera inercia, suspirando. Dejó pequeños besos por los omóplatos, antes de levantarse a preparar un desayuno algo rápido, pues tenía toda su agenda llena.

No puso tanta atención en preparar un desayuno balanceado, pensaba en simplemente hacer un cereal. Se concentró en preparar lo que llevarían a Ruggie, y a hacer un par de pequeños pastelillos y una papilla.

En determinado momento sintió como lo abrazaron por la espalda, besándole la cabeza.

-Buenos días, bonito.

-Buenos días, Malleus. -terminó de preparar un café, alzando la taza sobre su cabeza. El azabache la tomó y comenzó a beber con lentitud, para bostezar después-. ¿Confirmaste con Ruggie?

-Claro que sí. -se sentó, siendo imitado por Riddle.

-No preparé desayuno, un par de cereales estaría de maravilla. Tú los preparas.

Malleus soltó una pequeña risa, levantándose.

-Solo di que no alcanzas la caja.

-No admitiré una mentira. -tomó la taza de su novio, bebiendo un poco de café. Su entrecejo se había fruncido un poco, no iba a admitir aquello, era vergonzoso.

-Lo quieres con mucha azúcar, ¿Cierto?

-Pensé que ya lo sabías. -lo miró de reojo, con una sonrisa altanera.

-Eres muy vengativo para un simple comentario, Riddle. -negó divertido.

El mencionado apoyó su cabeza en el respaldo de la silla para poder verlo. Draconia le sonrió y se inclinó para besarlo, lo cual, no logró. Un llanto se dejó escuchar en una habitación, haciéndolos suspirar.

-¡Yo voy! -dijo Riddle levantándose.

-¿Arreglaste lo que llevaríamos con Ruggie?

-Claro que sí. Ya está todo listo, desayuna bien, después te cambias y nos vamos.

-Lo que digas, bebé. -Riddle lo volteó a ver de forma neutral, sonriendo en cuánto lo miró guiñarle el ojo.

El pelirrojo fue hasta donde el llanto provenía. El azabache, por su parte, se quedó haciendo los cereales, alzando la mirada en cuanto aquel chico volvió a hacer acto de presencia, con otro pequeño varón entre sus brazos.

Azreed Draconia. [**]

Contaba con tan solo un año de edad, de cabello rojizo intenso, casi negro. Sus ojos idénticos a los de Riddle y diminutos cuernitos se asomaban por sobre aquel cabello.

𝐓𝐖𝐈𝐒𝐓𝐄𝐃 𝐖𝐎𝐍𝐃𝐄𝐑𝐋𝐀𝐍𝐃 ╱ 𝙗𝙡Donde viven las historias. Descúbrelo ahora