十五 ; 𝐎𝐂𝐄𝐀𝐍 𝐄𝐘𝐄𝐒

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Universo alternativo

Floyd y Riddle

🌊


Las aguas del planeta, siempre han sido un lugar que alberga demasiados misterios. Desde la existencia actual del megalodón, hasta el mítico Nessie. Las leyendas que rodean a estos cuerpos acuáticos, siempre tienen que ver con monstruos o un pez que solo se ve cuando hay riesgo de Tsunamis.

Un 5% del océano ha sido explorado, dejando el resto en completo misterio. Cada vez nuevas especies se descubren..., por desgracia, el ser humano es alguien egoísta, que no puede evitar experimentar con un nuevo espécimen si este es desconocido. Es su naturaleza.

Floyd Leech perseguía a los peces en un mal día, alejándose de "la zona segura". Fue cuestión de tiempo para que fuera atrapado por una red, de la cual, no pudo escapar a tiempo. El sol pegó directamente a su piel, y pudo escuchar los alaridos de terror de aquellos pescadores.

-¿¡Es una sirena!? -cuestionó uno.

-¡No lo sé!, Necesitamos mantenerlo vivo.

-¡Pagarán bien por está bestia!

-¿Cuánto nos darán por tenerlo exhibido en su pared?

-¿Cuánto nos darían por mantener el secreto?

El peliceleste nadaba algo inquieto. Aquel gran acuario dónde lo tenían cautivo, estaba casi a su medida y ya no quería que volvieran a hacerle pruebas de todo. Había confirmado que detestaba las agujas.

También, que los humanos eran criaturas muy egoístas.

Por suerte, había logrado desahacerse de cada biólogo marino que se le acercaba. Inclusive, casi fue sacrificado por morder a uno en el brazo, sin embargo, antes de que tomarán medidas extremas en contra suya, un chico intervino.

Un novato de cabello rojizo y personalidad estricta. Había sido el único que obtuvo la total confianza de Floyd, quién, mientras nadie más estuviese cerca, se dejaba hacer todo tipo de exámenes y preguntas por aquel chico.

El sonido de la puerta abrirse, hizo que la anguila sonriera, saliendo un poco a la superficie, para apoyar sus antebrazos en el borde de aquel acuario.

-¡Pez dorado!~ -musitó, mientras el mencionado, dejaba sus cosas sobre un pequeño escritorio-. Heeey... -se quejó cuando notó que no le había respondido-. Pececito, ¿Estás molesto o algo así?, Puedes venir conmigo, mantengo el agua agradable para ti.

-No gracias. -dijo tajante, girándose a ver al contrario con un recipiente en sus manos.

Las orejas de Floyd se movieron repetidamente, mientras una sonrisa se dejó ver en su rostro.

-¿Son para miiii? -cuestionó sin quitar la vista de aquellos camarones.

-Sabes que no me gusta comer este tipo de cosas. -le lanzó uno, el cual, fue atrapado y devorado por el contrario.

-¡Ah, deliciosos como siempre!

Riddle sacó después una libreta y una videocámara, para proceder a encenderla. Se sentó en la silla giratoria, tomando los camarones para después acercarse a él, presionando el botón de su bolígrafo para comenzar a escribir.

𝐓𝐖𝐈𝐒𝐓𝐄𝐃 𝐖𝐎𝐍𝐃𝐄𝐑𝐋𝐀𝐍𝐃 ╱ 𝙗𝙡Donde viven las historias. Descúbrelo ahora