𝐓𝐖𝐈𝐒𝐓𝐄𝐃 𝐖𝐎𝐍𝐃𝐄𝐑𝐋𝐀𝐍𝐃 ╱ 𝙗𝙡

十四 ; 𝐕𝐎𝐆𝐔𝐄

Arte de "rkgk_sano" en Twitter♡♡.

Universo alterno.

Sam y Divus.

🛍️

Sam estaba demasiado concentrado en releer su solicitud de empleo, aunque claro, todo su currículum ya había previamente revisado, sin embargo, darle otro vistazo, no hacía daño, ¿O si?

No sabía cuánto tiempo llevaba esperando, sin embargo, no pasó mucho, para que se acercara a un escritorio, tomando un bloque de notas y una pluma, comenzando a hacer garabatos.

Su sueño, siempre había sido ser escritor de novelas de terror y suspenso, donde los seres sobrenaturales nunca faltaran. Llevaba tiempo desarrollando un manuscrito donde un chico trabajaba en el oscuro mundo del ocultismo, siendo después acechado por todos aquellos entes que lo arrastrarían a la locura poco a poco; un agonizante viaje donde el protagonista tendría que saber diferenciar la realidad de las ilusiones otorgadas por los oscuros entes malignos.

Siempre han dicho que la creatividad no tiene límite y que la inspiración llega sin avisar. Ese fue el caso de Sam, quién pasó de hacer simples garabatos a comenzar a plasmar como serían aquellos oscuros seres, adjuntando pequeñas notas al pie de cada uno, como un apodo o una clase de habilidad especial.

No supo en qué momento todos comenzaron a ir rápidamente de un lado a otro, después de que una llamada fuera atendida por el que parecía ser el asistente principal: Vil Schoenheit

-Espero que mi café ya esté en mi oficina. -dijo, dejando su gran abrigo sobre el escritorio de aquel chico-. Por cierto, ¿Quieres despedir a la recepcionista?, Queremos personal productivo, no alguien que tenga que separarse de su asiento cada cinco minutos para saber el último rumor.

-Claro, cuente con eso. -afirmó el rubio, desviando su vista al chico con rastas, que parecía bastante entretenido con aquel bloque de notas-. La despediré enseguida.

Divus asintió, antes de caminar a su oficina, no pudiendo ignorar la presencia del moreno, a quien, tras un ademán con su mano, ordenó llamar.

-Haz que entre.

-Sí. -Vil rápidamente se acercó al contrario, tosiendo un poco para llamar su atención-. Disculpa, el señor Crewel quiere verte.

Sam lo volteó a ver, arqueando una ceja.

-¿Quién?

-Fingiré que no preguntaste algo tan estúpido como eso. -señaló con la cabeza la oficina del mencionado-. Ve ya, no lo hagas esperar.

-¡Oh, claro! -se levantó, guardando el bloque de notas dentro de la carpeta que llevaba consigo-. Deséame suerte. -le sonrió, antes de entrar a aquella oficina, dando pequeños saltitos.

-No, claro que no. -respondió el rubio, volviendo a su escritorio.

Una vez dentro, miró alrededor con total fascinación. El mundo de la moda era algo desconocido para aquel veinteañero, por lo tanto, no podía evitar sentir gran curiosidad por saber más.

Su mirada se centró en el jefe, quién parecía estarlo esperando mientras bebía un sorbo de su café.

-¡Hola! -le extendió la mano, con una gran sonrisa-. ¡Soy Sam! Cómo ya sabrá, vengo por el empleo de asistente. Estudié periodismo, ¡Y me convertiré en un gran escritor de terror!, Desgraciadamente...necesito experiencia para trabajar directamente en una editorial. Un año al menos. Si me ayuda, yo lo ayudaré, como amigos.

Vil golpeó su frente al escuchar a Sam. No podía creer que se estaba expresando de modo tan irrespetuoso con Divus Crewel.

-¿Amigos? -cuestionó con incredulidad, haciéndose el cabello hacía atrás. El moreno asintió, sin borrar aquella sonrisa de su rostro, aún esperando que estrechara su mano-. Sí...no lo creo. -con ayuda de su puntero, alejó la mano ajena.

El contrario lo miró con confusión, llevando su mano hasta el bolsillo de su pantalón, algo avergonzado.

-No somos iguales, ¿Sam?, Ese es tu nombre, ¿Cierto? -el mencionado asintió-. Sería tu jefe, no tu amigo. -lo miró de arriba a abajo-. Sin mencionar, que no tienes ningún sentido de la moda.

-Creo que la moda es un concepto diverso, quiero decir, lo que es moda aquí, en otro sitio podría no serlo. -asintió-. Y cada persona tiene una idea distinta, creo que cada uno tiene su propio sentido de la moda.

-¿Y el tuyo es vestirte con ropa...holgada y con colores tan opacos?, Estamos en primavera. Además, esa...cosa que tienes amarrada a la cintura, ¿Por qué? -sobó el puente de su nariz-. Sin mencionar que las mangas de tu camiseta y chaleco están arrugadas y puestas sobre el codo de una forma tan...agresiva. -negó-. ¿Puedes decirme que está mal con todo eso? -el menor abrió la boca, dispuesto a responder, siendo interrumpido-. No, no respondas.

El chico de ojos color magenta se quedó callado, frunciendo un poco el entrecejo.

-¿Al menos querrá leer mi currículum y todo eso?

-No. -alzó los hombros-. Creo que tuve suficiente.

-Bueno, yo hice un recorrido muy largo hasta acá, así que me temo que al menos deberá verlo. -puso su carpeta sobre aquel escritorio, ganando una mirada desaprobatoria del mayor, lo cual, no le importó en lo absoluto en ese momento-. Aquí tiene. -dijo después de haber sacado aquello.

Divus suspiró con pesar y sin decir algo más, simplemente miró el papel, sin molestarse en leerlo o algo parecido. Su atención después fue desviada al bloque de notas, el cual tomó.

-¡Eso no es...! -se detuvo cuando la señal de "silencio" le fue mostrada-. Si me prestó atención, sabrá que quiero ser escritor.

-¿Y que es todo esto?

-Energias oscuras traídas por...magia vudú. -alzó los hombros.

-Interesante..., ¿Qué colores utilizarías?

-¿Yo que sé?, Opacos, fríos. Son entes malignos. Posiblemente sean sombras oscuras.

-La "maldad" es algo que puede representarse con mucho más que color negro. Podrías darles detalles con tonalidades púrpuras, rojas, verdes... -se detuvo-. A decir verdad, no estaría mal intentar algo así para Halloween.

Sam sonrió victorioso.

-Tomaré su consejo en cuenta. -afirmó, extendiendo su mano a él, para que le hiciera entrega de aquellas notas-. ¿Me lo devuelve?, Tengo que retirarme.

Crewel obedeció casi inmediatamente, recargándose en su asiento. Golpeó el puntero contra su mano, dedicándole una mirada firme.

-¿Puedes empezar ahora?

El rostro del menor se adornó con una gran sonrisa, asintiendo.

-Por supuesto.