𝐓𝐖𝐈𝐒𝐓𝐄𝐃 𝐖𝐎𝐍𝐃𝐄𝐑𝐋𝐀𝐍𝐃 ╱ 𝙗𝙡

十六 ; 𝐀𝐋𝐎𝐍𝐄

Riddle y Malleus

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Rosehearts siempre había destacado por su innegable desempeño académico, comportamiento ejemplar y explosivo carácter. No había nadie en Night Raven College que se metiera con él y no terminara con un ajustado collar alrededor de su cuello.

Sus participaciones en clases eran constantes y rara vez se equivocaba en algo. Aquello aumentaba su enorme ego (para un cuerpo tan pequeño) de siempre tener la razón en absolutamente todo.

Sin embargo, aquel día se encontraba particularmente agotado; le había costado dormir y dio vueltas por la cama durante horas. No miró el reloj en ningún momento, ya que eso solo traería como consecuencia que contara cuántas horas de sueño le quedaban.

Después de inventar una excusa, logró desviarse a la enfermería. Si había un sitio donde dormir no le traía culpa al pelirrojo, era aquel. Se detuvo antes de ingresar, haciendo un desaprobatorio sonido con su lengua, antes de emprender su camino a la clase de Ashton, debía avisar a Trey que estaría indispuesto por unos minutos y que Heartslabyul quedaba a su cargo (principalmente el dúo Ace y Deuce).

...

Se acercó al peliverde, aprovechando que Ashton estaba demasiado ocupado con el joven Idia.

-Riddle, ¿Qué haces por acá?

-Vine a decirte que estaré indispuesto por unas horas. -fingió toser, desviando la vista. Conocía a Trey de toda la vida, no le era fácil mentirle, además de que no acostumbraba a hacerlo-. Quiero que te encargues de que todo esté en orden.

Clover soltó una risa, acomodándose los lentes, mientras brindaba pequeñas palmadas a la cabeza del más bajito, quién no tardó en sonrojarse, retirando su mano de su anatomía.

-Basta.

-Oh Riddle, no tienes que fingir nada conmigo. -el mencionado hizo una mueca, sobresaltandose después al ver qué volvió a acercar su mano, dejándola sobre su frente-. No tienes fiebre, ¿Algo te duele?

-El cuerpo. -alzó los hombros, volviendo a apartarlo. Hizo un ademán, restando importancia-. Tal vez solo es una gripe.

-Tal vez debería pedir a Lilia un consejo.

-¡N-no es necesario! -afirmó.

La risa de Trey hizo que el menor frunciera del entrecejo. Estaba apunto de reclamar, hasta que divisó una inconfundible silueta oscura. No había nadie alrededor suyo, y todos parecían espantados.

No era para menos, era el temido Malleus Draconia.

-Que molesto. -dijo con brusquedad, interrumpiendo los distintos consejos "anti gripales" de Trey.

-¿Eh?

-Están hablando cosas horribles del líder de Diasomnia y él está justo detrás de ellos. -se cruzó de brazos-. No entiendo cómo no los manda a callar.

-No creo que sea buena idea meterte en los asuntos de Draconia, es temido por algo.

-Te apuesto a que esos chicos no han cruzado ni dos palabras con él. -miró al peliverde, sonriéndole de forma cómplice-. Apuesto a que no es peligroso.