Capítulo 32. Reencuentros & buenos consejos.

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-¿Qué haces aquí?- me preguntó sonriente.

-He venido para pasar las navidades con la familia. La celebramos aquí para presentar a mi... novia- me dolió decir eso.

Maia era una muy amiga mía. Ella vivía aquí en Colorado. Nos conocemos de toda la vida. Después se que me mudé, la veo todos los veranos. Es unos años más grande que yo, y uno menos que Riker, pero me llevo muy bien con ella.

-Oh no- exclamó ella frunciendo el ceño.

-¿Oh no qué? - le pregunté.

-Paso algo con ella, ¿verdad?- me preguntó, o mejor dicho, me afirmó.

-No pasa nada. Nos va bastante bien- dije no muy creíble. Ella cruzó los brazos por debajo de su pecho y me miró con las cejas levantadas. No podía mentirle. Esta chica me sacaba toda la información con sólo mirarme.-Está bien- dije resignado- Te contaré, pero solo si prometes no decirle a nadie...- me rendí. Sabía que ella era de confianza y no lo contaría.

-¡Claro que no lo contaré! ¿En serio dudabas? ¿Por quién me tomas?- me recriminó - Vamos. Tengo unas mesas dentro, nos podemos sentar ahí y me dices- Asentí y entramos. Era exactamente como el recibidor para los clientes. Una mesa blanca con un mantel color rosa, unas sillas del mismo color que la mesa, con unos cojines rosa en la parte del asiento.

-Siéntate- me ordenó. Nos sentamos y Maia me hizo un ademán para que comenzará.

-Haber, por donde empiezo...- dije frotando mis manos.

-Estaría bien que empezarás por el principio- vaciló Maia. Río y yo la secunde.

-Ja ja, muy graciosa- suspiré - ahora si comienzo. Tú sabes que a principios de verano, llegue aquí a Colorado- ella asintió- Bueno, pues mis padres me presionaban para que estuviera en una relación seria, ya que todas suelen ser chicas de una noche o estoy durante una semana con ellas y se acabó. Entonces les mentí. Les dije que si que tenía, pero que no les diría nada de ella, hasta que no la conocieran en persona, ni siquiera el nombre. Estuve con esa mentira por cinco meses. Antes de que finalizaran las clases, salí con mi amiga Laura al cine. Allí me encontré con mis padres y como no tuve otro remedio, convencí a Laura para que se hiciera pasar por mi novia. Mis padres invitaron a su familia a pasar las navidades aquí. El problema, es que en este poco tiempo- empezé a jugar con mis dedos, nervioso- me he enamorado de ella. La verdad, creí que podía ser correspondido, porque ella también se comportaba distinta, pero al parecer, le gusta un joven médico al que conocimos el otro día cuando estuve ingresado en el hospital...- dije mirándola. Ella abrió los ojos como platos.

-¡Estuviste en el hospital!- me preguntó.

-Sí, choqué con un camión, pero no me pasó nada- le respondí serio.

-¿Y como sabes que a la tal Laura le gusta el médico ese?- me preguntó mientras me miraba con el semblante serio.

-Me pareció que dijeron algo de eso- dije con tristeza.

-Ross, no saques conclusiones si no sabes lo que pasó realmente- me respondió.

-Pero, es que en la mañana salió con él. Creo que es una cita- dije más triste si cabe todavía.

-Quizá sean amigos. Ross, no saques conclusiones precipitadamente, puedes arruinar todo en un segundo- para ser tan joven, Maia era muy sabia. Siempre tenía los mejores consejos.

-Puede... puede que tengas razón- le dije con una sonrisa débil.

-¿Y para que venías?- me preguntó.

-Iba a decirle todo, y quería comprar un ramo de rosas- le dije, sonriendo.

-Claro, ¿rosas blancas?- me preguntó. Normalmente, cuando invitaba a una cita a una chica, llevaba rojas blancas.

-No Maia, ella no es otra cita de una noche. Las quiero rojas-

-Vaya, esa chica te debe tener bien enamorado- vaciló.

-Ni te lo imaginas- le contesté riendo.

Al cabo de unos minutos, Maia preparó un precioso ramo con rosas rojas y hojas de color verde. Era grande y bonito. Le pagué y me dispuse a salir por la puerta.

-Ross- me gritó, yo giré para observarla- Buena suerte- me dijo y me guiñó un ojo. Asentí y ahora si salí.

Entre en mi coche y puse el ramo en el asiento del copiloto. Me sudaban las manos, me temblaban las rodillas. Tenía miedo, pero tenía que hacerlo.

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Hola!!

Este capítulo ha sido algo... aburrido. Ya lo sé, pero es q es importante que Maia lo sepa todo, ya veréis porque ;)

Amor por contrato. |RAURA|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora