XVI

1.1K 139 61
                                    

"Un anillo puede dar condena"

Exactamente, al momento justo en que Wooyoung estaba cambiándose para ir a buscar el presupuesto, algo del buró del señor Choi cayó.

El modelo sólo lo miró casi sin importancia antes de que se perfumara. Se giró y camino hasta llegar a donde sea lo que fuera que haya terminado en el suelo.

Grande fue su sorpresa cuando descubrió que era un estuche cuadrado, pequeño.

—¿Qué mierda...?— susurró y su corazón se detuvo al abrirlo.

Un cintillo plateado con pequeño diamantes incrustados alrededor.

—Oh por Dios... — el modelo jadeó y volvió a dejar todo donde estaba.

Su pulso se aceleró, la puerta de la habitación sonó y Wooyoung se levantó. La misma se abrió, el cuerpo de San apareció en la puerta sacudiendo las llaves.

—Te estás tardando... las horas se van a pasar y papá va a llegar...

San notó la mirada del modelo un poco alejada de todo y, por su parte, Wooyoung observó al playboy... todos los recuerdos de tanto padre e hijo pasaron por su cabeza.

—¿San?

El recuerdo de hace un día se le vino a la cabeza y necesitó escuchar si ese sentimiento que le causaba miedo también lo sentía el joven Choi.

—¿Estás bien? ¿Amor?— San frunció el ceño y se acercó a él.

—¿Qué sientes por mí?— el modelo frunció el ceño, le quitó las llaves y lo miró.

—¿Qué?— los ojos del hijo Choi recorrieron el rostro del contrario, buscando algún tono de burla. — ¿Por qué me preguntas eso? ¿Justamente hoy?

—San respóndeme... ¿Sólo es deseo? ¿Sólo es sexo?

Wooyoung lo miró demasiado necesitado.

—Dime lo que necesito. San...

El playboy lo miró, bajó los ojos y la mano de Wooyoung estaba tocando un dedo en especial de la mano izquierda... y ahí comprendió todo, su pecho de apretó... ¡Dios, no! !¿Por qué con él?!

—¿Qué quieres que diga?— San fingió ser desentendido, fingió que no entendía lo que el modelo quería que digiera.

—San por favor... — Wooyoung le sostuvo el rostro entre sus manos. — Dime lo que necesito escuchar, dímelo y juro que dejo todo.

—¿Tanto me deseas?— San elevó una ceja y rió bajito.

—San no estoy bromeando. Dímelo, lo necesito.

—¿Qué quieres escuchar? Dímelo tú... — San quiso morderle los labios.

—No puedo.

—¿Por qué no?

—Porque no estoy seguro de ti. — Wooyoung lo intentó soltar y San le sostuvo de ambas muñecas.

El modelo lo miró y a San le dolió ver sus ojos, el brillo que buscaban una esperanza en ellos.

—San olvídate de todo... necesito saberlo... necesito saberlo para estar seguro de dejar todo, de dejar al señor Choi y una vida entera por algo las que sexo.

—Lo nuestro fue... — el playboy lo miró, su pecho dolió... ¿Por qué con él?

—¿Fue qué, San?

Y el nombrado sólo tomó las llaves del modelo y se separó.

—Voy por el presupuesto. Supongo que la fantasía y eso se suspende, así que... — y San no tuvo en valor de mirarlo a los ojos cuando se fue de la habitación, dejando a Wooyoung solo.




☆☆☆




El cuanto el señor Choi apareció en la casona, pidió a los dos reunirse en la sala en donde estaba la chimenea.

Wooyoung tragó saliva... en esa sala había visto por primera vez –ya hacía un mes, aunque no lo creía– con un celular a San, hablando con alguna mujer.

San sólo volvió a tomar el mismo vaso de la primera noche que provocó a Wooyoung, sirviéndose el mismo whisky... y la sensación de deja vú cortó ambas emociones de los dos.

—Wooyoung...

—¿Señor Choi?

San observó al modelo, algo en su Wooyoung era diferente. Lo notó mientras que bebía un trago.

Su padre se acercó a él y lo besó, San apuró el trago. No le gustaba que lo tocara, lo abrazara y ni siquiera pensar en lo que sucedía en su cama a la noche.

Pero no podía... siempre fue de su padre... y reconocerlo le dolió.

—Wooyoung, quiero que San sea testigo de esto.

Y el hijo del Choi mayor comprendió exactamente por qué Wooyoung quería que le dijera esas palabras que nunca dijo... y se arrepintió duramente.

—¿Testigo de qué?— Wooyoung se hizo el desentendido y miró al señor Choi.

El hombre se colocó en una rodilla y le tomó la mano izquierda.

—Wooyoung... me has hecho sentir cosas que hacía tanto tiempo no sentía. Me haces sentir tantas cosas al mismo tiempo... me haces sentir especial, Wooyoung.

San apretó sus dientes y miró al modelo, Wooyoung tragó saliva cuando el señor Choi sacó la caja de su bolsillo para mostrarle el anillo.

—¿Quieres casarte conmigo, Jung Wooyoung?

Y el nombrado sintió sus ojos llenarse de lágrimas... no por la propuesta sino por la ironía... acababa de escuchar lo que quería desde el inicio, pero ahora no lo quería. Quería que fuera otro hombre el que le esté proponiendo compartir sus vidas.

Y unas lágrimas se escaparon, Wooyoung se dio por rendido completamente cuando San no dijo nada, se quedó callado.

—Si... — respondió y liberó un sollozo. — Sólo dime lo que necesito escuchar. — habló y el playboy ni siquiera separó sus labios, sólo bebió un poco más de whisky.

—Te amo Wooyoung... dime que si... dime que aceptas.

Y ni siquiera dudó en decirlo...

—Si. — Wooyoung asintió con la cabeza y unas lágrimas se escaparon. — Te amo, señor Choi. Te amo... y seré oficialmente tuyo.

Y San apretó tan fuerte el vaso que de rompió en sus manos, atrayendo la atención de los dos hombres en la sala.

—San, hijo, ¿estás bien?

Su padre se levantó y se acercó, San negó con la cabeza.

—Estoy bien. — murmuró San, cambiando sus ojos de su padre a Wooyoung y al anillo que brillaba en su dedo.

—Tienes sangre. — murmuró Wooyoung, mirándolo a los ojos, un par de lágrimas escapándose.

Wooyoung nunca había llorado, ninguno era digno de su llanto pero su pecho dolía tanto por lo que hizo San que no pudo soportarlo más.

—¿Señor Choi?— habló y el hombre, sin soltar la mano de su hijo, lo miró con una sonrisa.

—¿Qué sucede, mi amor?

—Nos casaremos en verano. — respondió. — Me gustaría para esa época.

—Es una buena decisión cariño. — el hombre sonrió antes de volver con su hijo. — San vamos al baño.

—No soy un niño papá. — el joven Choi forzó con todo su esfuerzo una sonrisa y abrazó a su padre. — Felicidades papá... felicidades...

Su padre le devolvió el abrazo y San lo abrazó un poco más fuerte antes de caminar hasta Wooyoung, el cual lo miraba entre gracia y tristeza.

—Felicidades Wooyoung, dentro de poco serás parte de la familia. — San se acercó para besar la mejilla del modelo.

—Me perdiste. — susurró Wooyoung en su oído antes de mirarle la mano. — Ve a curarte eso y gracias por las felicitaciones.

☆☆☆

"α∂υℓτ ϲєяємοиγ"  ωοοѕαи      Donde viven las historias. Descúbrelo ahora