Qué me hizo

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Me levanté de un salto tras tener una muy fea pesadilla, en donde todo se repetía una y otra vez todos mis compañeros burlándose de mí y hablando a mis espaldas de lo ingenua que fuí al caer en la trampa de mi eterna rival. Me vi al espejo y estaba sudando mis ojos azules estaban muy apagados mi aspecto daba miedo «ojalá te pudras» murmuré y me retiré del espejo sin saber a quién dirija con tanto odio mis palabras si a mi verdugo o a mí misma, me fuí a bañar como todos los días rápido y sin dejar que los pensamientos fluyan mucho.
Bajé a desayunar y papá aún estaba en casa desayuné junto a él pero por el extremo silencio parecía que estaba sola.

- ¿Aún tienes esas pesadillas? - preguntó papá, hace tiempo que no tenía esas pesadillas, pero cuando las tengo el siempre se da cuenta, porque hablo mientras duermo.

- Sí - me limité a responder.

- ¿Por qué tu mente es tan indefensa? No puedes simplemente pasar la página y continuar con tu vida, hija no es el puto fin del mundo porque una chica no te quisiera como tú lo quieres -

- No es el final del mundo... - murmuré - Pero es el fin de mí mundo porque ella era mi mundo y todo se acabó cuando ella se fue - dije con un tono elevado de voz y haciendo énfasis en la palabra mi.

- Esa chica se llevó el brillo de tus ojos tus hermosos ojos que heredaste de tu madre y se llevó tú sonrisa y tú pasión, debería estar en la cárcel por ascesinato  de sueños y daño a corazón privado - dijo él con un tono de voz más bajo de lo común mientras se levantaba y caminaba a la puerta.

- Como sea, no creo que te importe mucho -

- ¡Destruyó tú futuro!, un futuro por el que yo trabajé tan duro y por el que tú tuviste que dejar de ser una niña normal para ser la chica disciplinada que lograste ser, no solo se trata de lo que a mí me importe si no de todo lo que tú tuviste que sacrificar por todo eso, y todo para arrojarlo a la basura como si nada, deberías pensar en eso y recapacitar en lo que ella realmente se llevo y en lo que tu dejaste ir por algo demasiado efímero como un amor de adolescentes - dijo mientras se iba dando un portazo.

- Tienes toda la puta razón del mundo papá - dije en un susurro más para mí que para el que seguro ni siquiera escuchó porque ya se había ido.
Terminé mi desayuno y salí al patio, me dispuse a hacer una pintura mediocre mientras pensaba en lo que dijo papá el tiene razón debo dejar de lado todo, olvidar de una buena vez a esa chica pero ¿Cómo? Si todo lo que intento es por demás simplemente no puedo olvidar como ya lo dije no puedo olvidar aunque quiera ¡Por más que quiera! No puedo mi memoria no me lo permite, y tampoco puedo suprimir todo lo que siento porque mi corazón duele cuando lo intento, comenzé a llorar pero esta vez de frustración tanto que comenzé a realizar trazos a lo vago y muy pronto me encontré en el suelo solo viendo a la nada llorando en silencio y suspirando como una completa demente y de repente la figura de su rostro apareció en mi rango de visión.
- «Qué me hiciste» - le susurré a la imagen que tenía en mi mente.
Me limpié las lágrimas y subí a mí habitación tome papel y lápiz para escribir, eso me ayuda a veces, comenzé a escribir todo cuanto quisiera decirle y no puedo, todo cuanto quise decir y no pude, todo aquello que me he callado, aquello cual razón para suspirar como una condenada a muerte, describí su rostro su forma de hablar todo y descubrí que al final no se qué carajo pasa conmigo, acuso a que me rompieron el corazón para ir por la vida torturandome ¿qué me hizo?, ¡¿qué?! esa duda me condena porque no sé qué me ocurrió que le ocurrió a la chica que solía ser aunque con mi memoria la recuerdo, la recuerdo muy bien era apasionada, divertida, y conscentrada, Pero algo anda mal conmigo, algo anda realmente mal conmigo, porque aunque recuerde bien sus cualidades no puedo recordarle, la admiro, la amo, la extraño, pero no logro recordar ¿Quién era ella?.
Me siento mal, me siento mal conmigo misma porque me permití conocer el cielo y ser feliz me permití ser tan feliz, que lastíma, porque ahora tengo el estómago lleno de mariposas muertas y me voy a tragar las palabras que no le dije solo para que mi conciencia se asegure de que no volverán a volar.

Como Lo Fue Para MiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora