N U E V E

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Luzige Ebblis Bell F

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Luzige Ebblis Bell F.

Este pueblo era bastante atrayente para la curiosidad de muchas personas, o al menos personas como yo.

Me encontraba en el bus que me dirigía a la entrada de mi nueva estadía. Traía la cabeza asentada en el vidrio y este se empeñaba por el aire que expulsaba, sonreí internamente al recordar que me encantaba hacer figuras en este cuando era pequeño. Con mi dedo forme una sonrisa en la ventana. Al diablo si nadie me estaba viendo, nadie pensaría lo infantil que es, y a mi nunca me importó mucho lo que piensen sobre mi carácter.

Al rededor se podría apreciar un paisaje muy agradable. Árboles alrededor, un cielo gris, pasamos un lago y habían cerros al norte. Sonreí nuevamente, hice bien en venir y alejarme de la ciudad.

-¡Parada en Shadow Hollow ! - grito el conductor, tomé mi maleta y mochila. Mire adentro del bus y sólo me encontraba yo. Y al fondo una anciana que se encontraba durmiendo.

Una vez fuera puse sentir el ambiente helado de este lugar. Relami mis labios y observe alrededor. Tome mi celular y comencé a buscar entre los contactos de este

-¡Eh! Adán, ya llegue, me puedes volver a enviar la ubicación del establecimiento..... Si es que se borro.... Lo se, lo se.... Am- rasque mi barbilla, necesitaba rasurarme- ¿Quieres que te espere en la plaza central ?.... Ah, mejor así.... Si es que pensaba tomar un taxi y darle la dirección... ¿Que aquí no hay taxis?... Oh bueno, yo iré y nos vemos allá.- y cortó la llamada

Tome mis cosas nuevamente y comencé mi recorrido.

-Oh mierda- Detuve el paso y puse mi mano en mi cara -Olvidé pedirle la dirección del lugar donde nos encontraríamos. Era la plaza central, pero ¿donde diablos era eso?- alrededor las pocas personas que transitaban en la parada me miraban con rareza -¡Ah, si! - exclame y una señora me miro con el ceño enmarcado -Cierto... cierto. Estoy pensando en voz alta- susurre y me reí por lo bajo.

Volví a marcar el número de Adán, pero este no contestaba. Comense a mirar al rededor mientras caminaba. Una chica muy simpática se encontraba mirando al rededor, entrecerre mis ojos, se encontraba haciendo cuadros de enfoque con los dedos. Sacó una cámara y empezó a ajustar el lente.

En mi interior, mi subconsciente me decía que no haga algo estúpido, pero mi yo exterior lo ignoró. Me acerqué corriendo al frete de donde enfocaba y justo cuando la cámara hizo clic pose en frente de ella. Sonreí ampliamente y luego le siguió una carcajada

-¡¿Que demonios!?- gruño la chica y me miro confusa. Guardo su cámara y puso sus brazos al aire en desesperacion - ¿Que sucede contigo? ¿Sabes lo difícil que es encontrar un buen enfoque? - seguía quejándose y yo sólo tape mi boca para contener la risa

-Lo siento, lo siento. Pero fue inevitable- seguía riendo y ella aún no entendía nada

-Ah ¿Te fue inevitable actuar como idiota? - su cara sólo expresaba enojo y la mía gracia

La Ironía Del PecadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora