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Alba:
no tendrás algo que ver con una playlist que me ha aparecido de repente, verdad?

Natalia:
no, que va

Alba:
te importaría explicar?

natalialacunza:
creí que se entendía
iré subiendo cancioncicas únicamente para que tú las escuches

Alba:
y no era más fácil simplemente ir pasándomelas por whatsapp?

Natalia:
no le quites la magia

Alba:
que romántica

Natalia:
romántica no es exactamente lo que llamaría a algunas de las canciones que tengo planeadas para la playlist...

Alba:
tengo miedo de preguntar

Natalia:
me refiero a que hablan de lo mal que me caes, que pensabas?

Alba:
ya ya, claro

Natalia:
playlist

Alba:
eh?

Natalia:
que te fijes en la playlist, tonta

Tan rápido como leí eso, cambie de aplicación para ver qué es lo que había agregado, a pesar de no tener idea alguna de que podría haberla hecho hacerlo

"Shut Up", de Simple Plan. Así que en vez de decirme que pare, ¿me manda una canción para callarme? Gran táctica.

Alba:

ya entiendo, vaya magia

Natalia:
requiere tiempo, así como las mejores cosas

Alba:

qué te hace pensar que vamos a tenerlo?

igual de aquí a dos días ya nos cansamos y no hablamos más

Natalia:
claramente no puedo decir que eso no es verdad, pero si dejamos de hablar va a ser porque te hartes de mi seguro, que soy super pesada

Alba:
tengo paciencia

Apenas pude terminar de escribir ese mensaje, ya que Marta se llevó toda mi atención al instante. No solo no sabía que estaba despierta, sino que había empezado a cantar una especie de ópera de forma espontánea, relatando las cosas que iba haciendo como si tuviese espectadores... pero pensando que no los tenía.

Mi celular seguía vibrando, probablemente Natalia y su teoría de la playlist mágica, pero yo estaba demasiado fascinada por lo abstraída que Marta estaba de la realidad como para notar que yo la seguía con la vista a tan solo unos pocos metros.

La verdad que esta chica en otra vida podría haber sido cantante de ópera, no se le da nada mal.

Conociendo a Marta, podría, y debería, haberlo visto venir. Me distraje un segundo y cuando volví a prestarle atención ya no había ni rastro de la ópera, ahora estaba cantando algo mucho más animado.

—...necesito a ti, porque nadie me roba la terraza como tú a mi...

Sinceramente, sonaba como una canción de críos. Además, robar la terraza tampoco suena como una situación muy madura. Pero no pude meditar mucho más debido a que Marta pegó un grito y escuché algo caer al suelo.

—¿Cuánto llevas ahí? —me preguntó alterada— Madre mía, que susto. —agregó con una mano en el pecho

—Un rato, lo que no sé es cuanto llevas tú aquí. Ni siquiera sabía que estabas despierta y de repente he escuchado ópera. Y, ¿se te ha caído algo? Porque estoy bastante segura de haber oído algo mezclado con tu grito.

—Si, mi tenedor ha salido volando. —explicó mientras se levantaba a recogerlo— Deberías intentar lo de relatar las cosas con ópera, es super divertido.

—¿Y la otra canción que era?

—Algo que solíamos hacer con Natalia y Sabela. Dices el nombre de alguien tres veces, le sumas un "necesito a ti" e inventas un porqué. En plan, "Oh Alba, oh Alba, oh Alba, necesito a ti, porque... nadie me psicoanaliza, como tú a mi".

—Pues mas te vale que no, que no me roben el puesto.

—Oye pero en serio que quiero usar lo de cantar ópera para todo, ¿podemos sumarla a la conga?

—Imagínanos a las tres recorriendo el departamento cantando ópera. De verdad, imagínate la situación, Marta.

—Me he levantado temprano y encima estáis hablando de ópera, y no merezco esto. —se quejó María mientras salía de su habitación— No estaréis hablando de ir a ver una ópera, ¿no? Porque eso es un no rotundo por mi parte.

—No, que va. Es que he hecho un gran descubrimiento. Si relatas todo en forma de ópera se vuelve super divertido, mira.

Y así Marta empezó a cantar otra vez, esta vez metiendo a la Mari en su canto. Y no voy a negarlo, ver la cara de mi pobre compañera de piso mientras trataba de despertarse a la vez que asimilar lo que estaba presenciando, me había hecho el día.

Yo por mi parte volví a sentarme en el sofá con una sonrisa, ya había tenido suficiente ópera por un día. Suspirando, finalmente decidí prestarle atención a la pobre chica del otro lado de la pantalla, a la cual había dejado colgada.

Natalia:

oye que esa canción no iba en serio

la he borrado, aviso

si te callaras nunca habría tenido alguien con quien hablar a las 4 de la mañana
así que no lo hagas

Psicología de la MúsicaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora