One-Shots //Bnha//

Mirai Sasaki (Sir Nighteye)

Altura //Spoiler?//

Mirai llega a casa a descansar luego de terminar todo el papeleo que se amontonó extrañamente sobre su escritorio. Sir podía ser un hombre de oficia, pero no amaba nada tanto como estar en casa junto a su esposa. Allí es donde entras tú.

Despertaste sudada sobre la cama con tu cabello pegándose a tu frente, no penséis mal, pudiste salir de esa horrible pesadilla que estaba atormentándote. Era tan real que pudiste tocarlo con los dedos que se humedecieron al instante con la sangre derramada, las lagrimas rodaban como la lluvia sobre tus ojos grises sin que pudieras evitarlo, esa sola imagen te paralizaba.

Caminaste descalzada hacia la cocina por una merecida taza de café, al andar por la casa sin el calor de la cama sentiste el frío atroz calarte hasta los huesos, hubieras tomado una frazada improvisada si no temieras despertarlo. Encendiste entre tarareo la cafetera mientras con el ceño fruncido buscabas tu condenada taza favorita, era de un hermoso color turquesa y Mirai te la había regalado en tu primer cumpleaños juntos, conocía mejor que nadie tu obsesión por ese liquido marrón que te devolvía la vida. Maldijiste cuando alzaste la mirada y tu objeto de la suerte se encontraba en el ultimo estante ¿Quién la habrá puesto allí? Bufaste resignada.

-Esto es jugar sucio-te paraste de puntillas estirando lo más que podías haciendo que la yema de tus dedos rozara la taza turquesa, el resultado fue que la empujaste mas al fondo. Genial. Ahora tendría que ir por una silla.

-¿Te es tan difícil pedir mi ayuda? Eres demasiado testaruda...- te estremeciste al escuchar su voz profunda y un poco rasposa por el reciente despertar, te temblaron las piernas. Estiró su largo brazo y tomo la taza sin ningún problema, te veía de manera inocente mientra tu con una mueca.

-Si no la hubieras puesto allí nada de esto hubiera pasado.-te serviste café y luego una para él. Adorabas verle con el cabello revuelto, opuesto a su cabello normalmente peinado a la perfección.-¿Qué haces despierto?-preguntaste.

Él tomó asiento sobre el sofá viéndote desde en la isla, su mirada sin lentes era cansada, podías ver que aún tenia sueño y como culparlo. Eran horas de la madrugada. Bebiste ese trago amargo que en realidad sabia a la misma gloria, cuando creíste que las imágenes se habían disipado regresaron para perturbarte.

-No puedo dormir si mi esposa no está conmigo.-contestó honesto. Te enterneció al punto de hacerte sonrojar, no importaba cuantos años llevaran juntos nunca te ibas a cansar de las sorpresas, momentos y su conocida rutina en pareja-Ocurre algo malo ¿verdad?

Sin necesidad de su poder que predecía el futuro podía conocer que te ocurría,  conocía cada parte de ti. Quisiste contestar, pero ningún sonido salió mas que el temblar de tu labio inferior, no estabas lista para hablar de ello y jamas lo estarías ¿Cómo decirle otra vez viste su muerte?

¿Tu don? tenias visiones mientras dormías, pero a pesar de que esa visión no se cumplió no podías olvidar el cuerpo de tu esposo entre tus brazos cubierto de sangre y al borde de la muerte, odiaste tanto esa misión. Si tu hermana no hubiera estado contigo ese día, lo hubieras perdido.

-Una pesadilla.-con punto y final. Porque no volverías a mencionarlo, sin embargo Mirai pareció entenderlo a través de tus ojos. Pensó en contarte un chiste, pero eso solo te haría sentir peor.

Bebiste otro sorbo para caminar hacia él y sentarte sobre sus piernas, pegaste tu oído a su pecho y te relajaste escuchando el latido de su corazón. Este pasó sus brazos alrededor de tu cuerpo y acunarte mientras sollozabas sin soltar por nada del mundo el café. Mirai apartó la bebida dejándola sobre la mesa y te sentó de forma que pudieras verlo a los ojos, tus piernas estaban alrededor de su cuerpo.

-Moriste Sir.-su pulso se aceleró ante la forma que lo llamaste, enterraste tu cabeza en su cuello sintiendo aroma a tinta -Moriste una y otra y otra y otra vez...en ninguna de ellas pude salvarte.

-Estoy aquí Cielo. Con vida, y no pienso irme.-besó tu boca con seguridad y ternura, besó cada una de tus lágrimas entrelazando sus manos. Amabas que sus manos fueran más grandes que las tuyas.-No voy a abandonarte.

Las palabras sobraban es esa apasionada sesión de besos, lo que empezó como un tierno momento de inseguridad siendo reemplazado por una promesa terminó con besos pasionales y necesitados. Te sostenía con fuerza de la cintura y apegaba tu cuerpo al suyo queriendo profundizar el beso con sabor a café, él dulce y  tu amargo, una combinación que es mejor de lo que suena. Enredaste sus dedos en su cabello, le encantaba.

-No vuelvas a poner cosas muy alto, aunque amo tu altura y lo sabes.-oh, claro que lo sabía. Besó tu cuello y regresó a tus rosados labios-Eres codicioso Mirai Sasaki, o debería ser...Sir Nighteye.

¿Cómo alguien podría cansarse del amor?

 Mirio tendrá que esperar a Sir Nighteye hasta el día siguiente, porque estará muy ocupado antes de volver a la oficina. 

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¡Hola lectores!

Esa temporada fue dolorosa, pero luego espero la película de kimetsu no yaiba y me deprimo aun más... Ah Mi Rengoku :(

¿Quién mas está triste por el final del manga de KNY? TT v TT 

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Os quiero.