Alucinaciones

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-¿James?- es lo único que digo. Una melancolía presiona mi pecho cuando se baja del auto y abre la puerta para mi, para después observarme, sus ojos cristalinos me transportan a él, a Leo, y no puedo evitar recordar como son sus auras, y lo grande que se hacían sus pupilas cuando me observaba bajo la oscuridad en alguna de nuestras escabullidas nocturnas.

-Emily...- salgo de mi trance y lo observo- ¿estás bien?

Asiento y me meto al auto antes de que vea que no es así.

Me acomodó y no puedo decir que me siento cómoda con esta situación, a James lo acabo de conocer, y es extraño subirme en el auto de un completo desconocido. Las personas que antes conocían, eran personas con las que prácticamente creci, ya estaba acostumbradas a ellas, ahora es como sino conociera nada ni a nadie, más que a mi, a mi historia y no más.

-¿Segura qué estás bien?- vuelve a preguntar.

-Si, sólo que...- me giro un poco en el asiento para observarlo conducir, y debo admitir que se ve demasiado bien, ¿será de los chicos guapos del colegio o algo así?- esto es nuevo para mi, no conozco nada, ni a nadie, ni siquiera se como es una escuela por dentro, no sé si voy a encajar o estaré condenada a pasar sola el ciclo escolar solar, no se cual debe ser mi comportamiento o que debo y no hacer yo solo...

-Emily- poe su mano sobre la mía y su contacto me hace sentir extraña.- todo va a estar bien, ni siquiera hemos llegado y ya estás nerviosa o pensando en que pasará, aparte, tu tranquila, si gustas podemos estar juntos hasta que te sientas más cómoda o conozcas a alguien, te muestro el lugar y te ayudo en lo que necesites.

-No quiero molestar James, me imagino que tu tienes cosas que hacer en ese lugar, siendo honesta no pareces ser un chico que pasa desapercibido.

Esboza una sonrisa de lado y observo con inquietud lo lindo que se ve.

-Emily- me observa de pies a cabeza- créeme, si alguien en este auto no va a pasar desapercibido, eres tu, ¿acaso ya viste lo bien que te ves?, ¿o lo impresionante que es tu cabello?

El color sube a mis mejillas y bajo mi rostro pero el toma mi barbilla con su mano y me hace observarlo.

-Vas a estar bien ¿okey- asiento- ahora llénate de toda la seguridad que hay en tu ser, porque bajando de este carro tienes que verte empoderada.

-No sé hacer eso- me observa fingiendo sorpresa y removiendose en su asiento con un aire de diva.

-Me va a tocar enseñarte corazón- simula llevar su cabello fuera de su rostro- primer paso, tienes que bajarte como toda una primera dama, como si fueras la reina de este lugar, segundo...- me observa con una mueca de diva- no te veo apuntando querida.

-Oh sí- saco una libreta de la mochila y una pluma.

-A ver, tienes que caminar con una seguridad que le demuestres todos que ya llego la mera mera, ¡uy! y tu con ese cabello, tienes que jugar con él, claro, no te tienes que ver como una perra, también puedes sonreír, verte ligera pero segura, con actitud, y por favor retocar ese brillo labial que ya casi llegamos.

Guardo todo y a como puedo me lo aplico mientras uso como espejo el vidrio.

-¿Listo?- pido su aprobación sobre mis retoque y justo cuando termina de estacionarse me observa.

-Mmmm- inspecciona mis labios con un brillo extraño en sus ojos para después desabrochar su cinturón de seguridad y acercarse a mi, saca un pañuelo y lo enreda en su dedo para después deslizarlo por el contorno de mis labios con delicadeza. Se separa un poco y los observa nuevamente para después observarme fijamente. Un ambiente extraño se crea y decidió romperlo.

-¿Entonces está bien?.

-Ah, sí- traga grueso y toma su mochila de la parte trasera del auto.- ¿lista?

Asiento entusiasmada. James baja del auto para después abrir mi puerta y ofrecerme su mano para yo salir. Intento controlar mi respiración ante los nervios mientras acomodó mi uniforme.

-Esto es enorme- observo todo mi alrededor, anonadada por lo bonito que es, hay muchos árboles dando sombra al estacionamiento, y hay muchos jóvenes y jovencitas saliendo de sus autos sonrientes o apresurados.

-Esto es sólo el estacionamiento, aún falta ver lo demás. Me ofrece su brazo para caminar y lo acepto enredando el mío en este. Damos unos cuantos pasos y siento cada vez más miradas sobre mi. Un grupo de chicas pasan frente a nosotros y me observan con desprecio como si fuese la persona que le hizo la vida imposible. James parece sentir lo tensa que me estoy poniendo y se detiene para ponerse frente a mi y observarme.- Hey, tranquila ¿si?, esas chicas no te observan así por tu culpa, ellas observan así a todo el mundo, se sienten las reinas del lugar, pero nadie las toma en cuenta siquiera.

-Esta bien- exhalo mientras seguimos caminando, hasta que mi respiración se hace inexistente al ver la gran escuela- ay por Dios, es bellísima.

Escucho la risita de Jame mientas se que me observa sonriente.

-Y no has visto lo mejor- lo observo sorprendida y le sonrió ansiosa de conocer el lugar.

-¡Hey James!- alguien lo llama y James sólo cierra sus ojos con fuerza mientras se tensa.

-Oye, disculpa, ya vuelvo, no tardo nada en verdad, son mis amigos, si quieres ve avanzando un poco yo te alcanzo en unos minutos.

-Está bien, ve anda- los observo y no puedo ignorar como lo observan divertidos, y como me inspeccionan a mi. Los dejo de ver e inició a caminar antes de hacer suposiciones o pensar en el que dirán. Doy sólo un par de pasos cuando James vuelve a mi lado y debo admitirlo, me sentí segura cuando el volvió.

-Lo lamento, están de fastidiosos porque bueno, eres nueva, y llamas mucho la atención, y pues bueno llegue contigo ya sabes... sólo...

-James está bien- me detengo para observarlo- y enserio gracias por ayudarme.

-No tienes nada que agradecer Emily- me guiña un ojo y sonríe matador.

Niego divertida y dirijo mis ojos a una fila de autos muy lujosos que está detrás de James. Desde el uniforme asumí que este sería un lugar algo prestigioso pero no tanto para ver vehículos blindados y de seguridad.

-James...

-Dime

-¿Alguien de mucho prestigio viene a está escuela?

-Pues viene hijos de familias muy ricas, ¿por qué?

-Por esos autos- los señaló y James observa con el entrecejo fruncido a donde yo le señale.- Mmmm, nunca había visto esos autos, nadie aquí viaja con tanta seguridad o en camionetas de mucha seguridad y protección, tal vez es un o una estudiante que acaba de entrar.

Recuerdo el auto en el que viaja la reina y Leopoldo, y la formación de está, que es tan similar a la de los autos frente a nosotros.

-¿Crees qué sea alguien como el hijo de algún gobernador, o de...

-La realeza, el chófer tiene en escudo de la realeza.

Mis manos inician a temblar, mi boca se seca y mi respiración se vuelve inexistente ante está palabra. Un presentimiento se sienta en mi y por alguna extraña razón siento que algo va a suceder.

Enamorada de un PrincipeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora