Mi promesa

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-Gracias por llevarla James, que buen joven eres- escucho a lo lejos, abro un poco mis ojos y veo la poca luz penetrar por la ventana. Mis ojos vuelven a ser pesados y los cierro nuevamente. Un fuerte dolor de cabeza me hace despertar, observo mi alrededor y veo mi habitación. Hago memoria de lo que pasó y la melancolía vuelve a mi. Giro en esperanza de ver mi vaso de agua sobre la mesa de noche cuando mis ojos llegan a él. Jame esta dormido en el balcón de la ventana, su postura es la peor y seguro esta contracturado. Me levanto sigilosa hasta llegar a él. Lo observo dormir plácidamente mientras veo como sus pestañas se ven oscuras ante la luz de la luna. Intento encontrar una explicación a todo esto las piezas se unen cuando Le... cuando él viene a mi mente.

Leo desapareciendo detrás de la puerta.

Llanto inconsolable.

Luz de la luna a través de la ventana

"Gracias por llevarla James...."

Sonrió mientras lo veo, no me gusta la idea de que me vea destruida pero ya no puedo esconderlo, el dolor es mayor que yo, me gano.

Voy adentro por una sábana y lo cubro.

-Gracias James- dicho esto vuelvo a la cama, me acuesto de modo que puedo verlo hasta quedarme dormida.

Siento una mirada penetrar mi nunca y me giro para ver de dónde viene. James se voltea intentando disimular y sonrió de manera discreta.

-Buenos días James- me escondo un poco entre las sábanas al imaginar como debo verme en este momento.

-Buenos días Emily- sonríe apenado.- yo... puedo explicarlo...

Me siento en la cama aún con la mitad del rostro tapada y el algo pensativo se sienta lejos de mi.

-Te escucho.

-Ayer llamé para comunicarte que vendería a traerte tu tarea y demás ya que cuando sali de la escuela no te vi por ninguna parte y supuse que saliste de emergencia. Cuando llegue, Rouse no puedo abrir asique entre y te vi recostada en el hombro de ella, con tu rostro rojo, y tus ojos... bueno, Rouse me pidió que si podía llevarte a tu habitación y lo hice, me dijo que no estabas del todo bien y que se quedaría a ayudarte, pero insiste que durmiera y yo te cuidaba hasta cierta hora, pero... me quedé dormido, y veo que tu lo notaste.

Su mirada va a la sabana y asiento.

-Pense que tendrías frío.

-Gracias.- me sonríe y yo bajo la mirada.- yo... será mejor que me vaya, mmm cuídate ¿okey?

Asiento mientras lo veo salir de la habitación. Respiro hondo mientras bloqueó todo pensamiento que tenga que ver con lo sucedido anoche. Mis ojos pican y se que las lágrimas ya vienen así que me pongo de pie de inmediato y me meto en la ducha.

Salgo y mientras seco mi cabello escucho un sonido extraño, busco por toda la habitación hasta que los veo. Mi corazón se acelera al ver la laptop y el teléfono y lo único que quiero es lanzarlos con fuerza desde el balcón, pero se que esto debió ser muy caro y que no cualquiera tiene oportunidad de tenerlos. Los tomo y los dejo sobre la cama. Vuelvo a escuchar aquel sonido y observo la pantalla del móvil.

De: Rubio favorito
Lamento haberme ido de esa forma, no estoy acostumbrado a despertar en habitaciones desconocidas, y mucho menos a "dormir" con chicas siquiera.
Pero quería decirte que te alistes, pasaré por ti en 30 minutos.

Niego divertida mientras me observo al espejo, mi rostro luce desconocido, incluso me siento ajena, es como si supiera lo que veo, pero no tuviera noción de quién es.

Enamorada de un PrincipeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora