Emily,Emma y Emm (SUBIDA LENTA)

Capítulo 18

Maratón 1/3

-Un he-helado de vainilla, porfavor-Pido al joven detrás del mostrador.Él asiente con la cabeza y mira a Arthur y Max, le pregunta de que quieren el helado y una vez que tiene nuestro pedido nos pide tomar asiento y anuncia que en unos minutos nos los traerá.

Los tres tomamos asiento en una mesa de madera clara y sillones de piel roja.Ambos chicos se sientan en un lado y yo tomo asiento frente a ellos.La incomodidad se palpa en el aire, y en un intento de disminuirla, hablo:

-Arthur... -Me veo interrumpida por Max cuando habla al mismo tiempo que yo

-Emm......oh, habla tu...

-No...t-tu habla...-Miro mis manos tratan de menguar mi incomodidad, comienzo a pensar que no fue buena idea venir con ambos.Max se niega a hablar y nadie osa interrumpir el silencio, exceptuando por Nanuck, quien suelta pequeños ladridos desde mi regazo; hasta que llega el chico con tres copas de helados en las manos.

Rápidamente me pongo en pie y agarro mi copa de helado, el chico me agradece y deja las otras dos copas en la mesa, camino afuera del establecimiento, y si algo me gusta de esta heladería, es que te dejan consumir sus productos en todo el parque , ya que las copas son de plástico biodegradable.

Camino con mi helado en una mano y la correa de Nanuck en la otra, Max y Arthur caminan a mi lado, mudos; hasta que llegamos a un sitio alejado de todo el tumulto y bullicio, tomo asiento en una banca y miro a mis amigos.

-Piensan ha-hablar o lo te-tengo que hacer yo?-Un ruido estridente y repetitivo suena cercas, un timbre de un celular, me pongo nerviosa y mi respiración se acelera, pero ninguno de los dos chicos lo nota, estoy tratando de controlarme.Arthur mira su celular, se aleja unos pasos y contesta la llamada. Mientras tanto, Max toma asiento en la banca, a un lado mío.

-Lo lamento Emm, pero me tengo que ir, mi madre me necesita-.Se acerca a mí y me da un pequeño abrazo, luego solo mira a Max y se va.El chico de cabello castaño suspira ruidosamente, ambos miramos el lago en la lejanía, él aún mirando al lago habla:

-¿Qué te gusta hacer Emm?

-¿Cómo?-.Pregunto confundida.

Él, con la mirada perdida en la lejanía suelta un pequeño suspiro casi imperceptible, y se gira para verme a la cara.

-Tengo entendido que  cada...persona, es diferente y gusta de hacer distintas cosas.

La inseguridad baña su voz y acompaña a su frase entera.

-A...-Tomo un respiro profundo y hablo mirando al suelo -Algunas veces es así, con algunas personas es así, e-en nuestro caso, compartimos muchos gustos, yo soy...-. Mi corazón acelera su ritmo, el timbre del celular de Arthur me ha dejado ansiosa.

Cierro los ojos y tomo pequeñas respiraciones, recargo mis brazos en mis rodillas.Mi respiración se agita. Una mano se recarga en mi espalda, mi cuerpo entero tiembla.

-¿Emm, estás bien?

-Yo...yo soy...yo estoy...

De mi boca solo salen palabras incoherentes y frases sin terminar.

-Ehh, tranquila-. Permanece unos segundos en silencio, con su mano en mi espalda, dando leves caricias, y luego, con voz calma, habla.-Imagina que estás en un campo lleno de flores, ves el cielo azul y esas blancas y esponjosas nubes?.Estira los brazos e intenta tocarlas; siente los cálidos rayos del sol en tu cara, en tus brazos, en tu piel. Siente el aire impactando contra tu cuerpo...Ahora, abre los ojos y mírame.

Hago exactamente lo que dice, con mi respiración controlada, lo miro a los ojos. Y sin darme cuenta, sonrío, sonrío viendo esos dulces ojos.

-Te ves hermosa cuando sonríes...

Un sonrojo se expande por todo mi rostro.
Nanuck, que había permanecido en silencio, comiendo de mi helado que cayó al suelo, brinca y me lame la mejilla, río por ello, y Max también, y entonces río porque Max ríe.

Y en ese instante, comprendo porque la gente ríe tanto. Ríen porque la vida está llena de bellos momentos, solo hay que saber encontrarlos y aprovecharlos.

Hola, les pido que si les gusta lo que leen, me regalen uns estrellita y los invito a que comenten y compartan su opinión.

Adios panditas azucarados!