Emily,Emma y Emm (SUBIDA LENTA)

Capítulo 19

Maratón 2/3

Salgo de la ducha,dibujo una carita feliz en el vidrio y luego limpio el vahoo del espejo con mi antebrazo, miro mi reflejo,observo mi pálida piel.

«No te vendría mal tomar un poco de sol»

Te habías perdido subconsciente, bienvenida de nuevo!

«Ja,ja, que graciosa»

Enrollo una toalla a mi alrededor y salgo del baño lleno de vapor.

Una vez que me he cambiado, me recuesto en mi cama y miro al techo, intento encontrar formas ocultas en él.

Una vibración llama mi atención, es mi teléfono.
Lo sostengo arriba de mi cara y veo el identificador de llamadas. Max.

Contesto la llamada, sin decir nada, esperando a que él diga algo primero.

-Hola,Emm!

-Ho-hola,Max-. Saludo.

-¿Cómo estás?,¿Estás haciendo algo?

-Est-estoy bien, gracias, y tú?.N-no estoy haciendo nada, porqué?

-También estoy bien...-.Permanece en silencio unos segundos y luego habla.-Solo quería decirte que hoy me la pasé increíble con tu compañía...me gustaría repetir eso, claro, si tú también quieres y...

-Y-yo ta-también me la pasé muy bien,Max-. Lo interrumpo, queriendo hacérselo saber.

Cuando no añado nada más, el vuelve a hablar.

-Bueno,eh...voy a empezar a ver una película.Estaba pensando que quizás ambas podríamos ver la misma película y compartirla; es de terror, te gustan las películas de terror?

-Eso depende...- Mi mirada se pierde en el techo, dejo de escuchar la voz de Max, dejo de ver el techo y de sentir la cama debajo de mí.

Estoy sentada en el sillón rojo de nuestra sala,cobijada hasta el cuello, viendo una película de terror, "Ghostland" es el título si no recuerdo mal. Y entonces las escaleras crujen bajo su peso, el ya conocido olor a alcohol inunda mis fosas nasales, asustada, cubro mi cuerpo entero con la cobija y permanezco quieta, los escalones de madera chirrían.
Sus pesados pasos hacen eco en la casa.Me quedo quieta, pensando que si no me ve, todo estará bien.
Más equivocada no pude estar.
Sus pasos se acercan a la sala y su ronca voz hace acto de presencia.
-¿Dónde está mi princesita?-. Pronuncia con dificultad, arrastrando las S's con su lengua adormilada a causa del alcohol.
Me quedo quieta y aguanto la respiración.
De un instante al otro, la cobija es desprendida de mi cuerpo, un grito ahogado intenta salir de mi garganta.
Me levanto del sillón a toda prisa, tratando de huir, pero él es más rápido, toma mi muñeca derecha violentamente, impidiendo mi huida
-¿A dónde crees que vas, princesita?. Papi quiere un poco de diversión.
Intento desesperadamente que suelte mi muñeca para poder huir, pero es en vano, aún borracho su fuerza es el doble sino, triple que la mía.
Aún sujetándome de la muñeca, me arroja al sillón y él se sienta a horcajadas de mí.
Apenas y puedo respirar, y aunque pudiese hacerlo, no quiero hacerlo, no quiero aspirar su olor, su escencia.
Su nariz se pega a mi cuello y respira calmadamente, su aliento en mi oído me produce asco.
-Deja a papi divertirse un poco,¿sí?
Intento gritar, intento pedir ayuda, pero lo único que logró es llorar en silencio mientras él se divierte.

-Emm, estás ahí?!

Dejo de ver el techo y me siento en la cama, miro mi alrededor, dándome cuenta que ya no estoy más en esa casa, en ese sofá. Limpio una lágrima que se desliza lentamente por mi mejilla.

-Emm?!!

Max sigue hablando a través del teléfono, pero no le prestó atención a lo que dice, me levanto de la cama y salgo al balcón, cerrando las puertas trás de mí.

Me deslizo por la puerta de vidrio suavemente hasta llegar al suelo y sentarme allí, la luna brilla en todo su esplendor, las estrellas apenas y se ven.

El aire frío y la obscuridad me acompañan, me hacen sentir viva de una manera distinta a como lo hace cortarme. Lleno mis pulmones con el aire helado y me quedó hecha un ovillo hasta quedarme dormida, viendo la luna con la mirada perdida.

¿DÓNDE ESTÁN, CHICAS?
LAS NECESITO...

Hola, les pido que si les gusta lo que leen, me regalen uns estrellita y los invito a que comenten y compartan su opinión.

Adios panditas azucarados!