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La semana transcurrió de manera anormal, me sentía observado todo el tiempo, como si alguien estuviese al asecho de mi. No dejaba de pensar en ese maldito papel, de tan solo recordarlo se me eriza la piel.

No volví al bar de James por razones obvias, no quiero perder mi trabajo hasta me prometí a mi mismo que dejaría de beber y me alejaría de esa vida llena de vicios.

Rebecca y yo tuvimos otra discusión, una fuerte discusión que me dejo pensativo, según ella ya no le presto atención e hizo lo que mas me frustro, me acuso con que la engaño con otras mujeres...¿pueden creerlo?

Desde entonces ella duerme en nuestro cuarto y yo en el sofá, que "hermosa" es mi vida matrimonial.

Me encontraba en el colegio, como era un día lluvioso casi ningún alumno se presento a clases, me aliviaba un poco.

Mire la hora en mi reloj, ya era hora de volver a casa, caminaba rápidamente por el estacionamiento del colegio, estaba tan vacío que parecía la típica escena donde sale un asesino para perseguir al protagonista.

Subí a mi auto y deje mis cosas en el asiento de atrás, todo estaba oscuro pero me quede allí pensando en esa maldita frase.

¿Por que estas cosas me pasan a mi?

Me sentía frustrado, no podía recordar absolutamente nada de aquella noche, mis recuerdos solo van y vienen, lo ultimo que recuerdo es ver a Jason ayudando a James...luego todo es oscuridad.

¡Mierda!

(...)

Entre a casa, las luces estaban apagadas, no había nadie. Rebecca se ha ido a casa de su madre y no volvería hasta mañana en la tarde.

Pero ella no era mi gran preocupación, solo hay algo que no puedo quitarme de la mente y es esa frase, busque de nuevo aquel papel, releí la frase escrita...aunque quiero olvidar eso, no puedo, me pone nervioso saber que alguien se tomo el tiempo de poner esto en mi bolsillo ¡Mierda! ¿quien eres?

Mi cabeza dolía de tanto pensar y tratar de recordar, maldita sea.

El timbre de la casa me saco de mis pensamientos ¿Quien rayos seria a esta hora? me senté en la cama y mire mis manos, comencé a temblar...tengo algo de miedo.

Kirk tienes que ser hombre y ver quien es.

Baje rápidamente las escaleras, abrí para ver quien es...

-¿Jason?-hice una mueca confundido.-mierda...eres tu.-suspire aliviado.

Ya estaba pensando que seria alguien desconocido o peor, la loca que me escribió ese mensaje.

-¿Por que tan nervioso?-rió

Lo mire con pena, no se si seria correcto mostrarle el papel extraño...aunque tal vez pueda ayudarme.

-Es que...alguien...ah...-no podía hablar.

Jason seguía esperando mi respuesta, solo estaba balbuceando como el imbécil que soy. Iba a decirle sobre aquel tema, pero no era muy importante que digamos, solo tengo que olvidarlo.

-Ah no, no importa...pasa.-

Jason paso, automáticamente mire para todos lados asegurandome que no haya nadie.

-¿Estas solo?-pregunto.

-Eh...si.-me puse nervioso.

-¡Que bueno porque traje cervezas!-rio para luego sacar las latas de su bolso.

-Jase...me prometí a mi mismo que ya no bebería...-mire las latas.

-Okay...mas para mi.-reímos.

No debo beber, no, no debo, aunque el deseo es incontrolable...es mas, mañana tengo que trabajar. Pero bueno, creo que una cerveza no hará daño...nos sentamos en living para relajarnos un rato.

-¡Oh que tonto!-rio buscando algo en su bolsillo.-esto estaba tirado en tu tapete, supuse que no lo habrás visto.-me extendio un sobre doblado por la mitad.

Tome el sobre con desconfianza, en el dorso decía mi nombre con una caligrafía excelente. Lo observe, no lo abriría ahora así que lo deje en la mesita del living.

-¿No la abrirás?-me miro confundido.

-No debe ser importante...-fingi desinterés.

-Pero se ve muy fino.-lo tomo-¡mira tu nombre esta escrito en dorado!-me mostró, le quite el sobre de las manos para dejarlo en la mesita otra vez.

-Ya callate, no lo abriré.-dije enojado.

Tengo el presentimiento de que es algo malo, digo, nunca recibo correos y por dentro estoy muy nervioso.

-No te enojes, solo era una broma.-golpeo mi hombro.

Nos sentamos a beber, después de todo Rebecca no vendría y eso me daba un poco de libertad. Reíamos a carcajadas con Jason, creo que el ya estuvo bebiendo previamente pero yo, me mantuve al margen.

Trataba de distraerme con Jason pero todo el rato estuve observando aquel sobre, era como si me dijese "abreme" y la ansiedad aumentaba a cada segundo.

-¡Hey ya relajate!-hablo Jason.-¿acaso es por Rebecca que te sientes así?-

En este momento Rebecca no ocupaba mi mente pero el tampoco podía saber cual era el verdadero motivo de mi perturbación.

-Si, ella es.-menti.

-Ya...sabes, eres muy joven para seguir con ese matrimonio toxico...tienes que liberarte.-mi vista iba desde el sobre a la cara de Jason, no podía aguantar.

No le respondí a Jason, miraba directamente al sobre...la curiosidad y la ansiedad me mataba.

-¿Estas bien Kirk?-hablo el castaño.

-¿Eh?-lo mire-Si, estoy bien.-sonrei.

-Andas muy distraído.-levanto una ceja.

Baje la mirada hacia mis manos.

-Necesito descansar.-dije tocando mi cabeza.

Jason me miro con pena, estuvimos hablando sobre muchas cosas con el, me dio concejos por mi matrimonio...el dice que debería pedirle el divorcio a Rebecca, que no debo sufrir. En el fondo se que tiene razón, esta vida no es para mi, Jase se quedo un rato mas bebiendo junto a mi, como estaba ebrio llame un taxi para que lo llevase a su casa.

-Que tengas un buen viaje.-sonrei.

Me despedí de el y entre de nuevo a mi hogar, tome el sobre y camine hasta mi habitación, me tire a la cama para abrir de una maldita vez ese sobre, que puto misterio.

Otra vez los nervios me aumentaron y temblaba, mire mi nombre en el dorso.

Que presumida la que escribe esto, se nota que tiene dinero o que se yo...

Rodé los ojos, que irritable era esto. Saque la "carta" otra vez, no era mas que una estúpida pero escalofriante frase...

"O is for Only you that I do"

¿Pero que mierda?...hice un bollo el papel y lo tire al suelo, se formo un nudo en mi garganta y el sentimiento de ira comenzó aumentar, no era bueno sentir esto, maldita enferma obsesionada...si supiera que yo amo a Rebecca.

Oh ¿no?

-Callate mente imbécil solo me haces confundir...-grite.

Sacudi la cabeza, como si eso haría callar a mis pensamientos absurdos. Debo parecer un loco quejándome de la nada...tome de nuevo el bollito de papel, decidí que lo guardaría es mas que obvio que hay un mensaje oculto.

Cerré los ojos para tratar de dormir, abrace la almohada para obtener calor, no sabia si debía hacer una denuncia de acoso...digo, aun no se quien es la autora de esos mensajes.

Estoy seguro que es una mujer pero no recuerdo haberme relacionado con alguna como para que se obsesionen conmigo...es tan raro todo, o mejor no diré nada, no quiero generar polémica.

Quien eres maldita sea...

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Loverman ~KlarsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora