11

165 10 2
                                    

Kirk

Otra vez estaba pensando en eso, la paranoia no me deja en paz o mejor dicho, las notas no me dejan en paz. Comenzó otro día, mis ojeras hacían notar que no dormí en toda la noche pero debía ir a trabajar, me levanté como todos los días, aburrido y enojado, últimamente no quiero ver al mundo.

"R si for rape me..."

No puedo descifrar ni lo más mínimo de esa nota en particular, realmente no pude dejar de pensar en eso, es decir las anteriores tuvieron algo de sentido pero está...no, y eso no me dejaba vivir simplemente me está consumiendo, mire la ventana de mi habitación y no había rastro de algo.

Mi mente solo repetía y repetía los escritos, no podía escapar de mi mente ni mucho menos callar los pensamientos. Y aquí estaba yo, con un odio hacia la existencia por culpa de esto. Es decir ¿Otra nota en mí ventana? ¿Dónde será la próxima vez? ¿En mí cara?

No puedo creer lo que había pasado, mí mente ya no puede aguantar estas cosas, me estoy volviendo loco. Además de escuchar voces, realmente alucine con Lars y peor aún, me están acechando. No sé qué hacer realmente.

Mire a mi esposa quien dormía a mi lado, me sorprendió porque no sé en qué momento llego aquí, le reste importancia y tome el cepillo para mí cabello y lo desenrede, lave mis dientes y salí, no tenía ánimos ni para desayunar.

Camine hasta la estación de tren, los escritos rondaban en mi mente. Todo parece pertenecer a una película de terror, a mí me gustan pero esto de vivir una a diario. No. Al rato tome el tren, miraba el paisaje nublado de hoy, me sentía raro...muy raro, no es para menos si hay un acosador que sabe dónde vivo, el enojo me poseía y las ganas de no existir también, pero había algo por lo que vivir. Encontrarme a Lars otra vez, ya se, solo lo ví una vez pero es que me ha marcado tanto que nunca olvidé su nombre.

Llegué a la institución algo temprano, la directora estaba ahí y me saludo, sonreí mientras seguía mi camino hacia la sala de profesores, acomodé todas mis cosas y sentí una presencia atrás mío, mire de reojo sin dar la vuelta, mi corazón comenzó a latir fuerte y la respiración se entrecortaba.

—¿Lee?—

La voz de una mujer me hizo dar escalofríos, no puedo creer...¿Acaso era?

—¿Sarah?—dije al darme vuelta.

La mujer me veía confundida y emocionada, no puede ser...

—¡¿Cómo has estado?!—se acercó a mi, y hablaba muy fuerte, fruncí el seño pues mi cabeza dolía.

—Bien...—menti, era evidente que no quería verla nunca más, ella se extrañó por la forma en que hablé, lo siento pero no voy a fingir algo que no va.

El ambiente se torno tenso, algo incómodo pues empecé a acomodar las hojas de mis carpetas sin prestarle atención a la presencia de Sarah.

—¿Acaso trabajas aquí?—dijo para romper el hielo, la mire a los ojos y ella sonrío mostrando sus dientes.—¡No puedo creerlo!—agacho la mirada y acomodó su cabello claramente estaba nerviosa.

—Así es, ¿y tu qué haces aquí?—pregunte curioso pues eso sí que me sorprendió, ahora falta que ella trabajé aquí...

—Ayer tuve que reemplazar a un tal Kirk y ahora me han contratado como profesora de arte.—sonrío, jaja que chistosa es la vida pues yo era ese tal Kirk que suerte la mía, por los dioses.

Le sonreí forzosamente.

—Oh...me alegro mucho por ti.—dije amable y volteé para guardar las carpetas en sus lugares.

Loverman ~KlarsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora