Capitulo 5: Mi pasado.

430 46 9
                                    

[Chun]

Tenía 10 años cuando mis padres me abandonaron, no puedo decir que tuve una niñez feliz, nunca conocí algo parecido al cariño. Mis padres eran pobres y vivíamos en una casa pequeña con dos habitaciones y un espacio donde teníamos una mesa y una cocinilla, mi hermana y yo dormíamos en la misma cama y mis padres en otra. Mi madre era prostituta y mi padre vendía drogas, mi hermana era 4 años mayor que yo.

Mis padres cumplían con enviarnos al colegio solo para que los asistentes sociales no estuvieran encima, así que esos podrían ser los recuerdos felices que tenía, los niños hablaban del amor que sus padres le daban y los que tenían un poco más de dinero comentaban las cosas que les compraban y los lugares que visitaban, en ese tiempo todo era mucho más maravilloso para mí, aunque fuera cosa poca. Mamá nunca me dio amor, por lo que mi único apego era mi hermana, cuando yo tenía 8 y ella 12 años, mi padre le dijo que ya era hora de llevar el sustento a la casa, después de que papa digiera eso mi hermana cambio, ya no se acercaba a mí, ya no me abrazaba y no podía comprender el por qué estaba perdiendo a mi hermana, hasta que un día me di cuenta que papa la estaba prostituyendo. Vino un hombre grande y feo, le pago plata a mi papa y fue a buscar a mi hermana a la habitación, yo estaba en la mesa comiendo algo, el hombre le tomo un brazo y ella comenzó a llorar suplicándole a mi padre que no lo hiciera y mi padre solo la miro y la empujo. Ese día fue el último que vi a mi hermana, luego supe que mi papa la vendió a ese hombre con solo 13 años mi pobre hermana paso por quizás cuantos hombres.

La plata que ganaron por mi hermana, papa la ocupo en comprarse un auto y el día que cumplí 10 me levante y en la mesa había por primera vez un sobre y un regalo. Mis padres no estaban en casa por más que los busque para agradecerles no los encontré así que abrí mi regalo y era un pequeño cofre con un anillo dentro, no tenía valor económico aquella joya pero si uno sentimental, ese anillo era de mi hermana. El sobre era un poco de dinero y una carta simple que decía que ellos se iban y que me cuidara solo, además que el dinero me alcanzaría para comer unos días.

Así fue estuve bien unos dos meses en los cuales trate de hacer durar mucho el dinero, no quería molestar a mi profesora por lo que trate de buscar alguien que me diera trabajo, fue difícil hasta que lo conseguí limpiando los establos de un hacendado, pasaron unos meses más en los que trate de sobrevivir como pudiera, pero mi poco felicidad fue aplastada un día que apareció un hombre en la casa buscando a mi mamá. El hombre dijo que ella le debía dinero, yo trate de explicarle que me había abandonado y que huyo con mi papa no sé donde, pero el hombre no le importo y me llevo con el a modo de compensación por la pérdida de dinero.

Fue así como llegue a Pekin, el hombre me hizo trabajar en un lugar donde hacían supuestos masajes, pero la verdad las mujeres se acostaban con hombres por una miseria de dinero, estuve limpiando la mierda que dejaban hasta los 16 años. Pero las cosas cambiaron un día que llego un extranjero al local, el dueño me mando a limpiar una de las mejores habitaciones y cuando estaba saliendo entro el hombre con una de las chicas, hasta ese día creo que mi suerte era buena comparado con lo que venía después, hubiese preferido seguir limpiando toda mi vida la mierda de los demás. Pero no ese puto extranjero me vio y me tomo el brazo dejando la chica, cuando me di cuenta tenía esos ojos azules puestos en mi cuerpo el cual estaba pegado a la pared fuera de la habitación.

- ¿Cuánto por él? – dijo en un chino muy malo, pero entendible.

- El solo limpia – dijo el dueño.

- Te doy 1000 dólares si me dejas tomarlo – el dueño me miro y luego sonrió.

- Echo.

El hombre le dio el dinero y saco a la chica de la habitación, lo único que hice fue rogarle que no me hiciera daño que yo era un chico, que no había forma que pudiera tener sexo conmigo y seguir gritando y rogando, pero el hombre era grande y fuerte, me tomo y me azoto contra la cama montándose encima de mí, me tomo las manos y con su corbata me las amarro a cabecera de la cama, me beso a la fuerza introduciendo su lengua en mi boca, me bajo los pantalones de una y sin ningún aviso me penetro. El dolor que sentí creo que me duro semanas, me destrozo por dentro, me embistió hasta que se vino y estuvo haciendo lo que quiso conmigo aproximadamente 5 horas. Cuando terminó me dejo amarrado a la cabecera y se fue, vinieron después dos chicas me limpiaron y me llevaron a mi cuarto. Después de eso el dueño me vendía al mejor postor y comenzó a ganar dinero conmigo, habían veces que estaba con dos, tres, un día habían 6 hombres en la habitación. Fue tanto el dinero que gano que se compro una casa grande en la cuidad y contrato gente que me cuidaban día y noche, ya que uno de los clientes se obsesiono conmigo e intento llevarme con él. El dueño no quería perder a su fuente de ingreso más grande por lo que contrato guardaespaldas para mí.

Te Amo FlaquitoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora