Jungkook, como buen alumno que era, tenía el amor de los profesores y aunque aquello significaba algo bueno había excepciones.
El tutor de su clase se encontraba recostado en su asiento leyendo un libro grueso esperando que algún alumno se acercara a él planteando alguna duda o algún problema que llegase a tener, ignorando así el desorden que la mayoría de sus alumnos armaban. Así eran siempre aquellas horas de tutoría, aburridas. Jungkook, durante esos cuarenta minutos, se dedicaba a repasar alguna que otra materia junto con Taehyung o a veces solo se dedicaban a hablar de algún tema sin relevancia, era así siempre y el menor agradecía que aquello no haya cambiado. Hoy, como una excepción, Jimin se encontraba con los dos mejores amigos hablando de temas al azar como que el color de cabello de Jimin se estaba poniendo algo oscuro o que las únicas dos omegas del curso se pavoneaban asquerosamente frente a los alfas con sus fuertes aromas, algo a lo que Jungkook no podía corresponder ya que él aún no podía percibir los olores.
-Jeon Jungkook- Llamó el profesor a cargo de aquellos revoltosos adolescentes en ese momento. El chico nombrado se giró para observarlo y luego se levantó para posarse a su lado, hizo una leve reverencia y espero las palabras que su profesor debía decirle. -El director lo espera- Aquel hombre beta no quitó ni un maldito segundo la vista de su libro, algo que molestaba de sobremanera a Jeon. Este volvió a reverenciar para luego ir hasta la gran oficina del director.
Para muchos, aquel camino significaba terror, horror, deshonra para tu familia, deshonra sobre tu vaca, okay eso no pero el caso es que todos tenían miedo de ir a donde el gran alfa, de aquella institución, se encontraba. Hasta Yoongi, en sus años mozos, tenía miedo de aquel sujeto pero no era el caso de Jungkook. El ser un alumno favorito te da sus privilegios, ¿Saben?
-Mi querido Jungkook- Fue lo primero que el nombrado escuchó cuando abrió la gran puerta de ese lugar, en una habitación bien iluminada y con decoraciones modernas el cuerpo del hombre se hizo presente sentado en uno de los sillones que había justo en el medio de aquel gran salón, salón que Jungkook reconocía de memoria. Aquel alfa viejo sonrió de manera amable.
El único hijo de los Jeon's era muy querido por el director, siendo uno de sus favoritos -por no decir el único-. El castaño volvió a hacer una reverencia y luego se sentó en el sillón que había frente al director.
-Quiero que por la tarde, luego de las clases, te encargues de llevar ciertas cajas al salón de música- Aclaró mostrando que las cajas se encontraban justo detrás de él. -Ya sabes, el que estaba en los pisos superiores- Jungkook asintió al comprender a qué cursos se refería pero algo que no comprendía era ¿Por qué él?
Para eso tiene un maldito equipo de mantenimiento, viejo joto.
Pero claro, Jungkook era un niño correcto y ni en su sano juicio le diría eso a aquel hombre. Es así como el pequeño y débil castaño cargaba dos cajas pesadas mientras subía las escaleras.
-Joder, ¿Acaso hay un cadáver?- Había soltado las cajas cuando se encontraba cerca del aula para descansar un rato y secar el leve sudor que recorría su frente, luego de unos segundos volvió a hablar para si mismo. -Por favor que no sea un cadáver- Junto sus manos pidiéndole al señor de arriba que el contenido de las cajas no fueran restos de cuerpos asesinados.
Pero sus pensamientos fueron interrumpidos por una dulce melodía de un piano proveniente del salón de música.
¿Un fantasma? Joder, no, ellos no existen, pensó Jungkook mientras se acercaba levemente a la puerta del gran salón.
Su cabeza se asomó por uno de los cristales que la puerta contenía, viendo débilmente hacía el interior.
¿Que..?
Nfkfndikriendk
Bay uwu

ESTÁS LEYENDO
𝙱𝚞𝚜𝚌𝚊𝚗𝚍𝚘 𝚊𝚕 𝙾𝚖𝚎𝚐𝚊 ||𝕋𝕒𝕖𝕂𝕠𝕠𝕜||¹
أدب الهواة-¿𝗔 𝗾𝘂𝗶𝗲𝗻 𝗽𝗲𝗿𝘁𝗲𝗻𝗲𝗰𝗲 𝗲𝘀𝗲 𝗼𝗹𝗼𝗿? -¿𝗘𝗹 𝗱𝗲 𝗷𝗮𝘇𝗺𝗶́𝗻? 𝗲𝘀 𝗱𝗲 𝘂𝗻 𝗼𝗺𝗲𝗴𝗮 𝗽𝗿𝗲𝘀𝗲𝗻𝘁𝗮́𝗻𝗱𝗼𝘀𝗲.. 𝖳𝖺𝖾𝗁𝗒𝗎𝗇𝗀 𝗍𝖺𝗆𝖻𝗂𝖾́𝗇 𝖾𝗌𝗍𝖺 𝖾𝗇 𝖻𝗎́𝗌𝗊𝗎𝖾𝖽𝖺 𝖽𝖾 𝗍𝖺𝗅 𝖺𝖼𝗅𝖺𝗆𝖺𝖽𝗈 𝗈𝗆𝖾𝗀𝖺, 𝗌𝗎 𝗅�...