Capítulo dos: el comienzo

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Eran las 8:15 de la mañana, y sí, llegaba tarde al colegio, mis padres me despertaron, corriendo de todas las veces que me habían dicho que me despertase y no me despertaba.

Nunca me ha gustado madrugar, no es una cosa que me defina, tenga la edad que tenga.

Me levanté, con mi pelo despeinado y un poco nudoso, pero brillante, desayuné con mis padres y mi hermano pequeño rápidamente, me lavé los dientes y me fui directa caminando a Springfield, estaba cerca, así que no tardaba más de 10 minutos en llegar.

Era un día lluvioso, así que cogí mi paraguas, y me fui para clase.

Me tocaba clase de matemáticas, nunca se me han dado muy bien, pero aún así siempre me gusta estar atenta, soy muy responsable, aunque no me guste mucho estudiar que digamos, leer es una de mis pasiones.

Mi clase se podría decir que era la mejor de toda la escuela. Las paredes de color rosa pastel, las sillas marrones claras y la pizarra gris.

Springfield no se puede decir que sea un lugar muy bonito, pero se le coge cariño, sobre todo por las personas y mi amiga Emma.

Ella siempre me ha ayudado en todo, desde que teníamos apenas 2 años, ella cumple años el 10 de enero y yo el 22 de enero, nos llevamos 12 días, cosa que nos encanta.

Ella es guapísima, pelo castaño oscuro, con ojos marrones claro con gafas.
Puedo decir que hay pocas personas como ella.
Ella es perfecta, es una amiga que toda persona desearía tener.

En la clase de lengua, con la profesora Cayetana, es de las mejores, es guapísima la verdad. Tiene el pelo rubio y unos ojos azules preciosos que ves el mar, conserva sus cuarenta y algo años, pero está guapísima.

~En la clase de lengua~

—Chicos, el día 23 de mayo tendréis un control de lengua de la comunicación, quiero que por pareja hagáis un trabajo de exposición antes del examen.

—Profe, ¿Las parejas las elegiríamos nosotros? —Pregunté—.

—Las elegiré yo por mi parte, es hora de que vayáis relacionándoos con más personas.

Noté que Cris la verdad no le veía muy buena cara, estaba enfadado, nervioso, creo que todos los nervios del mundo los tenía él en ese momento, le miré, simplemente me agachó la cabeza, la verdad, me parece inmensamente atractivo.

Tiene unos ojos color verde, y un pelo negro como el carbón, es guapísimo, pero, él es muy frío, no tiene amigos, nunca ha tenido una novia y desde luego mucho menos ha querido tener amigos ni nada.

Siempre se ha aislado de los demás y cuando me he intentado acercar a saludarle lo único que ha hecho ha sido ignorarme, creo que algo le tiene que pasar, soy una persona que no le gusta ver sufrir a la gente.

Cuando la profesora iba a decir los equipos, decidí levantar la mano y decirle que tenía que decirle algo en privado.

Ella me contestó:

—Claro, vamos al pasillo

—Mire, yo noto que Cristian está un poco mal, me gustaría que usted me pudiera poner de pareja con él, pero por favor, no se lo diga a nadie, quiero intentar ayudarle.

—Claro, por supuesto, esto no saldrá de aquí. -Me dijo-

La profesora dijo las parejas:

—Alison con Cristian. —dijo—.

Cristian puso una cara de asco, como de si no quisiera ir conmigo, no sabía que le había hecho, no pensaba que fuera mala persona... ¿Qué le pasaría a ese chico?

La profesora siguió.

—Adrián con Andrew —dijo—.

Andrew es el mejor amigo de Adrián, mi novio. Nunca me ha caído muy bien que digamos, tiene un pelo rizado con marrón oscuro, y unos ojos negros.

Nunca me ha dado buena espina.

—Emma con Ross

No me lo podría creer, a mi mejor amiga le había tocado con su amor platónico desde los 5 años, me alegraba mucho por ella, teníamos que quedar.

La profesora continuó diciendo nombres.

Terminó la clase, vi a Cristian acercarse a la profesora, a todo esto yo estaba en la puerta.

—Cristian, no puedes decirle que no a una compañera, por lo menos intenta llevarte con ella, tienes que relacionarte, tener amigos.

—Quiero ir sólo.

—No puedes ir sólo, es un trabajo en parejas y esto evaluará como estándar, si no lo haces, te suspenderé.

Me fui, no quería escuchar más, camine por el pasillo, y me encontré a mi novio, era muy diferente a Cristian, Adrián es rubio, y con los ojos azules, Adrián es directo, extrovertido, sabe llevarse con la gente, es el típico que tiene a todas las chicas detrás y yo estoy orgullosa que de todas me haya elegido a mí, le dije que hasta mañana, ya que tenía que hacer el trabajo.

Vi a Cristian en las escaleras, sólo afuera del colegio, estaba lloviendo, pero parece ser que no le importaba.

Me acerqué a él, y como yo tenía paraguas le dije que si se quería venir conmigo.

—¿Por qué tengo que ir contigo? Puedo ir sólo, no necesito a nadie.

—Pues porque te vas a mojar, contesté, si te pones malo, me culparé, así que hazme el grandioso favor y acompáñame.

—Lo que quieras —Dijo—. Pero que sepas que no soy tu amigo ni pretendo serlo.

—Si no quieres no lo seas.

Las fortunas del quererDonde viven las historias. Descúbrelo ahora