Pasé la tarde pensando en qué podría ser. Mi cabeza tenía miles de dudas
Podría ser que de pequeño se cayera, o que... Hay no sé, le estoy dando mil vueltas y a lo mejor no es nada.
Lo que sé es que siempre está muy raro, hasta soñé con el por la noche.
Soñé con que nos hacíamos novios, aunque tal vez él me ocultaba algo, en el sueño, vi que Adrián (mi novio) le pasaba algo, no sabía qué, ese sueño no tenía real, no podía pasar nada.
Nunca seré amiga de ese Cristian, y mucho menos su novia. No sabe respetar y mucho menos mantener una conversación.
No sé qué le pasa, yo nunca he sido mala con nadie ni nunca he estado así, ¿Puede ser la adolescencia? ¿Cambios? ¿Algo en su familia?
Lo que sé es que nada de lo que me dijo ese sueño sucederá.
Tampoco veo el futuro ni nada por el estilo, soy una chica normal que vive su vida, ya está.
A la mañana siguiente, como siempre, me desperté tarde, me vestí, desayuné, me lavé los dientes y me fui para Springfield.
Ese día estaba soleado, lo cuál me gustaba mucho, nunca me ha gustado el frío.
Tocaba clase de educación física, sí a primera hora, menuda pereza, nunca me ha gustado.
Soy animadora porque me gusta, pero ya está, no me gusta nada más del deporte.
Tuvimos que hacer grupos de cuatro y a mí me pusieron con Andrew, Adrián y Cristian (otra vez).
Yo he intentado llevarme bien con él, pero no me deja.
Ni siquiera tenemos hecho el trabajo de lengua y es el día 22, un día antes del examen.
Siempre me ha llamado la atención Cristian, pero nunca sabía que era así de borde, sabía que era frío y tal, pero no tanto.
Sólo esperaba descubrir que le pasaba.
La verdad, mi novio y Cristian nunca se han llevado bien, Adrián siempre se la pasaba insultando a Cristian, y Cristian siempre se callaba, ha sido el que siempre se llevaba las palizas.
No entendía por qué, ni que tenía con él ni nada.
El caso es que en educación física siempre se estaba burlando de él, si corría, lo hacía mal, si hacía el calentamiento, también.
Muchas veces he intentado hablarle sobre que no hay que insultar a las personas, pero él no lo entiende.
Es muy competitivo y varias veces por eso hemos tenido muchas discusiones y estoy pensando en dejarle. Ya no sigo sintiendo casi lo mismo y estoy pensando en decirle algo después del colegio.
Se lo diré, ya lo tengo un poco harto, ya me ha hecho bastante daño, a mí y a las personas.
Terminó educación física, luego hubo clase de biología, y después el recreo.
En el recreo, me fui con mi mejor amiga, Emma, como siempre.
—Emma, ¿Qué tal? Con tu amor platónico ¡que te ha tocado con él en el trabajo de lengua!
—Sí, estoy muy emocionada, ¿Y tú? ¿Cómo vas con Cristian? ¿Te hace caso?
—Que va Emma, ni caso. Es el mismo de siempre. Creo que puedo ayudarle. Puedo intentar cambiarle, o por lo menos saber lo que le pasa. Lleva un año aquí, dijo que es de Chicago, pero que no me incumbía por qué vino aquí, y me trae bastante curiosidad.
—Me gustaría saber a mí también, a ver, todas dicen que es el chico más guapo del colegio, pero al ser tan frío, no llama mucho la atención, así que no sé qué pensar.
—Intentaré sacarle algo. Sólo sé eso, que es de Chicago, y vi que tenía una cicatriz en el brazo, me llama la curiosidad saber por qué la tiene, no sé qué será, pero lo que sé, es que voy a saber que le pasa y que es lo que tiene.
Terminó el recreo, las clases y me fui para mi casa, seguía pensando lo mismo, llegué a mi casa y estuve todo el día igual, pensando en que tenía que empezar a hablarle, a saber más de él, lo que no sabía es cómo hacerlo. Ya lo descubriré, lo que sé es que quiero saber todo de él, asombrosamente me interesa.
Me fui a la cama por la noche a descansar, mañana será otro día.
ESTÁS LEYENDO
Las fortunas del querer
Science FictionDos adolescentes, juntos son uno. Diferentes de sangre, pero destinados a estar juntos. Aventuras, amigos, vampiros y hombres lobo se verán envueltos en esta historia.